Un ratón hipermusculoso puede ayudarnos a viajar a otros planetas

Una modificación genética en estos roedores permitiría resolver un histórico problema de los astronautas que viajan un prolongado período de tiempo al espacio.

11 de septiembre, 2020 | 16.16

Los científicos los llaman Mighty Mice, y no es para menos. Estos ratones son los más musculosos en el mundo de los roedores. Un equipo de ellos acaba de regresar de la Estación Espacial Internacional y su estudio puede hacernos más fáciles los viajes a otros planetas.

Los Mighty Mice son una variante de los ratones normales modificada mediante ingeniería genética para no expresar la miostatina, una proteína que las células generan para inhibir la miogénesis, que no es otra cosa que el crecimiento muscular. A falta de miostatina, el organismo desarrolla los músculos de manera desproporcionada, algo que es especialmente útil cuando lo que quieres es precisamente estudiar el desarrollo de tejido muscular en entornos específicos. En este caso, el espacio.

Sabemos que viajar por el espacio no es bueno para tus abdominales perfectos. La microgravedad atrofia seriamente el crecimiento óseo y muscular, lo que se traduce en una importante pérdida de masa en ambos casos. Los astronautas a bordo de la ISS entrenan dos horas diarias para contrarrestar esta pérdida, y aún así pierden en torno al 40% de su masa muscular y el 2% de su tejido óseo al volver a tierra tras cinco meses en el espacio.

Un experimento exitoso

Para el experimento, los científicos enviaron 40 ratones al espacio. 24 de ellos eran ratones normales, ocho eran super ratones, y los otro ocho habían sido tratados con una sustancia que no solo inhibe la miostatina, sino también la Activina A, que es una sustancia reguladora del crecimiento óseo y muscular.

Tras 33 días en la ISS, los ratones regresaron a Tierra para su estudio. Los ratones normales habían perdido mucha masa muscular y ósea, pero los ratones genéticamente modificados no. De hecho, los ratones tratados ganaron tanto masa muscular como ósea.

Los resultados, que acaban de publicarse en Proceedings of the National Academy of Sciences, sugieren que probablemente se pueda gestionar la pérdida de masa muscular en viajes espaciales simplemente administrando drogas a los astronautas para que inhiban temporalmente ciertas proteínas.

Con todo, los datos son aún preliminares y solo se aplican a ratones. Aún queda por delante un viaje científico tan largo como el de los astronautas que tratan de preparar.