Historia del tango: conocé el origen del patrimonio cultural argentino

¿Sabés todo sobre la historia del tango en Argentina?

04 de mayo, 2021 | 10.10

¿Quién no sabe al menos un tango de memoria? “Por una cabeza”, “Sur”, “Mi Buenos Aires querido”... Hay canciones que todos conocemos y forman parte del imaginario colectivo argentino. Muchas de ellas vienen de allá lejos, de los comienzos de una identidad cruzada, mixta. Esta música es parte de nuestros orígenes y su evolución es también la evolución de nuestra historia. ¿Sabés de dónde viene el tango argentino?

Orígenes

Los orígenes del género se remontan a finales del siglo XIX, en la cuenca del Río de la Plata. Era un ritmo bailado con los sensuales ademanes que conocemos, bajo la mirada crítica de la Iglesia y la gente de alta sociedad.

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Originalmente, fue música y danza de las clases populares. Nació así como un lenguaje en común entre nativos criollos, inmigrantes europeos y descendientes de esclavos africanos. No tenían la misma lengua, pero compartían los compases.

La raíz del género es multiétnica y pluricultural. Una mezcla de candombe, milonga, polka y vals, entre otros géneros musicales. Mixtura que se transformó en ese producto tan particular que hoy nos representa en todo el mundo.

El origen invisibilizado

Durante mucho tiempo, la presencia africana en nuestra historia ha sido invisibilizada. Hasta el día de hoy, no se conoce lo suficiente sobre el legado de quienes llegaron al país como mano de obra esclava.

Hasta el día de hoy, no se conoce lo suficiente sobre la herencia africana en Argentina.

Lo cierto es que la impronta de los afroargentinos está presente en muchos aspectos de nuestra cultura. Algo tan simbólico como el tango es un ejemplo de esto.

La primera canción del género formalmente creada es, según algunas fuentes oficiales, “El entrerriano”. El autor a quien se atribuye esta obra de 1897 fue el compositor y pianista afroporteño Anselmo Rosendo. El entrerriano sería, así, el tema que dio origen a la llamada “guardia vieja”. 

Las etapas

Para explicar la aparición del género y su desarrollo, se lo puede analizar en etapas. Las primeras representan su origen y consolidación, y son: la guardia vieja, la guardia nueva y la época dorada.

La guardia vieja

Durante esta primera etapa, los protagonistas del género musical eran originalmente la flauta, el violín y la guitarra. Podemos destacar de esta época a Roberto Firpo y Francisco Canaro.

Firpo fue quien integró al piano dentro de la típica orquesta tanguera. El emblemático tema “La cumparsita”, compuesto por el uruguayo Gerardo Matos Rodríguez, fue estrenado por él.

Pancho” Canaro, por su parte, fue un compositor, violinista y director de orquesta uruguayo, nacionalizado argentino en 1940. Fue el autor de la famosa canción Se dice de mi, popularizada por Tita Merello en 1954. 

¿Sabías que en 1999 la misma canción fue reeditada como cortina musical de la novela colombiana Yo soy Betty, la fea? Esto reavivó la popularidad del tema y hasta le hizo ganar un Grammy Latino.

La guardia nueva

La “guardia nueva” se caracterizó por sextetos que incluían el bandoneón, el violín, el piano y el contrabajo. Pero lo principal de esta etapa es que comenzaron a popularizarse los cantantes. Por supuesto, Carlos Gardel es la principal figura de este periodo. 

En esta época cobra mayor importancia la letra de las canciones. El particular uso del lunfardo parece retratar con precisión y gracia el día a día en la vida de los porteños.

La edad de oro 

En la década de los cuarenta fue el boom del tango en Buenos Aires. Se popularizó el consumo del género en ámbitos en donde, hasta el momento, no se había escuchado. 

Además comenzó a sonar en otros países. Podemos destacar de esa época a figuras como Osvaldo Pugliese, Edmundo Rivero y Roberto Goyeneche. 

La radio y el cine se encargaron en esta época de difundirlo. La venta de discos creció y se popularizaron los bailes con orquestas en vivo. En los cafés y confiterías de Buenos Aires sonaba el género y en algunos de ellos también se bailaba. La avenida Corrientes era el núcleo de la movida tanguera.

