En Estados Unidos, es común que la mayoría de las viviendas, especialmente en zonas suburbanas y rurales, estén construidas principalmente con madera. Este tipo de construcción puede resultar curioso para personas de otros países donde se utilizan materiales como el ladrillo o el hormigón.
Sin embargo, esta elección no es casual y responde a varios factores históricos, económicos y prácticos. A continuación, exploramos las razones detrás de esta preferencia.
Una de las principales razones por las que las casas en Estados Unidos son de madera es la abundancia de bosques en el país. Desde los primeros asentamientos, los colonos europeos encontraron vastas áreas cubiertas de árboles, lo que les proporcionó un recurso natural fácil de obtener y procesar.
En el siglo XIX, durante la expansión hacia el oeste, la construcción de viviendas de madera se convirtió en la opción más práctica y económica. La madera estaba disponible localmente y no requería tecnologías avanzadas para su procesamiento, a diferencia de otros materiales como el ladrillo o la piedra.
Economía y rapidez en la construcción: el deseo de abaratar costos
Construir con madera es generalmente más económico que utilizar materiales como el hormigón o el ladrillo. La madera es más ligera, lo que facilita su transporte y reduce los costos asociados. Además, permite una construcción más rápida, algo fundamental en un país donde el crecimiento poblacional y la demanda de viviendas siempre han sido altos.
En Estados Unidos, se utilizan ampliamente técnicas como el balloon frame y el platform frame, que permiten ensamblar rápidamente las estructuras de madera. Esto reduce significativamente el tiempo de construcción, lo que resulta en menores costos laborales.
La flexibilidad y resistencia ante desastres naturales
Aunque pueda parecer contradictorio, las casas de madera ofrecen cierta ventaja frente a desastres naturales, dependiendo del tipo de evento. En zonas propensas a terremotos, como California, las estructuras de madera son más flexibles y capaces de absorber las vibraciones, lo que reduce el riesgo de colapso.
En el caso de tornados o huracanes, si bien las casas de madera pueden sufrir daños, su reparación suele ser más sencilla y económica en comparación con las construcciones de concreto o ladrillo.
Eficiencia energética y sostenibilidad
La madera es un excelente aislante térmico, lo que ayuda a mantener la temperatura interior de la vivienda más estable. Esto contribuye a la eficiencia energética y al ahorro en costos de calefacción y refrigeración. Además, con una gestión forestal sostenible, la madera puede ser un recurso renovable, reduciendo el impacto ambiental.
¿Cambiará este modelo en el futuro?
A pesar de las ventajas, algunos expertos señalan que el cambio climático y la escasez de ciertos tipos de madera podrían llevar a un mayor uso de materiales alternativos en el futuro. Sin embargo, por ahora, la madera sigue siendo el material preferido para la construcción de viviendas en Estados Unidos, gracias a su accesibilidad, economía y adaptabilidad.