Operación Garibaldi: quién fue Adolf Eichmann y los secretos del nazi capturado en Argentina hace 61 años

Hace 61 años, el nazi Adolf Eichmann fue atrapado en la Argentina por un grupo de inteligencia del servicio secreto israelí. Por qué su labor fue tan importante para Adolf Hitler, su increíble escape a Sudamérica y cómo lograron capturarlo.

11 de mayo, 2021 | 11.48

No es una jornada más en la historia. Un día como hoy, pero de 1960, el nazi Adolf Eichmann fue capturado en la Argentina por un comando del servicio secreto israelí, más conocido como El Mossad. El hombre que fue clave en el Holocausto, genocidio masivo de judíos en la Alemania de Adolf Hitler y durante la Segunda Guerra Mundial, resultó atrapado luego de más de casi 15 años de permanecer escondido. Pero, ¿quién fue realmente, qué hizo durante el nazismo y cómo lo capturaron en la famosa y denominada "Operación Garibaldi"?

Para comprender cuál fue el rol principal de Eichmann hay que remontarse a septiembre de 1934, fecha en la que se trasladó a Berlín para incorporarse a la Oficina Principal del Servicio de Seguridad, más conocida como la SD, que actuaba como el servicio de inteligencia de las SS (organización militar, policial y de seguridad al servicio de Hitler). Curiosamente, pensaba que se estaba sumando a una unidad de guardaespaldas de élite. Aun así, por expresa decisión de las autoridades, lo asignaron en una oficina.

En dicho espacio, su jefe le comentó a Eichmann que quería abrir un departamento para asuntos judíos en la SD. Y para ello, lo capacitó asignándole una serie de libros sobre el sionismo, movimiento que se declaraba a favor de la creación de un Estado para los judíos en territorio palestino. Con el tiempo, logró posicionarse a partir de un plan macabro que ideó: un proceso estratégico de expulsión y exterminio de judíos.

Quién fue y qué hizo Eichmann: el plan estratégico del nazi en el Holocausto

Mientras Adolf Hitler intentaba seguir avanzando en territorio europeo en plena Segunda Guerra Mundial, en la Alemania nazi analizaban qué hacer con los millones de judíos que eran capturados. Y en esta macabra tarea estaba justamente trabajando Adolf Eichmann, quien incluso evaluó la posibilidad de enviar a los judíos a la República de Madagascar, una isla ubicada en África. 

Uno de los campos de concentración del Holocausto, donde asesinaron a millones de judíos.

Hasta 1941, los nazis solían ejecutar a todos los judíos por medio de las armas. Sin embargo, y luego de que los alemanes conquistaran Polonia, visitó el campo de concentración llamado Auschwitz. Allí, se convirtió en el arquitecto del Holocausto. Es que ideó diferentes estrategias para exterminar de manera masiva a millones de judíos por medio de un proceso mucho más rápido: las cámaras de gas. En octubre de dicho año, se llevó adelante el plan de Eichmann.

Su oficina se debía ocupar de organizar el transporte y también de la organización del traslado de los judíos de diferentes países de toda la Europa ocupada por el nazismo. Los judíos debían viajar durante horas como ganado: apretados en vagones que carecían de agua, comida y baños.

Los trenes en los que transportaban a los judíos para asesinarlos en los campos de concentración.

De acuerdo a las cifras que han hecho diferentes investigadores, hubo más de 6 millones de judíos asesinados por el nazismo, y sin contabilizar a soviéticos, polacos, serbios, discapacitados, gitanos y españoles, entre otros. Sin embargo, se estima que cuatro millones fueron masacrados en los campos de concentración, donde Eichmann llevó a cabo su plan macabro.

Judíos prisioneros por el nazismo en el Holocausto de Aschwitz

Cómo se escapó Eichmann y su llegada a la Argentina

Tras la derrota de Alemania en la Segunda Guerra Mundial en 1945, que derivó en la desaparición física de Adolf Hitler -hay versiones de que se suicidó en un búnker y otras que sostienen que logró escapar- Adolf Eichmann fue detenido por las fuerzas de Estados Unidos. Sin embargo, logró evadir la seguridad y anduvo refugiándose durante un tiempo. Hasta 1950 vivió en Baja Sajonia, al norte del país, donde se desempeñó como leñador. Luego, y ante la posibilidad de ser descubierto, se contactó con nazis que vivían en la clandestinidad que lo enviaron a Génova. Allí, un cura lo envió a la Argentina con un nombre falso: "Ricardo Klement".

El carnet de trabajo de Adolf Eichmann con el nombre falso que usó en Argentina: "Ricardo Klement".

El jerarca nazi vivió un tiempo en la Provincia de Tucumán, donde trabajó como topógrafo en una empresa acuífera alemana. En mayo de 1952, al sentirse seguro en el país, Eichmann se dirigió a San Fernando, Provincia de Buenos Aires, donde realizó diversos trabajos: fue criador de conejos, mecánico, dueño de una lavandería y gerente de una planta de la empresa de automóviles Mercedes Benz.

La casa de Adolf Eichmann en San Fernando, Provincia de Buenos Aires, Argentina

Cómo capturaron a Adolf Eichmann y cómo fue la "Operación Garibaldi"

Mientras Adolf Eichmann vivía con tranquilidad en la Argentina, donde su esposa e hijos también lo acompañaban, el Servicio Secreto Israelí trabajaba incansablemente para encontrar a los nazis culpables del genocidio que se habían escapado en diferentes partes del mundo.

