Un peritaje de rastros elaborado por los investigadores del asesinato del sacerdote Oscar Juárez, quien recibió 15 puñaladas en la vivienda en la que vivía en una iglesia de Tucumán, determinó que las huellas halladas en la escena del crimen coinciden con suelas de las zapatillas del único detenido por el homicidio, informaron fuentes judiciales. Se trata del cotejo que se realizó de unas huellas encontradas en proximidades del cadáver del cura con un par de zapatillas secuestradas dentro del vehículo en el que se movilizaba el único acusado por el crimen, identificado como Jorge Leonardo Herrera (31), la noche de martes 14 de julio, momento en que el sacerdote fue asesinado.
El informe, que ya fue incorporado al expediente, reveló que las suelas de goma de las zapatillas de la marca Adidas FR coinciden con las huellas en la casa parroquial de la Iglesia San Martín de Porres, donde mataron a Juárez. Otro estudio químico, comunicado el viernes pasado a la fiscal de Homicidios a cargo de la causa Adriana Giannoni, determinó que las manchas encontradas en el calzado correspondían a sangre humana.
A partir de ese resultado, la fiscal remitió las zapatillas junto a otras evidencias al Colegio de Farmacéuticos y Bioquímicos de Buenos Aires para que se lleven adelante comparaciones genéticas con el ADN del sacerdote, por lo que se espera los resultados de esas pruebas. Hasta ahora, el único detenido en la causa es Herrera (31), hijo de Norma Lilia Velárdez, la secretaria de la Iglesia.
¿Dinero: la causa del asesinato del cura?
La sospecha de los investigadores es que Velárdez conocía la existencia de una suma de dinero que el religioso tenía guardada, le contó a su hijo y éste ingresó a la casa parroquial para robarlo, momento en que fue descubierto por Juárez y lo asesinó a puñaladas.
La hipótesis surgió luego de que los hermanos de Juárez declararan ante la fiscal Giannoni que el sacerdote tenía ahorrados 67.000 dólares, aunque no en su poder sino que un día antes del crimen se los había dado a ellos para que se los cuidaran. Los investigadores llegaron a Herrera tras analizar las cámaras de seguridad municipales y lo detuvieron durante un allanamiento en un domicilio ubicado en el pasaje Hernán Cortez al 3200, en el barrio Villa Luján, en la capital provincial, a unas cuadras de la iglesia.
Voceros de la investigación señalaron que además de los análisis de sangre se aguardan resultados de pericias a teléfonos celulares secuestrados en el marco de la causa. El cuerpo del sacerdote fue descubierto la mañana del miércoles 15 de julio por una empleada de la iglesia que advirtió que estaban violentadas las puertas de la casa donde se alojaba Juárez. De inmediato, un patrullero concurrió al lugar y encontró el cuerpo del cura tapado con una sábana.
Según las primeras pericias de los médicos forenses, el sacerdote fue asesinado de 15 puñaladas y el ataque se produjo en la noche del martes 14, aunque el cuerpo fue encontrado 10 horas después del crimen. La víctima llevaba 42 años como sacerdote y desde hacía 13 estaba a cargo de la parroquia San Martín de Porres, según precisaron fuentes del arzobispado.