Cómo saber si le gustás a alguien: las 5 señales infalibles

Estas son las 5 señales de que le gustás a una persona: las claves sobre el amor y la atracción que nunca fallan.

19 de septiembre, 2024 | 15.50

Saber si le gustás a una persona puede ser todo un desafío. Muchas veces, la gente no es directa con lo que siente o las cosas pueden no quedar claras por diversos motivos. Sin embargo, hay algunas señales a las que tenés que estar atento para darte cuenta de esto.

Muy frecuentemente, la atracción entre dos personas existe pero ninguna de ellas se anima a dar el primer paso. Otras veces, una de las dos partes está confundida y no logra descifrar si el otro siente lo mismo. A pesar de lo complejo que esto pueda ser, hay algunos indicios que podrían indicarte que se trata de algo mutuo.

5 señales que le gustás a alguien

Contacto visual, sonrisas y risas

El contacto visual frecuente es una de las señales más comunes y evidentes. Aunque no siempre signifique algo, es sabido que mirarse mucho es una señal de interés. Además, si la persona también te sonríe a menudo o se ríe de tus chistes de forma recurrente, es posible que exista una atracción.

Lenguaje corporal

El lenguaje corporal es otro punto clave en el amor y la atracción. Si una persona busca excusas para acercarse y establecer contacto físico, por mínimo que sea, es posible que sea porque le gustás. Otras señales, como imitar los movimientos o gestos, también son indicios de una posible atracción.

Atención a los detalles

Otra señal de que le gustás a alguien puede ser que se acuerde de detalles, como cosas que le contaste o datos de tu vida o personalidad. Si te hace muchas preguntas personales, también es posible que quiera llegar a conocerte más o que le intereses para un vínculo romántico.

Señales de gustarle a alguien: cuáles son y cómo identificarlas.

Busca sentirte cerca

Ya sea un abrazo, un mensaje de texto o un acercamiento casual, el hecho de que alguien busque sentirte cerca constantemente es una clara señal de interés. Además, que una persona busque excusas para mantenerse en tu vida y hablarte de forma regular, también es un indicador.

Le cuesta mirarte a los ojos

Al contrario de lo mencionado anteriormente sobre el contacto visual, otras personas con más tendencia a la timidez pueden sufrir lo contrario: que les cueste mirarte a los ojos. Sin dudas, esta también es otra señal de una posible atracción.

Qué sabe la ciencia sobre el amor

En diálogo con la Agencia de noticias científicas de la UNQ, el divulgador y director del Laboratorio de Cronobiología de la UNQ, Diego Golombek, explicó que el amor, como todo comportamiento humano, tiene que ver con la actividad cerebral. “Las neuronas se comunican a través de señales químicas que interactúan entre sí, llamadas neurotransmisores; y las emociones no están exentas de esto. Por eso, cuando aparece una emoción fuerte, la sentimos en todo el cuerpo, pero también controlada por esta química cerebral que es la que se activa para sentir amor, y también miedo, tristeza y alegría”.

Además, para el científico de la UNQ, es importante señalar el rol que cumple el resto del cuerpo: “Cuando uno siente una emoción muy fuerte, no la siente en la cabeza sino en el corazón, que late más rápido, y en la panza, que siente las famosas mariposas. Esto también tiene que ver con señales químicas”. En ese sentido, lo que todavía no se sabe a ciencia cierta es qué genera la otra persona para, inmediatamente, disparar en el otro estas señales químicas.

Con qué órgano amamos: la respuesta de la ciencia

Un grupo de investigadores de la Universidad de Aalto, en Finlandia, analizó la actividad cerebral de 55 adultos mediante resonancia magnética. A los participantes se les pidió que reflexionaran sobre seis tipos de amor: hacia los hijos, la pareja, los amigos, los extraños, las mascotas y la naturaleza. Por ejemplo, para el amor paternal, se les solicitó que recordaran el primer momento en que vieron a su bebé recién nacido.

Entre estas reflexiones, se les presentaban situaciones más neutras, como recordar la sensación de cepillarse los dientes o mirar un autobús desde la ventana. El estudio descubrió que el amor no está en el corazón, sino que distintas áreas del cerebro se activan dependiendo del tipo de amor, incluyendo los ganglios basales, la línea media frontal y la unión temporoparietal.

Sin embargo, no todos los tipos de amor tienen el mismo impacto en la actividad cerebral. ¿Y cuál es el amor más poderoso según nuestro cerebro? El amor por los hijos resultó generar una respuesta mucho más intensa en comparación con otros. Este tipo de afecto activó de manera más profunda todas las áreas cerebrales relacionadas con el sentimiento.

Según Pärttyli Rinne, investigador principal, aunque el amor por la pareja y los amigos también comparte muchas similitudes a nivel cerebral, ninguno logra igualar la intensidad del amor por los hijos. “Las áreas cerebrales asociadas al amor entre personas son muy similares, y diferencias radican sobre todo en la intensidad de la activación, que es mayor con los hijos, y algo mayor con la pareja que con los amigos”, apuntó Rinne en un comunicado.