Brasil, un país de dimensiones colosales, destaca como el país lusófono más grande del mundo y de Sudamérica. Con una extensión de 8,5 millones de kilómetros cuadrados, el país vecino ocupa el quinto lugar a nivel mundial en términos de superficie. Durante la colonización portuguesa en el siglo XVI, el idioma portugués llegó a estas tierras y se consolidó como la lengua principal de la mayoría de los brasileños.
Con una población de más de 210 millones de habitantes, Brasil alberga la nación con más hablantes de portugués en el mundo. Además de Brasil y Portugal, hay otros países donde el portugués es la lengua oficial, como Angola, Mozambique, Guinea-Bissau y Timor Oriental. En total, más de 260 millones de personas hablan portugués, convirtiéndolo en uno de los idiomas más hablados del planeta.
La presencia del portugués en estos países se debe a la historia y la influencia colonial de Portugal en estas regiones. A lo largo de los siglos, el idioma portugués se arraigó en la cultura y cotidianidad de estos países, siendo una parte esencial de su identidad.
Además, el portugués es un idioma que no solo se habla en estos países, sino que también se difundió en comunidades de emigrantes portugueses y brasileños en diferentes lugares del mundo. Así, el portugués se convirtió en una lengua que trasciende fronteras y une a personas de diferentes nacionalidades bajo una misma lengua.
Sin embargo, la curiosidad del caso radica en que las dimensiones de este país superan a la nación que da significado al calificativo de lusófono. Es decir, los países que no tiene al español como la lengua madre o mayoritarìa y cuyo orígenes està intrinsicamente relacionado con la colinización de América.
El término "lusófono" proviene del latín "Lusitania", antiguo nombre de la región que hoy ocupa Portugal, y hace referencia a los países que adoptaron el portugués por influencia de la colonización portuguesa.
No es Francia: el mejor pan del mundo lo tiene este país de Sudamérica
Un país de Sudamérica sorprendió al superar a potencias gastronómicas como Francia y Estados Unidos con su "mejor pan del mundo". Según el prestigioso portal Taste Atlas, este reconocimiento destaca el valor de las tradiciones culinarias latinoamericanas y demuestra la capacidad de la región para sobresalir en la escena global.
Este año, Colombia se llevó el reconocimiento al ser nombrado como el país con el mejor pan del mundo, superando a naciones con una gran tradición panadera. El protagonista de este logro es el pan de bono, una joya culinaria tradicional del país sudamericano que ganó el primer lugar en este codiciado listado.
El pan de bono, originario del Valle del Cauca, se convirtió en un símbolo de la auténtica gastronomía colombiana. Su inigualable combinación de ingredientes, como el almidón de yuca, la harina de maíz y el queso, le otorga una textura esponjosa y un sabor irresistible. Este producto, consumido ampliamente en Colombia, traspasó fronteras y ganó popularidad en otras regiones del mundo gracias a su versatilidad y capacidad para acompañar una variedad de platillos
Este reconocimiento pone en evidencia que, a pesar del dominio histórico europeo en la panadería, el continente americano tiene productos de alta calidad que destacan a nivel mundial. El famoso pan de bono colombiano, con su suavidad y sabor a queso, se ha convertido en un ícono de la gastronomía del país.