La camarista Ana Figueroa confirmó en la Justicia lo que era un secreto a voces: que apenas asumió Mauricio Macri fue presionada por el subsecretario de Justicia Juan Bautista Mahiques, quien la visitó en su despacho, algo que el actual Fiscal General porteño había desmentido públicamente. También relató cómo se la persiguió en el Consejo de la Magistratura donde tuvo expedientes abiertos a manos del propio Mahiques, que era consejero. Y denunció el mecanismo de “apriete” que ejecutó el macrismo en la Justicia. El rol de los medios.
La declaración de Figueroa, integrante de la sala I de la Cámara Federal de Casación Penal, se dio en el marco de la causa que se abrió para investigar las presiones de Cambiemos en la Justicia. El fiscal Ramiro González, que tiene delegada la causa, le envió el jueves pasado un pliego de preguntas que la jueza respondió este viernes.
En el punto D, donde se le preguntó que “diga todo lo que supiere del hecho investigado”, esto es, de las presiones que sufrió, Figueroa respondió por escrito que el martes 15 de diciembre de 2015, Mahiques se presentó en su vocalía, a las 10 de la mañana, aproximadamente. Entonces, el funcionario era encargado de las Relaciones con el Poder Judicial. ¿La excusa de la visita? “Coordinar la visita oficial del señor Ministro Germán Garavano al acto público al que había sido invitado”, que se realizaría el 21 de diciembre. “A tales fines estrictamente institucionales recibí en mi despacho al funcionario Juan Bautista Mahiques, a quien no conocía y con quien no había tenido previo trato directo alguno, ni personal ni telefónicamente. En esa oportunidad y luego del diálogo correspondiente a dicho evento, para mi sorpresa el nombrado me preguntó cuánto iba en demorar en sacar una sentencia en particular, la correspondiente a la causa conocida como la de la ‘Inconstitucionalidad del Memorándum con Irán’, a la que el nuevo gobierno inmediatamente asumido con fecha 14/12/2015 había desistido del recurso de casación interpuesto por el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación”.
“Como no es habitual que un funcionario del Poder Ejecutivo pregunte por un proceso en trámite -en el caso donde el propio Estado Nacional era parte-, sorprendida le respondí que a tenor de la independencia del Poder Judicial y el principio republicano de división de poderes, no entrara a mi despacho a hacer ese tipo de preguntas”, afirmó Figueroa en su testimonial, donde está obligada a decir la verdad.
“Si bien no recuerdo las palabras exactas de Mahiques, el nombrado me contestó e hizo saber, que el Ministro Garavano quería que dicha sentencia se dictara con anterioridad al acto, para así concurrir a la presentación del informe de gestión. Le respondí entonces ‘que no venga si no quiere’ e invité a Mahiques cordialmente a retirarse. El funcionario se retiró y desconozco si realmente aquella era la voluntad del ministro”, agregó, y complicó la situación del actual Fiscal General porteño.
La jueza dijo que durante la entrevista en el Programa “Toma y daca”, conducido por el periodista Mariano Martín, no dio el nombre de quien la apretó “por una cuestión de prudencia funcional, distinto es una declaración testimonial en un proceso donde se impone declarar la verdad, por ello lo expreso ahora en tiempo y forma oportuna”.
En su momento quien retomó los dichos de la camarista y sí mencionó a Mahiques fue la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Es que si bien Figureoa no lo había mencionado, lo había dado a entender.
El contrapunto creció cuando vía Twitter, Mahiques salió al cruce de los dichos de la camarista: “Me gustaría que la jueza Ana María Figueroa aclarase que jamás acudí a su despacho, y que no existió el intercambio que se insinuó hoy en @tomaydacaradio. Lamento que se falte a la verdad en un contexto como el que estamos viviendo”.
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En su testimonial, la jueza le respondió: “Probablemente el nombrado no recuerde los sitios a los que acudió hace algunos años, pues la labor de gestión de un alto funcionario sea una actividad muy intensa, pero ello es la estricta verdad”.
El rechazo de Figueroa a las presiones de aquel día tuvieron sus consecuencias.
“En ese entonces, no tenía información de lo que luego se conoció como ‘lawfare’”, narró Figueroa, en referencia al “mecanismo de hostigamiento constante y sistemático, mediante un complejo despliegue de un aparato partidario, mediático e institucional” que desarrolló el macrismo. “De modo que no pude dimensionar que la visita de Mahiques en aquella oportunidad sería la iniciación de un proceso con pretensiones de condicionar las decisiones de los miembros del Poder Judicial en general y en mi caso en particular. Estimo que probablemente la suscripta haya sido el primer caso de ‘lawfare’, dado que no tengo registro de la existencia de otro anterior al 15/12/2015 contra magistrados, tan inmediatamente asumido el gobierno bajo la presidencia del ingeniero Mauricio Macri”, escribió.
Es que luego de ese intercambio, la camarista dijo que comenzó una “difusión de aparentes listas negras -en las que me incluían-, con nombres de magistrados que el poder político de turno pretendía destituir”. Esto incluyó denuncias mediáticas constantes y expedientes para presionar a los magistrados en el Consejo de la Magistratura.
