En Córdoba y ante la multiplicación sin precedente de los contagios que está saturando los centros de testeo, además de amenazar con incrementar rápidamente las internaciones, un equipo interdisciplinario del Conicet conformado por sociólogos, matemáticos, bioinformáticos, especialistas en simulaciones, ciencias de la computación y ciencias de la atmósfera, virólogos y analistas de datos elaboró un documento con recomendaciones para hacer frente a la crisis planteada por la variante Ómicron.
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“El virus en este momento está circulando entre gente joven y nos preocupa que en las fiestas se produzca el salto generacional a sectores que tienen mucho más riesgo –explica Sol Minoldo, socióloga del Conicet que estuvo a cargo de la implementación del centro universitario de rastreo de la provincia y es asesora del Comité de Emergencia que, junto con el bioinformático Rodrigo Quiroga, promovió esta iniciativa–. Son las personas mayores o con comorbilidades las que, aun estando vacunadas, pueden quedar en esa minoría que igual se enferma de gravedad”.
Los firmantes (además de Minoldo y Quiroga, Malena Moiraghi, Lorena Sciarini, Mario Lozano, Jorge Aliaga, Guillermo Durán, Diego Garbervetsky, Roberto Etchenique, Andrea Pineda Rojas, Rodrigo Castro y Daniel Feierstein) advierten que los próximos 10 días son críticos y proponen tres estrategias fundamentales para hacer “control de daños”: modificar la estrategia de testeo, realizar una activa comunicación pública e implementar medidas excepcionales y transitorias.
CÓRDOBA ANTE LA CRISIS DE OMICRON by Mariano Parada Lopez on Scribd
Testeo
Con respecto al testeo, plantean que no se sometan a prueba a quienes sospechen ser positivos, sino a los contactos asintomáticos (aunque el diagnóstico se hubiera hecho sin PCR), y a las personas que quieran tomar precauciones antes o después de asistir a una reunión de alta concurrencia.
Minoldo lo fundamenta así: “Estas recomendaciones están pensadas para un momento de desastre en el que no tenemos tiempo para una respuesta con otras estrategias porque estaríamos llegando demasiado tarde –destaca–. En este contexto, ampliar muy rápido la capacidad de testeo implica hacerlo con tests de antígenos, que tienen alrededor de un 30% de falsos negativos (y al vez más con una amplia porción de la población ya vacunada), y con testeadores que no tienen mucho tiempo para capacitarse. Entonces uno le está diciendo a las personas que tendrían que quedarse aisladas cualquiera sea el resultado del test, pero si se van con un falso negativo posiblemente se considera libre de circular. Sobre todo si no se les insiste con suficiente fuerza en el centro de testeo. En este momento, esa prueba es más lo que nos perjudica (porque contribuye a liberar a personas que deberían estar confinadas) que lo que nos beneficia, porque los que podríamos encontrar y aislar, no hacen cuatro horas de cola para someterse a un test. Tenemos que volver a usar el testeo para lo que sirve, que es ver esos casos que no estamos viendo y aislarlos”.
La idea se traduce en que, durante estas dos semanas, todo aquel que tiene nexo (es decir, que estuvo en un lugar donde había una persona infectada) y síntomas es considerada positiva, no importa lo que diga el test. Sus contactos son contactos estrechos. Si alguno de ellos tiene síntomas, es considerado positivo, y así con sus propios contactos. “Esto ya existe –aclara la investigadora–. En septiembre del año pasado el Ministerio de Salud de la Nación aprobó el diagnóstico por nexo y clínica. De modo que el mensaje es: si tenés dudas, aislate. Y si solo tenés nexo, lo mismo, asumite contagiado, aislate de tus convivientes y avisale a todos tus contactos. Y los contactos de alguien que solo tiene nexo, ellos sí que tiene sentido que vayan a testearse, porque sino, no se aislarían y tal vez deban hacerlo”.
Comunicación
En esta línea, recomiendan difundir claramente qué situaciones de exposición requieren alarma, cómo proceder ante la duda, indicaciones para contactos y convivientes, y cómo reducir riesgos al aire libre y en interiores, sobre la correcta ventilación, la distancia, así como el uso de barbijos con buen ajuste y buen material de filtrado. “En la situación actual frente a la circulación de la variante Ómicron, la vacunación no garantiza que se evite contraer y contagiar el virus”, subraya Minoldo.
Medidas excepcionales y transitorias
Teniendo en cuenta que se aproximan fechas de altísima movilidad social y reuniones en todo el país, además de espectáculos y justas deportivas que generarán eventos masivos, recomiendan implementar medidas de mitigación:
· Suspender eventos masivos en lugares cerrados
· Reimplementar el aforo en eventos al aire libre
· Promover el trabajo remoto en todos los casos que el mismo sea viable
· Promover la telemedicina y su cobertura por obras sociales
· Habilitar la no presencialidad al trabajo de población exceptuada por factores de riesgo, aun cuando tenga su vacunación al día.
“Lo que está pasando ahora en Buenos Aires es lo que nosotros vivimos alrededor del 13 de diciembre –concluye la investigadora–, cuando de pronto empezó a circular Ómicron. Mirar a Córdoba es de alguna forma ver el futuro. Tienen tiempo de evitar que esto vuelva a ocurrir tomando medidas para que en dos semanas no estén viéndose obligados a enfrentar lo que está ocurriendo acá, que es el desastre. Tal vez en enero se generen condiciones menos favorables a la transmisión. El momento de actuar es ahora”.