Simón Bolívar, una figura clave en la historia de América del Sur, ha dejado un legado indeleble como uno de los principales líderes de la lucha por la independencia de las colonias españolas. Nació en Caracas en 1783 y tuvo la oportunidad de relacionarse con destacadas figuras políticas europeas, como Napoleón Bonaparte, durante su estancia en Europa. En el aniversario de su nacimiento, te contamos quién fue, su carrera libertadora, su postura política y su acercamiento al General San Martín.
Su lucha libertadora
Influido por los principios de la Revolución Francesa, Bolívar regresó a su tierra natal con un objetivo claro: liberar a América del Sur del dominio español. Aunque carecía de formación militar, sus ideas de emancipación ganaron popularidad rápidamente y se convirtió en el líder de una revolución en 1810.
A medida que crecían las tensiones entre España y la Francia de Napoleón, las colonias españolas se encontraban cada vez más desatendidas por el rey. Bolívar aprovechó esta oportunidad para unirse a la revolución en Venezuela en 1810, pero una expedición fallida lo obligó a abandonar temporalmente su país.
En 1819, Bolívar elaboró una constitución para la República de Colombia, que incluía a las actuales Venezuela, Ecuador, Colombia y Panamá. De esta forma, Bolívar comenzó a visualizar la formación de una confederación de naciones sudamericanas, inspirada en el modelo de gobierno de los Estados Unidos.
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Tras varios intentos, finalmente logró la independencia de Venezuela en 1821 después de la famosa batalla de Carabobo. Entre 1824 y 1825, Bolívar consolidó la liberación de Perú y Bolivia, sumándose a su participación en la independencia de Ecuador en 1822.
Su relación con San Martín
En el siglo XIX, América del Sur se vio sacudida por movimientos independentistas que buscaban liberar a las colonias del dominio español. Dos figuras clave en este proceso fueron José de San Martín y Simón Bolívar, líderes destacados que jugaron roles fundamentales en la independencia de varios países sudamericanos. Sin embargo, cada uno de ellos adoptó estrategias diferentes para lograr este objetivo, lo que finalmente los llevó a un encuentro decisivo en Guayaquil en 1822.
La estrategia de San Martín en el Perú fue cautelosa y se centró en obtener el apoyo de los criollos peruanos para asegurar la declaración de independencia. San Martín comprendía las desventajas de liderar un ejército invasor en un territorio ocupado y enfrentarse a la superioridad del ejército realista español. Para reducir estas desventajas, San Martín buscó la colaboración de la élite peruana, convenciéndolos de que su apoyo era esencial para alcanzar la independencia.
En este contexto, San Martín se encontró con Simón Bolívar en Guayaquil los días 26 y 27 de julio de 1822. Buscaba obtener el refuerzo militar de Bolívar para derrotar definitivamente a los realistas y asegurar un gobierno peruano estable bajo una monarquía. Por su parte, Bolívar quería reafirmar la incorporación de Guayaquil a Colombia y avanzar hacia la creación de repúblicas fuertes en América del Sur.
El resultado del encuentro fue menos ambicioso de lo esperado para ambos líderes. San Martín aceptó favorecer una definición en el campo militar y desarmar definitivamente a los realistas, pero solo Bolívar podía llevarlo a cabo sin demoras. San Martín renunció al cargo de Protector del Perú y se retiró a Chile. Por otro lado, Bolívar no pudo lograr su sueño de una "patria grande" unificada, ya que caería víctima de ambiciones y limitaciones territoriales.