Lectura de iris y cierre de locales: Worldcoin revela el detrás de escena de su empresa, que ya escaneó a medio millón de argentinos

El Destape dialogó con Martín Mazza, gerente regional de Latinoamérica de Tools for Humanity, empresa que desarrolla Worldcoin, la compañía que escanea el iris de forma masiva en shoppings y estaciones de subtes. Qué pasa con el uso de datos, cuáles son las restricciones y qué sucedió en los locales que cerraron.

14 de mayo, 2024 | 00.05

Dos locales comerciales, ubicados en La Plata, vinculados a la empresa Worldcoin tuvieron que cerrar sus puertas. Su clausura fue decisión de la Subsecretaría de Desarrollo Comercial y Promoción de Inversiones del Ministerio de Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica bonaerense tras exigir explicaciones sobre el uso de tecnologías para escanear el iris y la recolección masiva de datos biométricos. Según la versión oficial, se detectaron incumplimientos e infracciones a la normativa local.

Las regulaciones se hacen notar en medio de investigaciones judiciales que buscan determinar la legalidad de este negocio. Esta compañía creada por Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI, la empresa que desarrolló el ChatGPT, contabilizó hasta finales de enero del corriente año más de medio millón de argentinos con su identidad verificada en la World App y más de cinco millones de personas descargaron la aplicación de esta criptomoneda.

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Su popularidad aumenta pero no así la claridad en los objetivos detrás de los escaneos masivos de iris de miles de argentinos y argentinas a cambio de criptomonedas. "Los datos no se van a monetizar nunca", explica Martín Mazza, gerente regional de Latinoamérica de Tools for Humanity, empresa que desarrolla Worldcoin, sobre las verdaderas intenciones de la organización en la recolección de datos biométricos. 

Es que la falta de detalles sobre cómo se almacenan y resguardan los datos privados de tantas personas provoca que el Poder Judicial no pueda detectar si la empresa respeta o no la legislación nacional.

Desde enero de este año, la Agencia de Acceso a la Información avanza en una investigación contra Worldcoin para verificar si su actividad viola la Ley 25.326 de Protección de Datos Personales. Para esto, la Agencia le solicitó a la compañía que aportara información que permitiera evaluar este aspecto.

“Celebramos las preguntas de la Agencia, que los reguladores hagan su trabajo e investiguen, hagan las preguntas. Nuestra filosofía es ser muy abiertos, muy proactivos en ese sentido, y juntarnos con quien haga falta, abrir todas las partes del proyecto, atender cualquier tipo de pregunta”, explicitó Mazza al respecto y aseguró que Worldcoin no solo cumple con la mencionada ley de Argentina, sino que también cumpliría con el régimen de protección de datos de la Unión Europea “que es uno de los estándares más altos en materia de privacidad de datos a nivel mundial”.

Sin dudas, estos avances tecnológicos ponen en jaque las legislaciones nacionales y genera incertidumbre que la empresa no cuente con sucursales o personería jurídica en la Argentina. Es que incluso expertos en blockchain y tecnología aseguran no comprender por completo las explicaciones de la compañía, especialmente porque, según aseveran, habría información que no comparten.

“Lo que propone Worldcoin es una nueva plataforma con nueva tecnología que implica blockchain. Pero hay que educar mucho en ese sentido. Hay una narrativa distorsionada de nuestros objetivos por falta de información en general”, señaló Mazza, quien se dispuso a dar la versión oficial de la empresa en cada punto de inquietud. 

Los objetivos de Worldcoin

“La misión de nuestro proyecto es construir la red de humanos verificados más grande del mundo. ¿Para qué? Para mejorar la confianza en Internet y dar acceso a la economía digital y economía global”, resumió Martín Mazza, y aclaró que por “el advenimiento de la inteligencia artificial”, cada vez es más difícil identificar si alguien en Internet está interactuando con un humano o con un "bot". 

Es que Worldcoin promete crear un documento de identidad digital inquebrantable y universal que garantice la identificación de cada persona del mundo con el fin de diferenciarlos de los robots y habilitarles una verdadera inclusión financiera y digital, llamada World ID.

Por eso, aseguró que Worldcoin tiene como objetivo dar a luz “un nuevo paradigma de Internet” que regenere la confianza en ese aspecto a través de la construcción de una infraestructura en la que las personas sólo interactúen con personas. 

“Una de las cosas que se planteó como origen del proyecto es distribuir una nueva criptomoneda a tantas personas como sea posible, y hacer de esto un vehículo para generar inclusión digital y financiera preservando la privacidad de los usuarios. El Worldcoin, como criptomoneda, sirve para dar ese acceso financiero. Esto es algo que hoy blockchain y estas nuevas tecnologías hacen posible”, expuso el gerente regional. Y completó: “La forma de asegurarse de que esto se haga sin fraude es haciendo una prueba de humanidad. Pensamos que esto va a cambiar a futuro y va a ser muy importante. Vamos a ser más conscientes con quién y cómo interactuamos en internet, y la información que estamos brindando en línea”.

