A la hora de elegir un aire acondicionado, no solo se trata de encontrar el modelo que enfríe (o caliente) mejor el ambiente. Hoy más que nunca, con las tarifas de electricidad en aumento y los subsidios recortados, el consumo energético es un factor clave. Aunque todos los aires acondicionados pueden parecer similares a simple vista, hay un detalle crucial que puede ayudarte a reducir tus facturas de electricidad a la mitad.
Al elegir un aire acondicionado, el primer factor a tener en cuenta es la eficiencia energética. Los aires acondicionados son conocidos por su alto consumo de electricidad, especialmente durante los meses de verano. Por eso, elegir un modelo eficiente puede marcar la diferencia en tu factura de luz, que en los últimos años ha subido considerablemente debido a la quita de subsidios.
La etiqueta energética es tu mejor aliada a la hora de comparar modelos. En Argentina, todos los aires acondicionados deben tener esta etiqueta, que indica el nivel de eficiencia energética del equipo, clasificado con letras de la A a la G, siendo la A la más eficiente y la G la menos eficiente. Dentro de la clase A, encontrás modelos más eficientes que otros, y aquí es donde hay una gran diferencia.
A partir de 2019, los aires acondicionados comenzaron a ser clasificados no solo con la letra A, sino también con un sistema de “plus”: A+, A++ y A+++. Estos modelos, aunque suelen ser un poco más caros, ofrecen ahorros de hasta un 50% en el consumo energético en comparación con modelos de clase A.
¿Cómo impacta la eficiencia energética en el consumo?
Para entender mejor cuánto podés ahorrar, repasemos algunos números. Un estudio realizado por el Instituto Argentino de Normalización y Certificación (IRAM) demostró que, a igualdad de capacidad de refrigeración, la diferencia de consumo anual entre un aire acondicionado de clase A y uno A++ puede ser de hasta un 54%.
Por ejemplo, un aire acondicionado de clase A, que tiene un consumo anual de 415 kWh, se compara con un modelo A++ que solo consume 190 kWh. Esto representa una reducción en el consumo eléctrico de más de la mitad, lo que se traduce en un ahorro significativo en tu factura de luz durante todo el año.
Tecnología Inverter: la clave para el ahorro a largo plazo
Otro detalle importante que podés encontrar en los modelos más eficientes es la tecnología Inverter. Los aires acondicionados con Inverter ajustan automáticamente la velocidad del compresor según la temperatura deseada. Esto no solo hace que el equipo consuma menos energía, sino que también reduce el ruido y mejora la durabilidad del aparato.
En comparación con los modelos tradicionales on-off, los aires Inverter pueden ahorrar hasta un 40% más de energía. Si bien estos modelos suelen tener un precio inicial más alto, el ahorro a largo plazo puede justificar la inversión, ya que el consumo de electricidad se ve notablemente reducido.
Otros factores clave al elegir un aire acondicionado
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Tipo de equipo: Split o portátil
Los aires Split son los más eficientes y silenciosos, ideales para habitaciones grandes. Requieren instalación profesional, pero su rendimiento y durabilidad lo valen. Por otro lado, los aires portátiles son más económicos y no requieren instalación, pero son menos eficientes y suelen generar más ruido. -
Potencia adecuada para el ambiente
Es fundamental elegir un aire acondicionado con la potencia adecuada para el tamaño de la habitación que querés climatizar. Si elegís un modelo demasiado potente, no solo estarías gastando de más, sino que podrías acabar con un ambiente demasiado frío o caliente. Para calcular la potencia, podés fijarte en las frigorías o consultar a un profesional para hacer el cálculo correcto. -
Eficiencia en modo calor
Si planeás usar el aire acondicionado también para calefacción, asegurate de verificar la eficiencia en modo calor. Muchos modelos de aire acondicionado funcionan bien en modo frío, pero no todos tienen la misma eficiencia en calefacción. Por eso, revisá que la etiqueta también marque un buen nivel de eficiencia en ese modo.