Los Macri pidieron que la Corte intervenga “urgente” en su pedido de desplazar a la jueza Marta Cirulli, que anteayer decretó la quiebra de Correo Argentino. Lo hicieron otra vez ante el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) porteño, alineado con el macrismo pero cuya intromisión en este expediente ya fue rechazada por la Cámara Nacional en lo Comercial.
Este nuevo escrito ante el TSJ de la Ciudad lo presentó Edgardo Próspero Poyard en representación de Socma Americana, la empresa dueña de las acciones de Correo Argentino y que deberá hacerse cargo del pago de sus deudas ya que la firma que hoy está quebrada no tiene ni actividad ni fondos.
Tal como informó El Destape, los Macri le pidieron al TSJ porteño que interviniera en su favor para desplazar tanto a la jueza Cirulli como a la fiscala Gabriela Boquin. En ambos casos el tribunal porteño jugó alineado con el macrismo y le indicó a las juezas Maria Lilia Gomez Alonso y Matilde Ballerini, de la Sala B de la Cámara Nacional en lo Comercial, que revisaran su negativa de apartar a las magistradas díscolas. Las camaristas les contestaron que eran jueces locales y no tenían nada que hacer en un expediente a nivel nacional.
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Ante la negativa de las juezas Gómez Alonso y Ballerini de revisar su rechazo al desplazamiento de Cirulli y sumado ahora a que la propia Cirulli decretó como correspondía la quiebra de Correo Argentino, los Macri fueron otra vez al TSJ porteño y solicitaron “la urgente elevación (…) a la Corte Suprema de Justicia de la Nación para que dirima la contienda de competencia suscitada entre este Tribunal y la respectiva Sala de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial”.
Es a todas luces un manotazo de ahogado para ganar tiempo y destinado al fracaso. La quiebra decretada por la jueza Cirulli ya es un hecho. Incluso su apelación en el fuero Comercial, el que corresponde, no tiene efectos suspensivos. Es posible que el TSJ porteño quiera pasar otro papelón jurídico si les habilita esta vía a la Corte. Pero ahí los antecedentes no juegan a favor de los Macri.
Cada vez que la Corte intervino en el caso Correo falló contra los Macri. En 2009 les dijo que no podían compensar su deuda con el Estado con las supuestas deudas que el Estado tiene con ellos y que reclaman en varias causas que siguen en trámite; en 2018 la Corte ratificó a la fiscala Boquin en su cargo.
Y algo más. Hace pocos días el propio procurador interino Eduardo Casal, también alineado con Macri, dictaminó que el TSJ porteño no puede intervenir en una causa que tramita en la Justicia Nacional, tal como pretenden los Macri en el caso de su deuda con el Estado.
El TSJ responde a Macri. Lo preside Inés Weinberg, a quien Macri propuso en su momento para ocupar la Procuración General de la Nación. Lo integra también Santiago Otamendi, ex viceministro de Justicia en el Gobierno de Cambiemos. Lo completan Luis Lozano, Alicia Ruiz y Marcela De Langhe. Los jueces Weinberg, Otamendi y De Langhe son los que conformaron la mayoría para cumplir los deseos de los Macri en el caso Correo. ¿Reincidirán?