Juicio de Vialidad: el abogado de CFK le contestó a Luciani y desarmó punto por punto el alegato de la Fiscalía

En la primera jornada del alegato de la defensa de Cristina Fernández de Kirchner, su abogado Carlos Beraldi rebatió la acusación con documentación y el testimonio de los testigos que fueron declarando a lo largo del juicio. El alegato de CFK continuará el martes y el viernes, y la Vicepresidenta pidió seguir "mirando y escuchando cómo el Dr. Beraldi continúa con la demolición de la escandalosa acusación de Luciani y Mola".

19 de septiembre, 2022 | 18.53

En la primera jornada del alegato de la defensa de Cristina Kirchner en el juicio de Vialidad, su abogado Carlos Beraldi rebatió de forma contundente la acusación fiscal con documentación y el testimonio de los testigos que fueron declarando a lo largo del juicio. Mostró videos de diversas declaraciones para exponer las falacias que esgrimieron los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola. La exposición del letrado defensor de la Vicepresidenta desarmó la acusación: “La Fiscalía nunca buscó la verdad”, sentenció Beraldi. “Nunca vi mentir en un juicio de esta manera, supera los límites admisibles”, añadió.

El alegato de CFK continuará el martes y el viernes, y la ex mandataria pidió seguir escuchando. "Mañana, a partir de las 9hs, seguí mirando y escuchando cómo el Dr. Beraldi continúa con la demolición de la escandalosa acusación de Luciani y Mola. ¡Algo nunca visto! Va a demostrar la farsa de los fiscales y el 'plan limpien todo'. No te lo pierdas: descubrí cómo te han mentido", tuiteó. 

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A lo largo de la jornada, que se extendió de 8 a 15, Beraldi dijo que la acusación de la Fiscalía se basa en planteos “insólitos” y “ridículos” y que Luciani y Mola cometieron “errores grotescos” y “disparates jurídicos”. Tras derribar punto por punto la acusación habló de “mala praxis de la Fiscalía” porque hizo acusaciones “en el aire” sin respaldarlas con medidas probatorias, que la propia defensa solicitaba y le eran rechazadas, y desconoció hasta pasajes de la Constitución.

“Todo lo planteado por la fiscalía es falso”, criticó Beraldi. El abogado también dijo que hubo “mala fe” por parte de Luciani y Mola por agregar dos hechos nuevos en su alegato que no fueron abordados en el juicio. Eso está prohibido. No obstante, este lunes el defensor de CFK también derribó esa “nueva acusación”.

Apenas terminado el alegato, Cristina, que se espera que exponga el viernes, tuiteó: “Vieron lo que les dije ayer, no? Que Beraldi iba a desnudar el guión de Luciani y Mola. Me corrijo, fue mucho más allá: probó en forma documentada -como debe hacerse en cualquier juicio- que Luciani y Mola mintieron descaradamente. Él, por decoro profesional, lo llamó mala praxis”.

La metodología que utilizó Beraldi durante su exposición fue simple y pedagógica, cual clase de Derecho: confrontó el cargo, la acusación y la prueba. “Decimos una cosa, la confrontamos con la prueba y la prueba define de qué lado está la razón. La fiscalía habla y no muestra nada. Nosotros hablamos y mostramos la prueba”, dijo.

La causa de Vialidad, que se inicia por una denuncia de dirigentes opositores, versa sobre los 51 contratos de obra pública vial que le fueron adjudicados al empresario Lázaro Báez en Santa Cruz durante los gobiernos kirchneristas. La acusación fiscal sostiene que se dieron diversas irregularidades en esas obras. Las dos más relevantes: el incumplimiento en las tareas o demoras injustificadas, por un lado; y supuestos sobreprecios, por otro. Ambas cuestiones fueron derribadas por los testigos que prestaron declaración en el juicio.

¿De qué se la acusa a Cristina? De ser la jefa de una asociación ilícita que asignó de forma irregular recursos para solventar esas obras. La acusación tiene similitudes con la causa del Memorándum con Irán porque a la actual vicepresidenta se le achacan decisiones de gobierno, todos actos legítimos que contaron con la intervención del Congreso de la Nación. En este juicio, de forma insólita, lo que se le cuestiona es impulsar leyes del Parlamento –la ley de Presupuesto- y decretos de necesidad y urgencia como vehículos para transferir partidas presupuestarias con las que se lograron solventar las obras de Baéz. Luciani y Mola pidieron 12 años de prisión para CFK y la inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos.