Nuevos cuestionamientos

Lo novedoso de estas nuevas tecnologías producen cuestionamientos no sólo desde lo legal, sino también desde el plano médico. El Consejo Argentino de Oftalmología (CAO), entidad madre que reúne a todas las sociedades y cátedras oftalmológicas del país y mantiene un estrecho contacto con la comunidad oftalmológica médica y oftalmológica a nacional e internacional, comunicó su preocupación respecto al escaneo de iris sin respaldo académico por parte del CAO.

“Es importante destacar que esta práctica no está justificada por causas médicas legítimas o respaldadas o en el contexto de estudios científicos que hayan sido evaluados y aprobados por el CAO”, emitieron desde un comunicado, en el que también aseguraron estar en contacto con el Ministerio de Salud de la Nación para investigar la legislación vigente al respecto y garantizar la protección de las y los ciudadanos. “Además, estamos buscando establecer contacto con estas entidades responsables que realizan el procedimiento del ‘escaneo de iris’ con el fin de aclarar su base académica y científica”, agregaron.

Privacidad de datos personales 

Qué hace Worldcoin con tantos datos biométricos es la incógnita que recorre al mundo y que incentivó a países como Portugal, España, Kenia, Francia e India a prohibir su actividad y a otros ocho países a investigar la legalidad de la obtención masiva de esta información de sus ciudadanos y ciudadanas. El conflicto legal se acentúa con el escaneo de datos biométricos de menores de edad

A pesar de que los “Términos y Condiciones” de la World App indica que para poder descargarla se debe tener más de 18 años, móviles televisivos y medios de comunicación muestran a adolescentes haciendo largas filas en los 250 puestos de Worldcoin instalados en nuestro país. Allí, esperan escanearse el iris, felices con sus nuevos dólares por sólo poner su rostro frente a una bola metálica, llamada Orb, que valida su identidad a través de datos biométricos en pocos segundos.

Desde la empresa remarcan que el mencionado sistema sólo “toma una fotografía de las personas para validar que son únicas” y señalan que una vez que se obtiene la imagen en alta resolución del iris, se elimina, pero se construye un código anónimo alfanumérico de identificación que demuestra que el individuo es un ser humano único. Y es esta World ID que les permite acceder a la moneda digital mediante la aplicación World App.

El código queda almacenado en una base de datos de la Fundación Worldcoin. Según dijeron, el objetivo es que estos datos queden descentralizados próximamente en una blockchain para que sea de acceso público. Y esto es precisamente lo que el ingeniero Martín Olivera, subsecretario de Formación Profesional Asociación Gremial de Computación, le marcó también a este medio: “El código abierto significa que hay transparencia en la construcción de herramientas que puedan ser mejoradas y ampliadas, como hacen Android o Linux. Por eso, en este caso sería saludable que haya voluntad de que muestren el código del dispositivo, ya que esto permitiría corroborar si guardan la información personal que obtienen o si es real que simplemente evalúan el iris y generan un código a partir de eso”. 

Según analizó el experto en tecnologías, “no está claro con qué objetivo se hace todo esto” y que la empresa se mueve “en un espacio demasiado gris para la realidad legal del mundo digital de hoy”. 

Sin embargo, el representante de Worldcoin le respondió a El Destape sobre este aspecto: “Esto lo hacemos, justamente, para poder preservar la identidad de los usuarios sin lugar a que vulneren su privacidad. Yo entiendo que, como toda tecnología nueva, se disparan muchísimas preguntas. Pero en mi caso, yo hago un escaneo de iris y de mi cara todos los días para acceder a este dispositivo (iPhone). Y estoy ahora haciendo un escaneo con vos, con esta cámara, con la información que se está almacenando ahora en la nube”, indicó Mazza durante la entrevista vía Zoom. 

El Ministerio de Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica de la provincia de Buenos Aires imputó a Worldcoin, tras una investigación impulsada por la Dirección Provincial de Defensa de los Derechos de los Consumidores, en la que fue detectada la inclusión de cláusulas consideradas abusivas en los contratos de adhesión que obligatoriamente deben firmar los usuarios. De ser comprobada la acusación, deberán abonar una multa por $1.000 millones de pesos por la presunta infracción a la Ley Nacional de Defensa del Consumidor. 

Desde la Justicia alegan que existe por parte de la empresa una malintencionada falta de claridad en sus Términos y Condiciones, y explicaciones sobre el destino incierto de los datos recopilados. Además, señala que otras cláusulas de “suscripción” violan el Código Civil y Comercial de la Argentina al imponer a las y los usuarios la renuncia de realizar reclamos colectivos y a someterse a leyes extranjeras y al procedimiento de arbitraje en California, Estados Unidos, ante eventuales disputas judiciales.

