Desde la llegada de Javier Milei a la presidencia y la implementación de las políticas de un ajuste feroz, día a día cierran nuevas empresas que no pueden afrontar la crisis económica en la que está inmerso el país.
En ese contexto, una importante farmacéutica internacional deja el país luego de 15 años de ser líder en el mercado argentino y sobresalir en el área de investigación y desarrollo. Los 30 empleados que poseía están con un futuro incierto, así como la planta que poseía en Avellaneda.
Se trata de la firma mexicana Techsphere, perteneciente al grupo de Laboratorios Carnot, que había llegado a Argentina en el 2008 con una inversión de 10 millones de dólares. Según informó el medio Pharmabiz, la principal razón de su salida sería una inspección que realizó la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat), en abril y mayo de este año.
Allí según comunicó el organismo gubernamental en su informe, tras la inspección se encontró "deficiencias relevantes clasificadas como críticas y mayores en la gestión del sistema de calidad farmacéutico además de en Recursos Humanos, en el sistema de tratamiento de aire, en depósitos, en control de calidad, entre otros".
Tras el allanamiento por parte de la Anmat, a la empresa no se le permitió continuar con su actividad productiva hasta que el organismo no determinara que corrigió los problemas y deficiencias, cuestión que a la fecha no sucedió,
Luego de toda esta situación, Techsphere decidió abandonar el mercado local cuatro meses después y el laboratorio nacional Biosintex Ofar se encargará de quedarse con los activos de la empresa mexicana en Argentina. La empresa tenía 30 empleados en la planta de producción ubicada en Avellaneda.
Cuáles eran los medicamentos que comercializaba la empresa que cerró sus puestas
La empresa mexicana que dejó el país era reconocida por comercializar los antibióticos Tofib, la pancreolipasa Techsphere y Espirotech, un antibiótico a base de colistina, que ataca infecciones graves.
En tanto, la compañía que se quedó con los activos, se dedica a el desarrollo y elaboración de productos medicinales para líneas terapéuticas como dermatológica, oftalmológica, bucofaríngeos, antibióticos, analgésicos y antitérmicos, entre otras.
De los 30 empleados, la nueva dueña dio de baja a 15 de ellos y se quedó con la otra mitad por el momento. Además conservará la planta en Avellaneda, aunque se comenta que no le daría uso porque no estaría en las mejores condiciones.