Durante esta primera audiencia, la defensa de CFK realizó lo que no hizo la fiscalía: mostrar testimonios del juicio. Por ejemplo, mostraron pasajes de lo que declararon:

  • Justo Pastor Romero, uno de los ingenieros de la Dirección Nacional de Vialidad (DNV) que firmó el informe de auditoría en el que se basa la denuncia que hizo Javier Iguiacel y que dio inicio a esta causa. Romero había demolido la acusación en diciembre pasado.
     
  • Raúl Rigo, contador y exsubsecretario de Presupuesto entre 2002 y 2017, quien afirmó que las partidas destinadas a las obras investigadas fueron aprobadas por las dos cámaras del Congreso y su ejecución fue controlada por la Auditoría General de la Nación y la Sindicatura General de la Nación. Dejó en claro que no hubo reasignaciones exclusivas para Santa Cruz sino que eso ocurrió con muchos distritos.  
     
  • Guillermo Bártoli, empleado de planta de Vialidad nacional, quien dijo que “se siguieron todos los paso administrativos que correspondían”.
     
  • Omar Riveros, ingeniero de carrera del área de Auditoría de la DNV. Su testimonio se comparó con la supuesta razonabilidad que aplicó Luciani al cuestionar ciertas obras adjudicadas a Báez con un criterio poblacional: “Hay obras que generan hasta el crecimiento de pueblos. A veces se hace con el objetivo de generar un desarrollo económico de esa zona.”.
     
  • Juan Carlos Pezoa, exsecretario de Hacienda entre 2008 y 2015.
     
  • David Eduardo Bahamondez, quien trabajaba en vialidad de Santa Cruz.
     
  • Margarita Stolbizer, que fue diputada nacional durante muchos de los años que se están investigando: entre 2003 y 2005 y entre 2009 y 2017. “Le preguntamos a Stolbizer si supo que hubo presiones para aprobar leyes de presupuesto”, señaló Beraldi. “No, para nada”, respondió la legisladora durante el juicio.
     
  • Fernando Sánchez, diputado nacional entre 2007 y 2009 y entre 2013 y 2017. Se replicó la pregunta que se le formuló a Stolbizer y la respuesta fue la misma.
     
  • Ariel Passini, diputado nacional entre 2007 y 2011.

También se mostraron pasajes de las declaraciones de los jefes de gabinete de los gobiernos kirchneristas, quienes se refirieron a la confección de la Ley de Presupuesto y a la revisión legislativa de los DNU. Se mostraron pasajes del testimonio de: el actual Presidente, Alberto Fernández; el actual ministro de Economía, Sergio Massa; el gobernador de Chaco, Jorge Capitanich; el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández; y Juan Manuel Abal Medina. También se pasó un fragmento del testimonio del exsecretario de Legal y Técnica y actual Procurador del Tesoro, Carlos Zannini.

“La Fiscalía en esta acusación pidió 89 años de prisión en conjunto para toda la gente imputada en este juicio. Venimos mostrando punto por punto que todo es un disparate. Esto es lo grave”, señaló Beraldi.  “Es todo poco serio. O dramático”, agregó.

En otro pasaje de su alocución, Beraldi criticó a la Corte Suprema que había pedido las actuaciones antes del inicio de este juicio para resolverlas pero como “al día siguiente se hizo un gran escándalo mediático y un grupo de vecinos de Buenos Aires tocaron cacerolas, la Corte retrocedió”. Enfatizó que los cortesanos “dejaron guardados 9 recursos durante 3 años. Cuando el juicio se terminaba, el 21 de junio de 2022, la Corte rechazó todo. Con argumentos que ponen evidencia la ausencia de un penalista en la Corte”.

También hizo una breve referencia a encuentros sociales y deportivos de jueces y fiscales que participan de este juicio en la quinta Los Abrojos de Macri, de los que las partes se anoticiaron por los medios, lo que motivó una serie de recusaciones que fueron rechazadas.

