Tareas de cuidado: un nuevo derecho para cerrar una deuda histórica

Alberto Fernández presentó un proyecto de ley para crear un Sistema Integral de Políticas de Cuidados, una demanda histórica del movimiento de mujeres y LGBTI.

03 de mayo, 2022 | 00.12

El presidente Alberto Fernández presentó este lunes un proyecto de ley para crear un Sistema Integral de Políticas de Cuidados, una de las principales promesas de campaña que hizo al movimiento feminista. "La iniciativa salda una deuda histórica", opinó Lucia Cirmi, Subsecretaria de Políticas de Igualdad en el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad y autora del proyecto de ley, en conversación con El Destape. 

El proyecto, que lleva el título "Cuidar en igualdad", apunta a saldar una de las demandas más urgentes de las mujeres y el colectivo LGBTI+: la desigualdad en las tareas de cuidados que no hace más que ofrecer la base para la reproducción de desigualdades económicas y laborales. Por ello el proyecto que presentó Fernández, y que fue trabajado entre el Ministerio de Mujeres y movimientos sociales, sindicales y expertas en la materia, reconoce el derecho a todas las personas a recibir y brindar cuidados así como también el derecho al autocuidado. El universo de sujetos comprendidos por el proyecto de ley alcanzaría a todas las personas que cuidan, sea de forma remunerada o no, y también a todas las que necesitan cuidados: niñas, niñes, niños y adolescentes, con prioridad hasta la edad de 5 años inclusive; personas de 60 años o más, cuando lo requieran y personas con discapacidad, cuando lo requieran. 

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En conversación con este portal, Cirmi destacó que el espíritu del proyecto es darle categoría de derecho a las tareas de cuidado y evitar que el acceso a este derecho dependa del nivel económico de las familias. "No podemos dejar que el cuidado que niños y niñas, personas mayores y con discapacidad reciben dependa del tiempo de las mujeres o del bolsillo que tenga esa mujer o de los apoyos que tenga esa mujer", explicó la autora del proyecto. 

Por eso -agregó Cirmi- el proyecto apunta a que las tareas de cuidado sean colectivas y lo hará atacando distintos frentes: por un lado, amplía las licencias parentales (para personas gestantes la licencia pasa de 90 a 126 días y para para no gestantes pasa de 2 días a 90) y esa ampliación recaerá sobre la seguridad social y no sobre los empleadores; promueve la ampliación de la oferta de servicios e infraestructura de los cuidados, obligando al Ministerio de Obras Públicas de la Nación a destinar anualmente al menos el 8.5% de su presupuesto a la ampliación de la infraestructura pública de cuidados del país; y reconoce y promueve el trabajo de cuidados remunerado, obligando al Poder Ejecutivo Nacional a crear un registro nacional de trabajadoras y trabajadores del cuidado remunerado con el fin de facilitar la instrumentación de la batería de políticas. Además, promueve la capacitación, la certificación de conocimientos, la remuneración adecuada y el reconocimiento de profesiones, tareas y oficios considerados trabajo de cuidados. 

En caso de convertirse en ley, la reforma al sistema de licencias alcanzaría a un universo de 8 millones de personas que incluye

  • 5.000.000 personas bajo la Ley de Contrato de Trabajo  
  • 450.000 personas bajo el régimen de trabajadoras de casas particulares
  • 350.000 personas bajo el régimen de trabajo agrario
  • 380.000 personas con trabajo autónomo
  • 1.500.000 de monotributistas 
  • 400.000 monotributistas sociales
  • 190.000 trabajadoras/es de la Administración Pública Nacional

"Con la reforma del sistema de licencias lo que hacemos es cubrir a mucha más gente que hoy frente a un nacimiento tiene o que usar vacaciones o quedarse sin ingresos o volver a trabajar sin haber podido pasar el tiempo necesario con el cuidado", destacó Cirmi.  

El proyecto de ley promueve así la igualdad de género porque hace visible el valor social y económico de los cuidados y los reconoce como un trabajo, ya sea que se desarrollen al interior de los hogares, en el ámbito comunitario, público o privado. Además, contribuye a superar la división sexual del trabajo, que es la idea de que existen trabajos para mujeres y otros para varones y determina desigualdades en el acceso a derechos humanos fundamentales. Hoy, esta división hace que las mujeres y LGBTI+ se desarrollen en ámbitos mal pagos o precarizados y que sean sobre quienes pesa la carga de los cuidados en mayor medida. 