Repercusiones inimaginadas

Este ritmo ya sonaba en el mundo. Pero toda la apropiación del género fue feliz. Curiosamente, fue elegido tanto por los nazis como por algunas comunidades judías, como expresión del difícil momento histórico que se atravesaba.

“Plegaria”, de Eduardo Bianco, sonaba como himno durante las aniquilaciones en los campos de concentración. Mientras tanto, se compusieron y reescribieron tangos en idish, como símbolo de resistencia por parte de la comunidad judía.

El peronismo

Históricamente, la “etapa dorada” se corresponde con la formación del peronismo en el país. El movimiento político se autodenominó como “nacional y popular”.

Muchas de las grandes figuras tangueras de la época se identificaron con el peronismo, ligado a la clase obrera y los sindicatos. La famosa marcha peronista fue compuesta por Hugo del Carril. 

Muchas de las grandes figuras del tango se identificaron con el peronismo.

En 1955, Perón fue derrocado por el golpe de estado autodenominado “Revolución libertadora”. La caída del movimiento político acompañó el ocaso de la época dorada tanguera.

El folklore y el rock and roll comenzaron a pasar al frente. Mientras tanto, muchos artistas de la escena tanguera fueron perseguidos políticamente por sus ideas.

Pero el tango argentino siguió sonando, haciendo honor a la tradición y también transformándose. A partir de los años cincuenta, Astor Piazzolla le dio al género un giro radical. Inventó un estilo vanguardista, con la incorporación de armonías y contratiempos propios del jazz.

Esta corriente tuvo tanto seguidores como detractores. La gran distinción que se dio fue entre “música para escuchar” y “música para bailar”. 

Algunos grandes del género

Carlos Gardel

Es imposible hablar de este tema, sin mencionar especialmente a Gardel. Todos lo conocemos. Es símbolo del tango en Argentina y de nuestra cultura popular.

Sus orígenes

Cantante, compositor y actor, el “Zorzal Criollo” fue toda una estrella a nivel mundial. Tanto así, que hay una gran disputa en torno a su lugar de nacimiento.

Hay quienes afirman que nació en Tacuarembó, Uruguay. La otra hipótesis es que nació en Toulouse, Francia. Pero podemos quedarnos tranquilos. No importa dónde haya nacido, Carlos Gardel vivió desde chico en Buenos Aires y se nacionalizó argentino en 1923.

Abandonado por su padre, Gardel se crió con su madre en conventillos porteños. Desde chico tuvo contacto y mostró interés por el universo de teatro y la música.

¿Sabías que Gardel tuvo experiencias al margen de la legalidad durante los años de su juventud? Hay consenso en torno a esta hipótesis, basada en prontuarios policiales de principio de siglo que lo mencionan y contienen sus huellas digitales.

El Zorzal Criollo

Sin embargo, a Gardel le esperaban grandes cosas. Si bien acabó convirtiéndose en la principal figura del tango, al comienzo se dedicaba a cantar otros géneros, como canciones camperas y ópera. Esto, junto con las clases de canto que tomó más adelante, lo ayudó a desarrollar su inconfundible estilo.

El mayor impulso de su carrera se dio en 1917. Ese año, Gardel grabó “Mi noche triste”. Así nació el tango canción, ese subgénero en que la letra y su interpretación expresan lo mismo que la música y el baile.

Seis años después de esa grabación, comenzó su primera gira por Europa. Su carrera y su fama no dejarían de crecer hasta el día de su muerte.

Los primeros videoclips

Un dato curioso: ¿Sabías que Carlos Gardel fue uno de los precursores del videoclip?

Este producto actualmente tan instalado, era una novedad en la década de 1930. Gardel filmó más de una decena de cortometrajes musicales. Así, inauguró una práctica que se mantiene firme hasta el día de hoy.

Horacio Salgán: avant garde

Horacio Adolfo Salgán es uno de los referentes del estilo de vanguardia. Hijo de un músico aficionado, empezó a estudiar piano a los seis años de edad. Además de tocar este instrumento, fue director de orquesta y compositor.

En 1936, a los 20 años de edad, fue descubierto por Roberto Firpo y debutó en la orquesta Miguel Caló. El éxito no fue inmediato. Su estilo era muy novedoso para la época.

Las disonancias que incorporaba en sus orquestas no agradaban a la mayor parte del público, acostumbrados a un estilo más tradicional. Astor Piazzolla era con quien compartía su estilo vanguardista. Juntos, grabaron en 1950 un EP titulado “Para los fanáticos solamente”.