Y recordó que a Juan Domingo Perón, en 1956, se lo acusó por hechos similares a los que se abordan en esta causa.

Persecución y hechos ya juzgados

Beraldi abrió la audiencia puntual, a las 8, con una introducción sobre la persecución que sufrió CFK durante el macrismo. Mencionó que a su defendida llegaron a citarla a ocho indagatorias en un mismo día y persiguieron incluso a su hija Florencia cuando al momento de los hechos era menor de edad. “No creo que en el Guiness exista que una persona sea perseguida cinco veces por el mismo delito. Cinco veces se persigue a Cristina por el delito de asociación ilícita y se lo hacen en diversos procesos”, afirmó su abogado.

También remarcó que “jugamos un partido en cancha inclinada” y fustigó que se incluyera a Néstor Kirchner en la imputación del caso Vialidad: “La acusación contra Néstor Kirchner es insólita. Está muerto y lo imputan como si estuviera participando de este juicio”.

Luego, dividió la denuncia contra CFK en “dos períodos”. El que va de 2008 al 2015 y el que se inicia en 2016. ¿Por qué? Porque los hechos que se están abordando en este juicio que se realiza ante el TOF 2 ya fueron juzgados con anterioridad y todos los acusados recibieron el sobreseimiento. Fueron juzgados en la justicia federal de Santa Cruz. Con la llegada de Mauricio Macri al gobierno, Cambiemos volvió a insistir con la misma denuncia a instancias del entonces director nacional de Vialidad, Javier Iguacel. Logró que Comodoro Py (que no era competente en lo que hace a la obra vial de Santa Cruz) le diera impulso. Poco les importó que nadie puede ser juzgado dos veces por un mismo hecho.

“El 12 de enero de 2016, Macri nombra a Iguacel en la Dirección nacional de Vialidad. Lo primero que hizo Iguacel cuando llegó a este organismo -es la resolución número 1-, fue hacerse eco de las viejas denuncias, intervenir el distrito de Santa Cruz y ordenar la realización de una auditoría de todas las obras adjudicadas en la provincia. Tenía como norte acreditar esos delitos hasta ahora inexistentes”, explicó Beraldi.

Para eso, Iguacel viajó con su tropa a Santa Cruz en “un procedimiento que tuvo características lamentables. Llegaron a Santa Cruz, bajaron de un avión y se metieron en un patrullero para ir a la dirección de vialidad provincial”, recordó el defensor de la Vicepresidenta.  Acto seguido se pasó el video con el testimonio del testigo David Eduardo Bahamondez, quien trabajaba en vialidad de Santa Cruz y dio precisiones de cómo fue aquel episodio bochornoso.

El resultado de la auditoría que ordenó Iguacel se conoció el 15 de marzo de 2016. El trabajo demolía el plan del macrismo. Beraldi mostró pasajes de ese estudio: “Los auditores de la Dirección Nacional de Vialidad puestos por Iguacel llegaron a la conclusión que del examen practicado no se evidencia deficiencias constructivas de relevancia como tareas que hayan sido certificadas sin ejecutarse salvo casos detallados. De todas maneras, los desajustes de obra no se consideran relevantes en relación a la magnitud de las respectivas obras”.

“Grande habrá sido la sorpresa de Iguacel cuando la prueba con la que pensaban hacer la denuncia le salió por sentido opuesto”, indicó Beraldi. En esa línea se mostró el testimonio de Justo Pastor Romero, uno de los firmantes de la auditoría, quien dijo que sus “informes nunca eran utilizados para nutrir una causa judicial. Para nosotros fue un hecho inédito”. “Poco les importó nuestro informe porque no se ha realizado ninguna mejora sino que obras que estaban próximas a terminarse y en las que hicimos recomendaciones tampoco se terminaron. Se dejaron abandonadas con el perjuicio que esto conlleva para el Estado nacional”, señaló.

Iguacel, no obstante, se presentó en Comodoro Py. Con una duplicación de denuncia, el funcionario macrista logró que la causa quedara en manos de los fiscales Gerardo Pollicita e Ignacio Mahiques, que fueron quienes le dieron impulso a la causa que hoy está en juicio.

