Desde hace varios meses, Santa Fe vive bajo un clima de violencia exacerbado. Con el foco puesto en la ciudad de Rosario en la lucha contra la inseguridad y el narcotráfico, un dato contundente demuestra la triste realidad que atraviesa la provincia: cada día, entre cuatro y cinco personas quedan tras las rejas.
El flujo de internos e internas entre el adentro y el afuera es lento. Así lo visibilizó la secretaria de Asuntos Penitenciarios, Lucía Masneri, quien explicó los promedios que alimentan la superpoblación carcelaria: “Cada mes se externan unos 100 presos por cumplimiento de pena y entran unos 900 nuevos presos”, detalló en diálogo con Radiópolis (Radio 2).
Para Masneri, “el número siempre va para arriba” cuando se habla de personas que ingresan en el sistema carcelario. Los casos delictivos agigantan la ola de agresividad que se percibe en las calles: el gobernador Maximiliano Pullaro y el intendente rosarino, Pablo Javkin, recibieron reiteradas amenazas a través de carteles intimidatorios pegados en las calles y peatonales de la ciudad.
En ese sentido, diversos rubros decidieron tomar medidas al respecto. Algunos supermercados decidieron cerrar sus puertas más temprano como estrategia preventiva. Situación similar ocurrió con el servicio de taxis y estaciones de servicio, que tomaron la decisión de finalizar sus jornadas antes, debido a que los crímenes suelen ocurrir por la noche.
Violencia: construirán una megacárcel en Piñero para combatir la inseguridad
La cantidad excesiva de presos alojados en penales provinciales se mostró como la oportunidad ideal para la construcción del Centro Reclusorio para Internos de Alto Perfil, cuatro minipenales de 288 celdas con capacidad para 1.152 reclusos en Piñero.
De esta manera, Masneri detalló que “hoy hay 550 reclusos de alto perfil y la expectativa con esta obra es resolver la situación. Hemos contemplado el crecimiento de acá hasta la inauguración, pero entendemos que lo más importante es dejar espacio suficiente para llegar a tres mil”.
La megacárcel, que se inauguraría en dos años, obedece a uno de los objetivos de la gestión de Pullaro, de acuerdo a lo expuesto por la secretaria: descomprimir de detenidos las comisarías en las que se alojan actualmente 1.700 personas. “El objetivo es dejar preso cero en comisarías”, remarcó y agregó que es necesario "recuperar la operatividad (policial) en la calle”.
La funcionaria recordó el intento de fuga mediante un helicóptero del capo narco rosarino Esteban Alvarado, quien permanece alojado en la cárcel de Ezeiza tras haber sido condenado a prisión perpetua por liderar desde la cárcel una asociación ilícita que, entre el 2012 y 2018, se dedicó a cometer homicidios, amenazas, extorsiones y balaceras. “Siempre la amenaza es mayor”, subrayó Masneri y consideró que “hay que estar detrás de la amenaza criminal”.
Sin embargo, confió que el tránsito por el universo carcelario es positivo para algunas personas. “La cárcel puede transformar, hay tipos de delincuentes que pueden recuperarse, y ese es uno de nuestros objetivos, no solo lo dicen las leyes y la Constitución sino es nuestra gestión política actual”, afirmó la secretaria de Asuntos Penitenciarios.
Además, aseguró que "hay muchos presos que forman parte del programa Reintegrar que van a trabajar a las unidades penitenciarias. Hay un grupo que todavía puede reintegrarse y que puede aprovechar lo que le da el Estado”.