En la década siguiente conformó y dirigió el Quinteto Real. Su carrera como referente del “tango para escuchar” se disparó. Llegó a tocar en el Lincoln Center, de Nueva York, y en el Teatro Colón, en Buenos Aires. 

Aún siendo amante de lo instrumental, no dejó de colaborar con cantantes como Edmundo Rivero y Roberto Goyeneche. Su carrera fue larga y fructífera, al igual que su vida. Murió en 2016, a los 100 años de edad, en su Buenos Aires natal.

Astor Piazzolla

El rol de Piazzolla en la historia de la música es fundamental. Así como Gardel conquistó Europa con su voz y su presencia, Piazzolla lo hizo años más tarde con sus originales arreglos. Su obra puede considerarse universal.

Logró combinar la música del arrabal con el jazz y la música clásica de manera tal que terminó fundando una nueva escuela. Su influencia cruzó todas las fronteras geográficas imaginables y hasta el día de hoy inspira a artistas en todo el mundo.

Es reconocido, entre otros países, en Francia, Italia, Suecia, Finlandia, Alemania y Estados Unidos. Compuso más de tres mil obras. Tan prolífico es su legado, que no existe aún un catálogo completo de sus obras.

Tradición y promesa

En 1934, Carlos Gardel era ya una figura consagrada del género, que llegaba a Nueva York a grabar discos y películas. Piazzolla, de 13 años, vivía en esa ciudad como inmigrante, con su familia italo-argentina y su bandoneón. 

Se acercó a Gardel para pedirle un autógrafo y pasó algo increíble: entablaron una amistad. Gardel apadrinó al joven Piazzolla, le compraba ropa y lo invitaba a actuar en sus películas.

El Zorzal reconocía el futuro brillante del joven y le enseñó a entender el tango como él lo hacía. Después de meses de compañerismo y aprendizaje, lo invitó a su gira por América en 1935.

El padre de Astor le negó el permiso, por considerarlo demasiado joven para semejante aventura. Sin saberlo, le salvó la vida: el 24 de junio, Carlos Gardel murió en un accidente de avión, en Medellín.

Gardel había invitado al joven Piazzolla a su última gira por América, donde el Zorzal Criollo moriría en un accidente de avión.

 

Patrimonio Inmaterial de la Humanidad

El tango es parte de nuestra cultura. Tal es así, que en 2009 la Unesco lo nombró Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, como tradición argentina y uruguaya.

¿Sabés que otro fenómeno recibió el mismo título? El fileteado tradicional de Buenos Aires. Dos símbolos inequívocos de la cultura porteña.

El mundo

Como danza, se disfruta en todo el mundo. Al día de hoy son muchos los estilos y variantes que adopta. Incluso en Japón está muy instalado y existe un festival dedicado al género en Tokio.

Pero el principal evento tanguero está acá. Todos los años se realiza en la ciudad de Buenos Aires el Festival Mundial del Baile Tango. Miles de bailarines de todo el mundo se nuclean entonces a disfrutar de una pasión que parece haber cruzado todas las fronteras posibles.

Día Nacional

La casualidad quiso que Carlos Gardel y Julio De Caro compartieran la fecha de su cumpleaños. Mientras el primero es el máximo exponente de la canción, el segundo representa la parte instrumental. De hecho, se le llama “escuela gardeliana” y “escuela decareana” a cada vertiente del género. 

En 1965, el compositor y productor artístico Ben Molar reparó en esta coincidencia. Tuvo la iniciativa de presentar a la Secretaría de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires esta idea: el 11 de diciembre debía de ser el Día Nacional del Tango.

Así es como se declaró la fecha. Hace honor a ellos y a todos los artistas que forman parte de nuestro patrimonio tanguero. 

Conclusión

El tango ha sido testigo de los orígenes y avances de la Argentina y luego del mundo. Desde Anseldo Rosendo hasta los actuales cantores, cada artista fue aportando su impronta a un género que no pierde el carácter con sus transformaciones.

Tan popular como respetado, se canta y se baila de norte a sur. Nos sigue representando como nuestro legado a nivel mundial.

Ahora que ya conocés la historia del tango, podés encontrar más contenido sobre cultura argentina en nuestro sitio. Seguí leyendo El Destape.