Tiene más calcio que la leche: la supersemilla que fortalece los huesos y saca todos los dolores

Esta maravillosa semilla es un superalimento consumido ancestralmente por la cultura maya y azteca debido a su alto nivel de calcio.

24 de noviembre, 2024 | 12.00

Existe una semilla rica en calcio que incluso aporta mucho más de este nutriente que la leche de origen animal. Históricamente, la leche de vaca y sus derivados lácteos fueron considerados los productos de primera línea para tener buenos niveles de calcio, huesos fuertes, prevenir dolores y enfermedades como osteoporosis. Sin embargo, esta pequeña semilla aporta mucho más calcio que cualquier otro alimento.

El calcio es uno de los minerales más indispensables para el organismo: ayuda a la función ósea y dental, cumple un rol fundamental en la función muscular, previene enfermedades del corazón, es responsable de la función nerviosa, regula la salud hormonal y la coagulación sanguínea. Por esta razón, los expertos recomiendan el consumo diario de esta supersemilla que aporta increíbles niveles de calcio.

Cuál es la semilla que tiene más calcio que la leche

Se trata de las semillas de chía, unas semillas muy pequeñas provenientes de la planta Salvia hispanica, consumidas históricamente por los aztecas y mayas debido a sus múltiples beneficios. Una taza de leche de vaca aporta 300 mg de calcio, mientras que una taza de semillas de chía aporta 750 mg de calcio. Por esta razón, se recomienda su consumo diario junto con la leche y otros alimentos.

Beneficios de las semillas de chía

  • Protegen el corazón: su contenido en omega-3 hace que sean muy beneficiosas para la salud cardiovascular, ya que además, regulan el colesterol alto.

  • Reducen el estrés, ansiedad y depresión: gracias a su alto contenido de magnesio, mineral que ayuda a relajar el sistema nervioso central, estas semillas son ideales para quienes sufren de alguna de estas afecciones.

  • Ayudan al tránsito intestinal lento, generan saciedad, desinflaman y previenen la obesidad: son ricas en fibra, por lo que son ideales para personas que sufren de constipación. Se aconseja beberlas en un vaso de agua todas las mañanas. Además, generan mucha saciedad, previniendo los atracones de comida.

  • Fortalecen los músculos y huesos: tienen calcio, magnesio, potasio, fósforo y otros minerales muy beneficiosos para los músculos y los huesos.

  • Controlan los niveles de azúcar en sangre: como ralentizan la absorción de carbohidratos, son fundamentales para controlar los niveles de glucosa.

  • Ayudan a mantenerse hidratado: las semillas de chía ayudan a mantenerse hidratado, ya que el gel que se forma cuando se remojan en agua ayuda a la hidratación. Por esta razón, son ideales para deportistas o para beber antes de entrenar.

Receta de chía pudding para consumir semillas de chía

Podés consumir semillas de chía remojadas en un vaso con agua, junto con algunas gotitas de limón. Pero si preferís un alimento más sabroso que las incluya, te podés preparar un chía pudding, un postre que reemplaza el yogur y es muy versátil y delicioso. Consiste en remojar semillas de chía en un vaso de leche, para lograr una textura gelatinosa. Además, se le puede agregar frutos secos, frutas y semillas para darle todavía más sabor.

Ingredientes

  • 1 vaso de leche (animal o vegetal)

  • 2 cucharadas de semillas de chía

  • Endulzante a gusto (puede ser azúcar o edulcorante, aunque se recomienda stevia, ya que es más saludable)

  • Fruta cortada (opcional, por ejemplo, puede ser frutillas, bananas, frutos rojos, kiwi, naranja, manzana o la que se te ocurra)

  • Frutos secos y/o semillas (opcional, pueden ser almendras, nueces, granola, entre otros)

  • 1 cucharada de yogur (opcional)

Preparación

  1. Lo primero que vas a hacer es agarrar un vaso, llenarlo de leche y verter las dos cucharadas de semillas. Si te quedó muy líquido y te gusta más sólido, podés agregarle más.

  2. Luego, agregar el endulzante, revolver y llevar a la heladera. Lo ideal, para que la chía libere todas sus propiedades, es dejarla en la heladera toda la noche. De esta forma, su textura se volverá viscosa, parecida a una gelatina.

  3. Si querés que te quede más cremoso, podés agregarle 1 cucharada de yogur.

  4. Una vez que lo saques al día siguiente, lavá y cortá la fruta y añadí los frutos secos o semillas (opcional).

  5. ¡Listo! Ya tenés un postre delicioso que te puede durar toda la semana.