Aunque la provincia de San Juan había autorizado a reactivar el comercio de manera online, esta nueva metodología de venta en época de pandemia no cayó bien al sector de comerciantes. Por eso, la insistencia de reabrir las puertas para atender al público de manera tradicional, pero con otras condiciones, persistió por algunas semanas hasta que, finalmente, el gobernador Sergio Uñac ratificó la reactivación de los centros comerciales y los shoppings desde este lunes. Además, se activaron las industrias y volvió a atender EMICAR que es la entidad que emite las licencias de conducir.
Parece que el momento de la reapertura del centro fue uno de los más esperados por los ciudadanos que transitan la cuarentena en la provincia cuyana, ya que aprovecharon el primer día de habilitación para agolparse en las vallas del microcentro que cercaban el ingreso a la peatonal. Largas filas para mostrar el DNI ante el personal del Municipio de la Capital y de la Policía que estuvo trabajando para organizar el ingreso de los sanjuaninos al lugar. Según la versión oficial, solo en el microcentro hubo un flujo de cerca de 10.000 personas, pero sumado a los demás centros comerciales de otros departamentos, más los shoppings, la cantidad de sanjuaninos estimada en las calles fue de 100.000 personas.
La voz de mando que se escuchó repetidamente durante toda la jornada fue “¡Por favor, respeten el distanciamiento!¡No se agolpen! ¡Sepárense!”. Los uniformados no dejaron de señalarle al público la necesidad del distanciamiento en la circulación y en la espera para el ingreso a las cuadras autorizadas para abrir locales comerciales.
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Sin embargo, se advirtió claramente el amontonamiento en las paradas de colectivo y que, en las mismas unidades, no se respetó la cantidad de viajeros autorizados. Sólo 20 personas por unidad podían subir, con una distancia de un asiento que los separe. Esto no se cumplió. Colectivos llenos se venían por las calles de San Juan trasladando a los distintos puntos de la provincia.
De 10 a 16, el centro sanjuanino se mostró colmado. Incluso hubo muchas personas que debieron quedarse en los ingresos principales al microcentro, con el DNI en la mano, sin posibilidad de paso. Esto fue porque la terminación de su documentos no los autorizaba a circular; sin embargo, lo hacía porque la mayoría llegó en colectivo. En tanto, cerca de 7500 personas se movilizaron en vehículos particulares y fueron entrevistadas por la Policía en los alrededores del Gran San Juan; esto comprende 3000 más que el día anterior.
Por otro lado, reinó el malestar por la metodología de ingreso a los locales. No conformes con la flexibilización, esperaban que todo fuera dentro de los parámetros de “normalidad”, pero esto no ocurrió. Cada local organizó a su manera el ingreso de las personas al lugar cerrado y esto implicó otras largas filas, a la espera del alcohol en gel, del control del barbijo y de la permisión por persona dependiendo de la cantidad de vendedores disponibles.
Las vallas de seguridad también fueron un problema para los transeúntes porque los obligaba a dar toda una vuelta y volver a ingresar por otro sector si querían cambiarse de vereda. Esto generó tantas quejas que obligó al Ministerio de Seguridad a rever la situación, y este martes habrá liberación de parte de ese vallado.
Entonces, a la jornada atípica por su metodología se le sumó la molestia de no poder hacer las cosas como siempre. Esta fue la postal más destacada de la primera jornada de reactivación económica que corresponde al 90% del movimiento comercial habitual, según manifestó el propio gobernador Sergio Uñac.
Sin embargo, la expectativa de venta no estuvo acorde con el número de personas que circuló (que tampoco era la esperada, según la provincia). Hubo el 70% menos de consumo en centros comerciales de lo que se esperaba, según la Cámara de Comercio de San Juan.
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