El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) alertó a todos los países del mundo por la cantidad de muertes infantiles que se registran actualmente y que pueden evitarse a causa de la desnutrición aguda grave. "El mundo se está convirtiendo rápidamente en un polvorín de muertes infantiles evitables", sostuvieron.
Este martes, Catherine Russell, director ejecutiva del organismo en diálogo con la agencia Europa Press, explicó: "Incluso antes de que la guerra en Ucrania pusiera a prueba la seguridad alimentaria en todo el mundo, los conflictos, las crisis climáticas y la COVID-19 ya estaban causando estragos en la capacidad de las familias para alimentar a sus hijos". La desnutrición aguda grave causa una de cada cinco muertes en menores de cinco años en todo el planeta.
UNICEF dio a conocer un informe llamado "La desnutrición aguda grave: la emergencia olvidada de la supervivencia infantil" donde también destacó que la finanaciación internacional y el aumento de los costos de los tratamientos está amenazada. Al menos 10 millones de niños, de los 13,6 millones con desnutrición, carecen de acceso al tratamiento.
Por otra parte, la agencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) aseguró que hay una serie de circunstancias que empeora la seguridad alimentaria en el mundo entre las que figuran la invasión a Ucrania, las situación económicas de cada país tras la pandemia del COVID-19 y la sequía a causa de las variaciones por el cambio climático. Tanto es así que se espera un aumento del 16% de precios de alimentos terapéuticos en los próximos seis meses -por el costo de las materias primas-, que podría dejar a 600 mil niños y niñas sin acceso.
El sur de Asia se mantiene como el "epicentro" de la desnutrición aguda grave, donde 1 de cada 22 niños sufre la enfermedad -duplicando la cifra registrada en África subsahariana-. A su vez, la sequía en el Cuerno de África amenaza con causar un aumento de casos llegando a las 2 millones mientras que en el Sahiel se espera que la cifra aumente un 26% en relación a la del 2018. La falta de agua potable y saneamiento contribuyen a esta problemática.
Mientras que, por otro lado, UNICEF remarca que la ayuda sigue siendo "lametablemente baja" y que pódría seguir descendiendo, por lo que creen que hay "pocas posibilidades" que se vuelva a los niveles de financiación prepandémicos. La ayuda mundial destinada a acabar con la desnutrición aguda grave representa únicamente el 2,8 por ciento del total de la asistencia al desarrollo del sector sanitario y el 0,2 por ciento del total.
Frente a esto, se solicita a los gobiernos que aumenten la colaboración al menos un 59% por encima de los niveles de la ayuda al desarrollo en 2019 y así lograr brindarle atención a todos los niños que lo necesitan. "Simplemente no hay ninguna razón para que un niño sufra de desnutrición aguda grave y menos cuando tenemos la capacidad de prevenirla. Pero hay muy poco tiempo para reactivar un esfuerzo mundial de prevención, detección y tratamiento de la malnutrición antes de que esta situación sea muchísimo peor", dijo Russell.
Para cerrar, en relación a la invasión rusa, UNICEF señaló que el Programa Mundial de Alimentos (PMA) estima que "una reducción prolongada de las exportaciones de alimentos podría elevar el número de personas desnutridas entre ocho y trece millones a nivel global en 2022 y 2023". Esto se debe a la escasez de alimentos, combustible y fertilizantes.