En 2021, el presupuesto para programas destinados a la inversión en tecnología educativa fue el más alto de los últimos siete años: representó el 3,6% del presupuesto total del Ministerio de Educación de la Nación. Así lo revela el último informe de “Argentinos por la educación” titulado “¿Cómo fue la inversión nacional en tecnología educativa a través del tiempo?”.
Si bien la cifra que corresponde al 2021 es la más alta de los últimos siete años -y supera ampliamente la inversión de 2020 (0,8%)-, aún está por debajo de los niveles récord de 2011 (12,9%), que coinciden con el lanzamiento del programa Conectar Igualdad.
“Invertir o sostener una política pública vinculada con la inclusión de tecnologías en los sistemas educativos es un desafío irrenunciable”, sostiene Teresa Lugo, directora del Centro de Políticas Públicas en Educación, Comunicación y Tecnologías de la Universidad Nacional de Quilmes, en conversación con El Destape. Las palabras de Lugo apuntan directo al desempeño de la gestión de Cambiemos en materia de educación; si el pico de inversión en incorporación de TIC al sistema educativo fue en 2011, el piso fue durante el período 2016-2019 cuando cayó por debajo del 3%, según revela el citado informe.
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Los principales programas nacionales que apuntan a la inversión en educación digital y que fueron diseñados con el objetivo de reducir las brechas digitales son el Programa Conectar Igualdad, el Plan Nacional Integral de Educación Digital y el Plan Federal Juana Manso. En diálogo con este portal la consultora en política y tecnología y directora de Salto Agencia, Natalia Zuazo, destaca al Programa Conectar Igualdad “como uno de los mejores planes tecnológicos que tuvo la Argentina” y agrega que “no solo implicó la compra de equipo educativo en términos de hardware -que es muy importante porque eso te da el acceso- sino que después se invirtió en el acceso a través del Plan de Inclusión Educativa”. Es decir, a medida que se iba cumpliendo con el plan “1 a 1” (un chico/a una computadora) se desplegaba toda una trama en relación a los contenidos educativos y a la federalización en el acceso.
Sin embargo, los avances que se habían alcanzado en la última gestión de Cristina Kirchner se vieron duramente afectados con la asunción de Mauricio Macri. En lo que hace a educación digital, el Programa Conectar Igualdad fue reemplazado por Aprender Conectados que, entre otros aspectos, cambió la lógica del “1 a 1” de manera que discontinuó la entrega de notebooks y además redirigió las inversiones a equipar establecimientos educativos con aulas digitales móviles y laboratorios de programación y robótica. Además, durante los cuatro años de Cambiemos la inversión del Estado Nacional en la cartera de educación registró una caída de más de 1,3 puntos del PBI. “En el gobierno de Macri se tercerizó la política educativa a corporaciones tecnológicas, sobre todo a Microsoft”, agregó Zuazo.
La diputada nacional por la Ciudad de Buenos Aires, Mara Brawer, también opinó sobre el tema en conversación con este portal y consideró que el período macrista fue de “interrupción y retroceso” en materia de política educativa. “Sabemos que el macrismo en Educación 2015-2019 achicó el presupuesto y cambió las metas educativas: desfinanciamiento de políticas socioeducativas, interrupción del Conectar Igualdad que privó del acceso a la tecnología a los alumnos, no amplió la cobertura escolar para los chicos de 4 y 5 años porque no construyó los 3000 jardines que prometió”, subrayó la diputada y agregó que no continuar con el Programa Conectar Igualdad hizo que la pandemia profundizara la brecha digital preexistente. Porque no solo muchos estudiantes habían dejado de recibir computadoras sino porque a esa situación se sumó la desigualdad en el acceso a los servicios de internet.
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Frente a las deficiencias en materia educativa -tanto en conexión como en la necesidad de contar con computadoras- que ilustró la pandemia, Lugo remarca la importancia de tener una política educativa vinculada a la inclusión de tecnologías que se sostenga en el tiempo. “Tenemos que pensar los bienes tecnológicos como bienes públicos. Esto implica entender a internet como un derecho que tiene que ver con la democratización del conocimiento y con la inclusión”, opinó y señaló dos de las discusiones que atraviesan el universo educativo: por un lado, la educación digital vinculada a los desafíos socio productivos y, por el otro, la inclusión de saber digitales en la enseñanza escolar.
Desde 2019 la política educativa apuntó a retomar la impronta que había tenido la gestión kirchnerista y en ese sentido en 2020 Alberto Fernández lanzó el Plan Juana Manso -que buscó recuperar la lógica de distribución de un dispositivo por alumno- y ya en enero de este año el Gobierno lanzó la vuelta del programa Conectar Igualdad.