¿Alguna vez te pusiste una prenda de vestir que te hacía sentir invencible? La ropa que elegís, además de protegerte del frío y cumplir con normas sociales, tiene un impacto profundo en tu estado de ánimo, autoestima y motivación. Esto no se trata de una sensación, sino que está respaldado por la ciencia.
La teoría de la “cognición vestida”
La “cognición vestida” —conocida también como enclothed cognition—es un concepto psicológico que explica cómo la ropa que usamos influye en nuestras emociones, confianza y comportamiento. Según estudios recientes, la vestimenta es una herramienta poderosa de autoexpresión y construcción de identidad. En otras palabras, lo que te ponés puede cambiar cómo te sentís y cómo te ven los demás.
Cuando te sentís desmotivado o estancado, un pequeño cambio en tu look puede marcar la diferencia. La psicóloga clínica Barbara Greenberg explica que “vestirse de cierta manera puede aumentar la motivación”. Esto se conoce como “cognición encubierta”, un concepto que sugiere que la ropa influye en tu autopercepción y, por ende, en tu comportamiento.
Por ejemplo, si querés hacer ejercicio pero no tenés ganas, el simple hecho de ponerte las zapatillas puede ser el primer paso para activarte. “Primero cambias tu comportamiento y luego te sentís mejor”, afirma Greenberg. Lo mismo aplica en entornos laborales o escolares, donde el uso de uniformes o prendas formales puede mejorar la concentración y el rendimiento.
La ropa como herramienta de autoexpresión
La ropa no solo te ayuda a sentirte mejor, también comunica quién sos. La moda es una forma de construir identidad, reflejando tu personalidad, gustos y valores. Dawnn Karen, experta en psicología de la moda, sostiene que “el color, el estilo y la imagen afectan el comportamiento humano”.
Sin embargo, el exceso de opciones puede generar “fatiga de la elección”, un fenómeno que produce estrés al decidir qué ponerse. Por eso, simplificar tu armario con un “armario cápsula” puede ser una solución efectiva para reducir esa ansiedad y enfocarte en prendas que realmente te representen.
El poder de la confianza
La relación entre vestimenta y autoestima fue ampliamente estudiada. Según Joseph K. Kim, psicólogo especializado en el tema, “la singularidad en el vestuario mejora la autoestima y facilita el logro de objetivos”.
Un experimento realizado por Karen Pine, profesora de psicología, demostró que usar una camiseta de Superman hacía que los participantes se sintieran más agradables y superiores. Este tipo de estudios confirman que la ropa tiene el poder de modificar nuestra percepción personal y nuestra actitud.
Moda y redes sociales
El consumismo impulsado por las tendencias de la moda puede generar ansiedad y estrés. Sin embargo, descubrir tu estilo personal puede reducir esa presión y convertir la moda en un ejercicio de identidad. Andrea Vilallonga, psicóloga, sostiene que “la moda no debe ser una fuente de estrés, sino una conversación con vos misma”.
Además, el marketing y las redes sociales influyen en la percepción del cuerpo y la autoimagen. Un estudio realizado en Malasia y Tailandia demostró que el impacto de las redes sociales afecta la confianza en uno mismo y las decisiones de compra. Por eso, es clave elegir prendas que te hagan sentir bien, más allá de las tendencias.
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