Ante esta imputación, la empresa respondió: “Worldcoin cumple con los más altos estándares que rigen el procesamiento de datos personales a nivel mundial. El proyecto y sus colaboradores dan la bienvenida y priorizan la oportunidad de interactuar con organismos gubernamentales, reguladores y terceros para responder cualquier pregunta que puedan tener". Asimismo, la empresa asegura estar respondiendo en "tiempo, forma y fondo" a todas las solicitudes de la Provincia buscando ser transparente sobre sus prácticas. 

Monetización de datos 

Se genera la sensación de que Worldcoind te paga por la información que se aporta o algo así, cosa que es totalmente errónea e incorrecta. La parte del token es una forma de que la gente tenga acceso a la economía digital. Y una vez que verifica su identidad puede optar por recibir esta nueva criptomoneda o no”, explicó Mazza y completó: “Es otro paradigma, nadie te paga, no hay dinero, lo que hay es una criptomoneda. La gente puede optar por cambiarla, almacenarla, enviársela a alguien, y ahí está lo bueno de la parte del acceso financiero y el impacto que esto tiene en las distintas comunidades”. 

En respuesta a esta idea, el ingeniero Olivera argumentó que “aunque la forma de identificación unívoca del iris que proponen funcionara, la disponibilidad de esa información que tiene una empresa puede ser vendida a otras empresas o gobiernos. Si el manejo de esta información no está bien claro y regulado por las organizaciones de defensa o seguridad, podría utilizarse para suplir identidades y generar problemáticas de identidad”.

Más aún, Martín Mazza fue contundente: “Los datos no se van a monetizar nunca”.

De la cantidad de criptomonedas disponibles, el entrevistado comentó que “el 75% de todas las criptomonedas que van a existir está destinado a los usuarios que se van sumando, un 5% a la Fundación y el resto va a inversores que han invertido más de $200 millones de dólares para hacer que este proyecto sea robusto en lo que es privacidad y seguridad”. 

Desde la empresa son concluyentes: “Worldcoin Foundation y su colaborador Tools for Humanity nunca han vendido, no venden ni venderán ningún dato personal, incluidos los biométricos”.

Ciberseguridad

Aún, si se cree que Worldcoin no comercializara datos personales con terceros, se abre otra interrogante de la que las y los expertos consultados se muestran inseguros: ¿Qué tan resguardados se encuentran nuestros datos de la ciberdelincuencia?

Según explicó Mazza, los datos personales que quedan registrados son casi nulos, por lo que hay menos información con peligro de ser “robada” o incluso “vendida”: “Una vez verificada la identidad con el sistema orb, la imagen del iris se elimina. Lo único que queda almacenado y al que tiene acceso la Fundación es este código alfanumérico de iris. Worldcoin no te va a pedir nunca tu número de documento, tu sexo, dirección, correo electrónico, fecha de nacimiento, grupo sanguíneo, absolutamente nada”.

“A diferencia de este dispositivo (iPhone) que saca una imagen de mi rostro y tiene un sistema que valida de una persona a la vez, el sistema de Worldcoin está pensado para validar a cientos de millones de personas, por eso se usa la biometría”, transmitió, al tiempo que aclaró que fue descartada la posibilidad de usar la huella dactilar como forma de identificación ya que es más “falsificable”. “Yo puedo hacerme un corte en el dedo y mañana soy otra persona. Pensamos que el iris es la forma de hacer que esto escale a cientos de millones de usuarios, sin irnos a temas como ADN. Además, las blockchains también le dan una capa de seguridad y transparencia adicional”. 

Al mismo tiempo, el gerente confirmó que están trabajando con sistemas de código abierto, para que “cualquier persona que entiende de programación y código pueda ir y chequear o auditar lo que está pasando”.

Transparencia 

Consultado sobre si tienen constancia de que las y los usuarios de la World App conocen a qué están accediendo al permitir el escaneo de su iris, el entrevistado respondió: “La app es muy transparente. Los usuarios no pueden verificarse sin antes acceder a los Términos y Condiciones, donde se dice muy claramente que 'el orbe te va a tomar una imagen de tu rostro y el iris, para generar una prueba de humanidad, que se llama Código de Iris'".

“Por eso también tenemos operadores en terreno entrenados para informar a los usuarios, responder sus preguntas y poner a disposición material, cartelería”, cerró Mazza. 

La tecnología desde hace muchos años avanza más rápido que los análisis, las regulaciones y las observaciones del sector. En este caso, es el vivo ejemplo del "se verá después", ya que en líneas generales esta es una de las tantas plataformas que demanda datos personales y que generó, principalmente, este ruido en el intercambio del dinero por nuestro iris. Es que, tal como señala el Sindicato de Informáticos, "si el servicio es gratis, el producto sos vos". 

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