Sobre este punto, Inés Pérez, docente de la Universidad de Mar del Plata e investigadora adjunta de Conicet, opinó que el sistema público de cuidados tal como está hasta ahora es insuficiente porque ofrece una distribución "desigual y que está muy marcada por la clase social" donde las sectores medios y altos tienen la posibilidad de trasladar la carga de cuidados al mercado mientras que los sectores populares no pueden tercerizar esos cuidados. "Además el sistema de cuidados suele tener cobertura para los niñes entre los 6 y 12 años pero disminuye la oferta para los niñes que no están en edad escolar". Según datos ofrecidos por el Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad 7 de cada 10 hogares que dedican horas diarias de cuidado a niñxs de hasta 14 años, son hogares pobres. Además, el 95% de los niños y niñas de entre 0 y 2 años y el 60% de los que tienen 3 no asisten a establecimientos educativos ni de cuidados, mientras que el 45% de los jardines o escuelas infantiles no cuenta con sala de 3 años, y la mitad de las mujeres con niños y niñas menores de 3 años están fuera del mercado laboral y por lo tanto, sin ingresos propios.   

Por ejemplo -repuso Pérez- durante la pandemia bajó mucho la tasa de participación de las mujeres en el mercado de trabajo y particularmente de aquellas que tenían hijos o hijas menores a 6 años. "En el caso de las mujeres que trabajan en casas particulares eso tiene que ver con el aumento en la carga de cuidado y también con la reducción de los ingresos por no poder trabajar durante la pandemia", explicó Pérez y agregó que durante los últimos dos años se perdieron más o menos 430 mil puestos de trabajo en ese sector

Los números que sustentan el proyecto

Según el módulo de uso del tiempo que se incorporó en 2013 a la Encuesta Anual de Hogares Urbanos (EAHU), el tiempo social promedio dedicado al trabajo de cuidado no remunerado es muy desigual. Las mujeres pasan 5.7 horas por día haciendo trabajo de cuidado no remunerado mientras que los varones dedican en promedio sólo 2 horas diarias (INDEC, 2014). En la pandemia, de acuerdo con el Estudio sobre el impacto de la COVID-19 en los hogares del Gran Buenos Aires realizado por INDEC, la carga de cuidado aumentó y fue absorbida sobre todo por las mujeres (65% de los casos). 

Según la Organización Internacional del Trabajo, los países que más invierten en políticas de cuidado alcanzan tasas de empleo femeninas mayores al 70%, generando resultados positivos en términos económicos.

En relación a las licencias por paternidad en 2021 Unicef publicó un estudio que ubicó a la Argentina dentro de las naciones con peores licencias de paternidad. Allí aparecen también Belice, Bolivia, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Jamaica, Panamá y República Dominicana -todos ellos, brindando menos de cinco días-. Brasil y Chile cuentan con cinco días remunerados; Colombia, con ocho también pagos; Ecuador y Perú, 10 días; mientras que los más destacados en América Latina y el Caribe son Uruguay, Venezuela y Paraguay, todos con dos semanas con goce de sueldo. En caso de aprobarse el proyecto del oficialismo, Argentina se ubicaría a la vanguardia en Latinoamérica no solo en lo que hace a licencias de paternidad por nacimiento y adopción sino también por extender este derecho a monotributistas autónomos y personas no gestantes

Otros puntos clave del proyecto

  • Promueve la adaptación las jornadas laborales a las necesidades de cuidado en el sector público y privado. A través del impulso de políticas de conciliación que permitan adaptar las jornadas a las responsabilidades de cuidado de los trabajadores y trabajadoras, de la promoción de espacios para la lactancia y espacios de cuidado para niños y niñas en los lugares de trabajo. 
  • Reconoce y busca fortalecer el trabajo de cuidados en el ámbito comunitario, obligando al Poder Ejecutivo Nacional a crear un registro de espacios comunitarios de cuidado y promoviendo la remuneración de quienes se desempeñan en el trabajo comunitario y la ampliación de la oferta de formación.
  • Crea una licencia de 2 a 6 días para cuidar o acompañar al cónyuge o conviviente que realiza técnicas de reproducción médicamente asistida y la extiende de 3 a 10 días en el caso que tuviesen hijos/as menores de edad a cargo.
  • Incorpora extensiones de las licencias para hijos e hijas con discapacidad, ante nacimientos o adopciones múltiples, nacimientos prematuros o con enfermedades crónicas Si se tratara de nacimientos o adopciones múltiples, la licencia se extenderá por el plazo de 30 días por cada hijo o hija a partir del segundo. En los supuestos de nacimiento prematuro la licencia se extenderá por el plazo de 30 días. En caso de nacimiento o adopción de hijo o hija con discapacidad o con enfermedad crónica, la licencia se extenderá por el plazo de 180 días. 
  • Reconoce el derecho a cuidar a monotributistas, monotributistas sociales y autónomos A través de la creación de una asignación para personas gestantes, personas no gestantes y por adopción. El monto de la asignación consistirá en el pago mensual del Salario Mínimo Vital y Móvil.