"Las referidas e infundadas denuncias ante el Consejo de la Magistratura del Poder Judicial de la Nación y las publicaciones mediáticas constituyeron mecanismos de presión con una clara pretensión de disciplinamiento", consideró la camarista.
El mecanismo
“La metodología utilizada para la sistemática persecución”, escribió la jueza, “eran similares. Primeramente, se difundían listas de nombres de magistradas/os que la prensa aseveraba que serían ‘objetivos’ del gobierno de turno, imputando falsamente mal desempeño e ilícitos tratando de desprestigiar la imagen del funcionario. El mensaje evidenciado de estas noticias era claro en cuanto a que ellos debían ‘optar’ por un pedido de su jubilación o serían removidos”, aseguró. Y contó que “luego de que se anunciara que tres camaristas específicos estaríamos ‘en la mira’ del “gobierno” (nótese la metáfora amenazante graficada de un disparo) que deberíamos ‘elegir’ entre la jubilación, el traslado o la remoción, dos de ellos escogerían las dos primeras opciones y la suscripta resistió y siguió en su cargo de magistrada”.
“Nunca imaginé que a los siete meses de dicha visita, en julio de 2016, me iniciaran tres abiertamente infundadas denuncias con diferencias de cinco días entre ellos (del 14 al 19 de julio de 2016) que, sin méritos ni pruebas, se mantuvieron latentes durante más de tres (3) años hasta que reglamentariamente debieron ser archivadas” en el Consejo de la Magistratura, recordó la camarista.
¿Quién instruyó esos expedientes, que se mantuvieron abiertos casi todo lo que duró el macrismo? “El representante del Poder Ejecutivo Nacional ante el Consejo de la Magistratura de la Nación, el consejero Juan Bautista Mahiques”, explicó Figueroa.
“Relaciono los hechos que a la primera semana de asunción del nuevo gobierno constitucional, Mahiques se apersonó a mi despacho y luego de invitarlo a retirarse, debí soportar tres falsas denuncias en base a noticias periodísticas -con una clara línea editorial-, las que por su evidente falsedad debieron ser desestimadas de plano y, sin embargo, tramitaron durante el plazo máximo posible de más de tres (3) años bajo la dirección del instructor Juan Bautista Mahiques”, agregó la magistrada, dejando en claro cómo presionó el gobierno de Mauricio Macri a los jueces que no fallaron en sintonía con los intereses de la Casa Rosada.
En pos de remarcar el mecanismo de apriete, Figueroa, resalató: “Quiero destacar que la información que brindaban algunos medios de comunicación luego se traducía en actos institucionales concretos. Algunos hechos falsos enunciados mediáticamente, luego tenían correlato en falsas denuncias ante el Consejo de la Magistratura de la Nación, como fue este caso”.
Y contó, sobre la presión desde los medios, que “el mecanismo de hostigamiento era público y acaeció sistemáticamente desde fines de 2015 a fines de 2019, no escatimando esfuerzos en ejecutarlo en períodos de descanso, vacaciones o días festivos”.
Citó algunas notas en su contra, como las siguientes:
-“Pedirán juicio político a la jueza Kirchnerista de Casación Ana María Figueroa” (23/12/2016).
-“El gobierno buscará remover a cuatro polémicos jueces este año” (13/02/2017). Figurábamos Freiller, Rafecas, Figueroa y Hergot, en ese orden.
-“Ana María Figueroa, la camarista más ‘apuntada’ por el oficialismo” (12/02/2018).
- “Primer paso de la denuncia contra la jueza Figueroa” (16/02/2018).
“El Gobierno presiona para que avance el caso en su contra, pues aspira a otra vacante para ocupar con un juez más cercano a su mirada”.
-“Avanza el juicio político contra una camarista clave de Casación. Se trata de Ana María Figueroa, vinculada al Kirchnerismo y uno de los objetivos de Macri” (16/02/2018).
Otros casos
Al caso de Figuero se suma el de otros jueces, ya que la investigación en torno a la presión de Mahiques se acumuló con la causa 2416/20, que se abrió con la denuncia de los legisladores nacionales del Frente de Todos y apunta a la Mesa Judicial del macrismo.
Un grupo de diputados y senadores del FdT apuntaron días atrás contra las presiones e interferencias del gobierno de Macri en el Poder Judicial para direccionar investigaciones que le eran de su interés. “Se hace saber que la maniobra fue planificada, dirigida y ejecutada desde una denominada ‘Mesa Judicial’, integrada por el ex Presidente de la Nación, Mauricio Macri, funcionarios de su gobierno y operadores judiciales, entre los que señalan al Dr. Germán Garavano, Dr. Juan Bautista Mahiques, Escribano Gustavo Arribas, Dr. José Torello, Dr. Pablo Clusellas, Dr. Bernardo Saravia Frías, Dr. Fabián Rodrígue Simón y Dr. Daniel Angelici”, escribió González en su dictamen.
Este otro expediente suma los casos de varios jueces como el del camarista Alejandro Slokar o el de los laborales Luis Raffaghelli, Diana Cañal, Mirta Gonzalez Burbridge, Enrique Arias Gibert y Graciela Marino, entre otros.