Tras un seguimiento que duró años, Simon Wiesenthal -sobreviviente del Holocausto y espía que buscaba recolectar información sobre los nazis- consiguió información sumamente valiosa: en Austria se enteró que Eichmann permanecía refugiado en la Argentina. Tras una investigación mucho más minuciosa, alrededor de diez miembros del Servicio Secreto Israelí se instalaron en Buenos Aires y comenzó a buscarlo incansablemente. La operación comenzó en 1959, pero fue recién en 1960 que lograron verlo en su casa de San Fernando.

Adolf Eichmann, cuando estuvo secuestrado por los agentes del Servicio Secreto de Israel.

¿Cómo se dieron cuenta de que "Ricardo Klement" era verdaderamente Adolf Eichmann? Los espías vieron al nazi llevar un ramo de flores a su casa justo el día en que se cumplía el aniversario de casados junto a su esposa Veronika Lieblová. A partir de aquel momento, los miembros del Servicio Secreto Israelí dieron aviso al Ministro de su país, quien no dudó y ordenó su captura inmediata, aunque dicha maniobra debía ser sin que nadie se enterara...

Adolf Eichmann, en el juicio que tuvo lugar en Israel tras la Operación Garibaldi.

La "Operación Garibaldi" requirió tiempo de preparación. Los espías del Mossad realizaron un croquis sobre el paso a paso de la captura a Eichmann. Y fue precisamente el 11 de mayo, hace exactamente 61 años, el día en que la llevaron a cabo. Los miembros del Servicio Secreto Israelí, que era comandado por su jefe Isaac Harel, esperaron al hombre que trabaja para Hitler cerca de una parada de colectivo.

El genocida, quien volvía a su hogar del trabajo, bajó del bus a las 19.40 horas y rápidamente fue atrapado por varios agentes, quienes lo introdujeron en un automóvil para interrogarlo y torturarlo en una casa. Allí, Eichmann admitió su identidad y fue trasladado, de manera secreta, a bordo de un avión de la aerolínea nacional israelí.

Cómo fue el histórico juicio a Eichmann que fue transmitido por TV para todo el mundo

Adolf Eichmann fue capturado y enviado a Israel, donde el procurador general de Israel Gideon Hausner lo acusó de 15 cargos criminales, incluyendo los crímenes de lesa humanidad, los crímenes contra el pueblo judío y los crímenes de guerra. El juicio contra el jerarca nazi comenzó el 11 de abril de 1961, donde una multitud de judíos estuvieron presentes para verlo y escucharlo. El hecho tuvo tanta repercusión que fue transmitido para todo el mundo.

Con un perfil sumamente bajo, y sin expresar ningún tipo de emoción frente al públicoEichmann debió declarar, en una especie de vidrio blindado que fue fabricado para evitar que lo atacaran públicamente, ante la presencia de muchos sobrevivientes del Holocausto que dijeron presente. Incluso, varios de los que ofrecieron testimonio como testigos, se descompensaron al recordar el horror de lo vivido.

¿Cuál fue la defensa de Eichmann frente al tribunal? Sus abogados describieron que el acusado era "un pequeño engranaje en el aparato estatal" que no tenía liderazgo ni poder de planificación como los líderes del nazismo como Adolf Hitler. En otras palabras, indicaron que tan sólo recibía órdenes de sus superiores y que le era imposible desafiar las instrucciones que le habían encomendado.

De todas maneras, la fiscalía halló culpable a Eichmann el 15 de diciembre de 1961 y demostró que sí tenía influencia en el régimen nazi, sobre todo por su plan estratégico de traslado de miles y miles de judíos a los campos de concentración. ¿La sentencia? Pena de muerte.

Adolf Eichmann, preso en Israel tras ser capturado en la Operación Garibaldi.

Varios meses después de la resolución, entre el 31 de mayo y el 1º de junio de 1962 (horas de la medianoche), Eichmann murió en la horca y se convirtió en el primer y único caso en que Israel aplicó la pena de muerte en su historia judicial. El cuerpo del jerarca nazi fue cremado y sus cenizas fueron arrojadas al mar, aunque lejos del territorio de dicho país

Eichmann y la banalidad del mal según Hannah Arendt

La escritora Hannah Arendt es, quizás, la persona que mejor logró explicar cómo es que Adolf Eichmann actuó -sin tener ningún tipo de reparo- para enviar y asesinar a millones de judíos a los campos de concentración. La filósofa judía y alemana, quien fue testigo de las audiencias públicas del jerarca nazi, notó que el genocida no sentía ningún tipo de remordimiento y que, pese a los macabros crímenes que cometió, en uno de sus escritos advirtió que su perfil era el de un "hombre banal".

Hanna Arendt hizo foco en la banalidad del mal de Eichmann.

Tras escuchar los testimonios de Eichmann y ver que en su figura representaba a un hombre que parecía común y corriente, la escritora describió: "Fue como si en aquellos últimos minutos, Eichmann resumiera la lección que su larga carrera de maldad nos ha enseñado, la lección de la terrible banalidad del mal, ante la que las palabras y el pensamiento se sienten impotentes".

En conclusión, Hannah Arendt dejó una reflexión que, al día de hoy, continúa siendo estudiada en todo el mundo: en principio, una persona que comete crímenes atroces debería tener un perfil malvado. Sin embargo, la intelectual advirtió que cualquier persona puede cometer los más terribles crímenes tan sólo dejando de pensar y que no hace falta ser un personaje malvado para hacerlo.