El Banco Central de la República Argentina (BCRA) anunció la extensión del plazo para canjear dólares dañados, rotos o manchados, incluyendo los billetes conocidos como "cara chica". Estos billetes, emitidos en 1997, presentan un diseño clásico y son más pequeños que las versiones más recientes.
Dólar cara chica: ¿por qué los rechazan en el mercado informal?
Aunque todos los billetes emitidos por la Reserva Federal de los Estados Unidos mantienen su validez como curso legal, en Argentina suelen ser diferenciados en el mercado informal, donde se aceptan con un valor reducido.
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Si bien en los Estados Unidos no enfrentan restricciones, en el mercado cambiario argentino estas ediciones pueden ser recibidas a un valor hasta un 4% menor que los billetes más nuevos, conocidos como "cara grande".
En el mercado informal, los billetes "cara chica" suelen ser aceptados a un valor menor por diversos motivos:
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Medidas de seguridad: Se argumenta que los billetes más antiguos carecen de algunas de las medidas de seguridad avanzadas que poseen las ediciones más recientes emitidas por los Estados Unidos.
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Facilidad de transporte: Los billetes de menor denominación son menos prácticos para movilizar grandes sumas de dinero, ya que requieren mayor volumen físico en comparación con billetes de mayor valor nominal.
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Percepción de vigencia: Existe la creencia de que la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) podría retirar de circulación los billetes "cara chica" debido a su antigüedad. No obstante, la FED ha aclarado que incluso los billetes emitidos en 1914 siguen siendo válidos y pueden utilizarse en cualquier transacción.
Inicialmente, el Banco Central había establecido el 31 de diciembre como fecha límite para el canje de dólares deteriorados, rotos o manchados, según lo dispuesto en la Comunicación A 8079. Sin embargo, recientemente se decidió extender este plazo hasta el 31 de marzo, otorgando más tiempo y alineándose con la prórroga del proceso de blanqueo implementado por el Gobierno.
Los pasos a seguir
El mecanismo que estará abierto para los ahorristas hasta el 31 de marzo próximo requerirá, primero, una consulta al banco del que se sea cliente para cerciorarse de que se adhirió al mecanismo. En caso de que no, los bancos públicos más grandes tenderán a formar parte del proceso, así que son un buen reemplazo en caso de una negativa. El segundo paso es, apenas, depositarlos por ventanilla.
Los billetes no sufrirán mayor escrutinio que el de chequear que no sean falsos y, en caso de que estén dañados, si alcanzan el nivel de integridad que exige la Reserva Federal de los Estados Unidos para reemplazarlos (típicamente, no se puede depositar el 40% de un billete roto, por dar un ejemplo). Superado eso, el depósito se concreta.
Tercero, se tendrá la opción de dejarlos depositados en el sistema bancario o de retirarlos. Claro que cada banco fijará plazos y formas para esto último.
Un cuarto paso, específico para quienes no tengan declarados los dólares cara chica que buscan depositar, era blanquear ese dinero. Lógicamente, la opción de cambiar billetes viejos estará abierta para todos, pero depositar dinero no declarado en un banco requerirá siempre declararlo.
Gracias a esta medida, las entidades financieras podrán enviar billetes "cara chica" o en mal estado a los Estados Unidos para su canje, recibiendo a cambio nuevos billetes en óptimas condiciones. Los bancos deberían aceptar cualquier tipo de dólar siempre que el billete no presente un deterioro superior al 50%. Sin embargo, no están obligados a reemplazar los billetes "cara chica" por las versiones más modernas.