El escándalo por las vacunas colocadas por fuera del sistema que le costó el cargo al ex ministro de Salud de la Nación, Ginés González García, tuvo su impacto directo en la provincia de Santa Fe, tanto en la plana política como entre el personal más expuesto al virus. Las repercusiones en los diferentes niveles de gobierno fueron inmediatas: Omar Perotti tuvo que desmentir que se haya vacunado junto a su familia luego de una denuncia periodística, y el intendente de Rosario Pablo Javkin salió a explicar que se la había colocado en enero cuando nadie confiaba en la Sputnik, pero que no lo había difundido. En tanto, entidades gremiales de médicos pusieron de manifiesto que hubo desprolijidades en la distribución de las dosis, y pidieron transparentar los criterios para garantizar que la cobertura llegue a los más expuestos en la lucha contra el Covid-19.
En la provincia aún no se terminó de vacunar a los agentes sanitaros y ni se empezó con docentes, y el pasado lunes se puso en marcha la página para que se anote la población en general (hubo 150 mil inscriptos en pocas horas) y se comenzó a colocar en los geriátricos. EL 60% del personal de salud ya fue vacunado: unos 42 mil de un total de 70 mil trabajadores. Desde el Ministerio de Salud informaron a El Destape que en los últimos días llegaron dos cargamentos con dosis que se están colocando, y que permitirían que entre esta semana y la próxima esté cubierto el 100% del personal de sanatorios y hospitales públicos y privados, centros de salud, geriátricos, clínicas barriales y consultorios particulares. "En la provincia tenemos una población objetivo de 1.200.000 personas. Estamos terminando con salud y hoy nos estamos enfocando en los mayores de 70 y 80 años", dijo la ministra Sonia Martorano.
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En este marco, los médicos expresaron su malestar, pidieron transparentar los criterios de vacunación y que se corrijan algunos errores en la logística, más atados a desprolijidad o ineficiencia que a casos de corrupción, para evitar que las dosis lleguen a personal menos comprometido con la lucha contra el virus, priorizando a los esenciales. "En los niveles más bajos quizás no fue todo lo riguroso y estricto que debería haber sido. Pero no hubo nada tan grosero como lo que pasó en Buenos Aires. Hubo puntos flacos en la campaña, porque por algo renunció la directora de Inmunizaciones de la provincia", deslizó Pablo Crispo, secretario gremial de la Asociación de Médicos de la República Argentina (AMRA) seccional Santa Fe. La forma en la que llega la Sputnik V, con 5 dosis por frasco que se echan a perder si no se colocan, ayudó a esta situación.
Ineficiencia
Las irregularidades denunciadas en el suministro de dosis al personal sanitario, tienen más que ver con malos criterios que con alguna avivada. “No es que se vacunó a gente que no correspondía, sino que se priorizó equivocadamente a personal de salud que no estaba expuesto como sí lo estaban otros. No se controló como se debía, sobre todo teniendo en cuenta la escasez de vacunas que había”, dijo. Y dio como ejemplo los servicios Samco de las localidades de Villa Gobernador Gálvez y San Lorenzo, que recién fueron inoculados en la segunda tanda. "Esto pasó en el resto de la provincia, ni hablar en el norte. Igual, estamos lejos de lo que sucedió en otras partes del país, donde por ejemplo hay vacunados de 20 años de edad, lo cual es indefendible”, aclaró Crispo en contacto con El Destape.
“El operativo no se llevó adelante de la mejor manera posible. El gobierno tendría que haber sido mucho más estricto a la hora de controlar a quién se le colocaba la vacuna”, señaló. Y pidió "más claridad" a la hora de avanzar con la campaña, respecto de a quién le corresponde vacunarse y cómo se controlará que se inocule a las personas que deben ser inmunizadas. Sin embargo, insistieron en que no hubo situaciones escandalosas de manejos de un pool de vacunas para personas cercanas al poder. Una anécdota lo ilustra claramente: "En una localidad del norte de Santa Fe nos dijeron que habían vacunado a toda la peña de pesca en la que participa el director de un hospital. Fuimos a ver y la integraban todos los médicos de terapia, a los que les correspondía", contó en off otro dirigente gremial.
Elsa Sampallo, secretaria regional del Sindicato de Profesionales Universitarios de la Salud (Siprus) en Rosario, coincidió con el análisis de AMRA. "En diciembre se inició la vacunación en la provincia, y en la segunda quincena comenzamos a recibir inquietudes y reclamos de los profesionales respecto al cronograma, por lo que solicitamos al Ministerio de Salud se garantice con urgencia la cobertura para todos los integrantes de los equipos de salud que se desempeñan en los efectores públicos. A fines de enero la mayoría aún no habían sido vacunados y no tenían designado fecha ni lugar para la aplicación, situación que se tornaba inadmisible ante la llegada de la nueva partida de Sputnik V", repasó.
Prioridades
Además de los reclamos formales, Siprus y otros gremios realizaron movilizaciones y paros, en desacuerdo con el criterio de priorización de trabajadores y profesionales, que consideran "no era acorde a las tareas y exposición real en los distintos niveles de atención, a diferencia de los aplicados en ámbitos municipales o de la salud privada, donde vacunaron a todos. En los hechos, constituía un acto discriminatorio", consideró Sampallo consultada por El Destape. A la fecha, aún quedan trabajadores de la salud sin vacunar, si bien la mayoría tiene iniciado el esquema con la primera dosis.
"Repudiamos lo ocurrido con las vacunaciones VIP, que deben ser investigadas, y seguimos exigiendo que el Estado garantice el acceso a la cobertura contra el Covid-19, destinando presupuesto y medidas necesarias en camino la producción nacional", alertó. Acto seguido, pidió contar con "información clara y transparente" respecto a la logística, distribución y cronograma de aplicación de las dosis, no solo para los trabajadores de la salud sino para toda la población. "Sabemos que la disponibilidad de vacunas es escasa, por lo que los gobiernos deben respetar el criterio sanitario de priorización según exposición y riesgos de contraer Covid con cuadros más graves", advirtió.
Reorganizar y emprolijar el programa son los ejes que reclaman los agentes de la salud en el marco de la continuidad del plan de vacunación. Los testimonios indican que hubo lugares donde funcionó bien, pero hubo otros donde no y eso hizo que para aprovecharse las dosis se inoculó a personal no prioritario. Además, en el marco de una escasez de vacunas, se completó el personal de algunos establecimientos, incluso los menos expuestos, cuando aún quedaba sin cubrir personal de primera línea de otros espacios. Estos dos puntos son los que debe mejorar el gobierno provincial de cara a lo que viene, el enorme proceso de aplicación sobre la población de riesgo por ancianidad, las fuerzas de seguridad, los docentes, las personas con comorbilidades y luego el resto de los santafesinos.