La acusación fiscal al desnudo

En la primera audiencia del alegato de la defensa de CFK, los abogados se centraron en derribar la acusación de la existencia de una asociación ilícita.

Beraldi decidió mostrar la acusación “en primera persona”, es decir, repitió pasajes del alegato de Luciani. Hizo lo mismo con los testimonios que derriban la acusación. De esta forma, confrontó la acusación y la prueba. “Lo vamos a mostrar porque no se conoce, no tuvo cobertura” mediática. El debate, a su criterio, no fue todo lo público que debía ser. Por ejemplo, los medios hegemónicos de comunicación dedicaron una gran cobertura al alegato de Luciani pero no mostraron el desarrollo previo del juicio, en el que la inmensa mayoría de los testigos derribó la acusación. Ahora tampoco le dieron una cobertura de relevancia a la defensa de CFK.

“Vamos a explicar cómo la acusación ha hablado de que existió durante los años 2003 a 2015 una asignación fraudulenta de fondos hacia la provincia de Santa Cruz y que esa designación tuvo lugar en el marco de una asociación ilícita que integraban los expresidentes de la Nación,  varios de sus funcionarios y además el empresario amigo. Entonces vamos a empezar por una cuestión central: que no existen cuestiones no judiciables. Después pasaremos a cuáles son los instrumentos que se utilizaron para que esta asignación tuviera lugar”, explicó Beraldi.

Así, por ejemplo, mostró el testimonio de Alberto Fernández, que fue jefe de Gabinete al momento de los hecho: “No existe ninguna norma sobre cómo se distribuye el gasto en la obra pública, es una decisión política de carácter no judiciable”, dijo el actual Presidente. Lo mismo sostuvo Capitanich: “No hay ninguna norma que diga cómo se tiene que aplicar la cantidad de dinero, si por jurisdicción o por número de habitantes. No está normado”. Es decir: la fiscalía está cuestionando una decisión política, como se hizo, por ejemplo, con el Memorándum de Entendimiento con Irán.

¿Qué dicen Luciani y Mola en este juicio? “'Que Néstor y Cristina definieron por sí mismos toda la política presupuestaria’. ¿Ustedes creen que exagero? Miren”, dijo Beraldi y mostró a Luciani afirmando que el Congreso tuvo una “participación marginal cuando sancionaban las leyes” entre 2003 y 2015. La referencia es a la Ley de Presupuesto, la ley de leyes que se vota anualmente en el Parlamento y que se tomó como “instrumento del delito”. “¿De dónde sale que la intervención del Congreso era marginal? ¿Eran tontos los legisladores?”, se preguntó Beraldi.

Para desarmar esa acusación, el abogado de Cristina dividió “el proceso que se sigue para elaborar el proyecto de ley de Presupuesto” y “cómo ese proyecto se termina debatiendo y sancionando”. Mostró el marco normativo y diversas afirmaciones de los testigos que dan cuenta del gran debate que provoca la ley de Presupuesto.

“Existe la fantasía de que en la Ley del Presupuesto van asignadas partidas para que gane alguien. Como Lázaro Báez. Se lo preguntamos al jefe de gabinete de aquel entonces y actual Presidente. Nos dijo que esto está muy alejado de la realidad y suena a disparate”, explicó Beraldi. Acto seguido se escuchó nuevamente el testimonio de Alberto Fernández en el juicio: “Perdóneme, no quiero ser irrespetuoso. Hay una suerte de fantasía de que se juntan 2 o 3 personas y deciden mandarle plata a alguien y eso pasaba sin que nada pasara. Eso es imposible que pasara”.

Beraldi agregó: “Vamos a mostrar prueba concluyente que ubica a la acusación en el plano del ridículo”. ¿Qué mostró? Dos presupuestos propuestos por la oposición en los que se incorporó la misma planilla de obras que incluían a Báez, sin ninguna modificación presupuestaria. “Se habla de presupuestos que incluyen obras de manera fraudulenta, que se asignan recursos a Santa Cruz de forma fraudulenta y nos enteramos que la oposición presenta al menos en dos años el mismo financiamiento para las mismas obras. ¿Cómo se sale del ridículo?”, se preguntó el abogado.

Así, con esta minuciosidad, Beraldi, a lo largo de 7 horas, pulverizó cada una de las acusaciones de fiscalía. Fue punto por punto.

Por ejemplo, rebatió la afirmación de la fiscalía de que además del Presupuesto se utilizaron Decretos de Necesidad y Urgencia; fondos del fideicomiso creados por el decreto 976/2001; y reasignación de partidas presupuestarias para beneficiar de forma irregular a Santa Cruz.

“Lo que ha formulado la acusación es que de manera sistemática Néstor Kirchner y Cristina Kirchner decidieron aumentar sin intervención del órgano legislativo partidas presupuestarias a través de un método excepcional. Esos fondos terminaban siendo otorgados por los presidentes a favor de su amigo Lázaro Báez”, explicó Beraldi. La fiscalía mencionó como otro de los vehículos para cometer el supuesto delito una serie de DNU que se habrían usado para reasignar partidas “sin intervención del Congreso”. “¿Pero qué pasó? Fue exactamente lo contrario. El Congreso validó todos los DNU mencionados en esta causa como instrumentos del delito”, remarcó Beraldi.

“¿Cómo puede ser que después de todo lo que se ve en el juicio y en el alegato se dice que esto se hizo a espaldas del Congreso? Es falso”, cuestionó Beraldi.

De la misma forma fustigó la acusación en torno a los fonos del fideicomiso creados por el decreto 976 y a la reasignación de partidas que, dijo, “es una atribución de los jefes de Gabinete”. Y no hay ningún jefe de ministros citado como imputado. “¿Se dan cuenta el disparate que todo esto significa cuando se lleva a un plano de evaluación racional?”, les preguntó Beraldi a los jueces.

Dos hechos nuevos e ilegítimos

El abogado de CFK explicó que la “acusación original fue derrotada ampliamente durante todo el desarrollo de la audiencia de debate”. Por eso, “frente al fracaso estrepitoso”, los fiscales Luciani y Mola “inventaron dos hechos que nunca fueron discutidos” y se catalogaron de forma “rimbombante” para lograr un efecto mediático. Se trata de lo que los fiscales llamaron “Apagón Informativo” y el “Plan limpiar todo”.

Estos dos hechos los fiscales los introdujeron “de forma ilegítima a su alegato” porque no fueron abordados durante el juicio. Se vulneró el derecho a defensa. No obstante, Beraldi se dedicó a cuestionarlos.

Los fiscales dijeron que entre 2003 y 2015 el Congreso sufrió un apagón informativo, es decir, que no tenía capacidad de control ni fue debidamente informado de cómo se asignaban las partidas que luego el propio Parlamento votaba.

“La acusación dice que 34 obras de las 51 se informaron al Congreso de una manera equivocada”, dijo Beraldi. Y que sobre otro grupo de 17 obras el Congreso jamás fue informado. “Es todo mentira”, aseguró Beraldi. “Estas 34 obras aparecen. También sus códigos presupuestarios. Las obras son fácilmente identificables en las leyes de presupuesto”, indicó y mostró los documentos donde esas obras efectivamente figuran.

“Esto supera cualquier límite de lo excusable. Dicen que en el presupuesto no están las obras y están. ¿Nos están tomando el pelo? ¿Tan tontos creen que somos? ¿O creen que corren con el caballo del comisario? Acá está mostrado que es falso lo que dijeron. Que mintieron”, sentenció. Y enfatizó: “La acusación fue construida de una forma inexplicable”. 

A las 15 en punto, Beraldi cerró la primera audiencia del alegato de CFK. El abogado adelantó que este martes abordará la operación “Limpiar todo”, “otro hecho escandaloso que la fiscalía construyó con mentiras y calumnias” para “que la repliquen los medios de comunicación”. “Les garantizo que cuando vean el ‘Plan limpiar todo’, no van a salir de sus asombro”, adelantó.

Para cerrar, de cara a los jueces, Beraldi aseguró que “todo esto es gravísimo. "Cuando dicten la sentencia van a tener que valorar cada una de estas cuestiones, de manera objetiva”, afirmó. Si lo hicieran, el caso se caería. ¿Qué hará el tribunal?

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