Metido en la interna de Juntos por el Cambio, Mauricio Macri volvió a mostrarse con dirigentes bonaerenses. En este caso, se reunió con La Territorial, una línea interna que nació hace pocos días en la provincia para disputar poder y, según se autodefinen, consolidar la alianza opositora pese a que el Grupo Dorrego no los mira con buenos ojos. Antes del encuentro, el ex presidente se comunicó con los intendentes que sobrevivieron a la debacle electoral del 2019 para informarles la reunión y evitar enojos de los propios.
La foto lo puso en una situación complicada porque uno de los asistentes, el diputado Alex Campbell, confirmó que dio positivo de coronavirus y estuvo al lado del ex presidente. El hombre del PRO estará aislado hasta el sábado, momento en que se hará un hisopado, según confirmaron desde su entorno.
"Después de tener contacto estrecho positivo de COVID-19 por mi esposa, decidí no esperar e hisoparme y el resultado es positivo para mi también (por segunda vez). Por favor, sigamos cuidándonos, y ante cualquier síntoma o posible contacto, hagámonos el test como corresponde", publicó Campbell en su cuenta de Twitter dos horas después de la reunión con Macri y una veintena de dirigentes.
Una semana después de haber bancado al Grupo Dorrego, Macri estuvo en San Isidro con los dirigentes de La Territorial, un espacio conformado por aquellos que perdieron las elecciones municipales en 2019 y que tienen la intención de volver a postularse en sus distritos en 2023. "Lo nuestro no es contra de nadie, es a favor de Juntos por el Cambio y Mauricio lo entiende así", explicaron desde ese sector y aseguraron que apoyarán al que mejor esté para disputar la provincia, sea quien sea, con el objetivo de consolidar la alianza en Buenos Aires.
En un momento de muchas internas en Cambiemos, Macri salió a contener a la tropa. Se reunió con unos y con otros para no alterar a nadie, algo que algunos dirigentes criticaron sobre su gestión como presidente. Una de las grandes fallas del PRO, analizó un referente del espacio, fue no haber charlado con los propios de cada punto del país antes que con los ajenos. Les daba, dicho mal y pronto, fiaca hacerlo. Esto empezó a revertirse con la presidencia partidaria de Patricia Bullrich que comenzó a recorrer toda la Argentina con reuniones sociales y políticas en torno a su figura.
Uno de los objetivos del PRO para el 2023 será poner una bandera amarilla en cada rincón del país, ganar territorialidad y, en un mediano plazo, generar candidatos en todos los lugares que sea posible. Actualmente, el partido fundado por Macri tiene alrededor de 140 mil afiliados en el país, muy lejos de los dos millones que tiene el radicalismo, el espacio con más construcción territorial de la alianza, y el doble que la Coalición Cívica, a la que algunos describen como de rol testimonial, con 70 mil. Todos, sin embargo, siempre tienen las puertas abiertas para sumar más adeptos.
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Según difundieron desde La Territorial, el ex presidente se refirió a ese grupo como "el presente y el futuro en nuestro país" y celebró que lo mejor que dejó su gestión fueron "dirigentes valiosos y con experiencia". En el encuentro debatieron sobre la situación económica, social y pandémica que vive la provincia, uno de los más duros fue Alex Campbell, vicepresidente del bloque de diputados de Juntos por el Cambio.
En sintonía con el comunicado que sacó el espacio opositor cuestionando las restricciones que adoptará el Gobierno para frenar la pandemia, Campbell criticó a la gestión oficialista a la cual calificó de "cerrada", sin intenciones de "unificar una estrategia consensuada. Ahora frente a nuestra decisión de no alertar un nuevo cierre de la economía en una Argentina que ya no resiste, hablan de oportunismo. El único oportunismo es la vacunación VIP, robándole las vacunas a quienes más las necesitan", señaló el diputado.
La postura dura respecto a las restricciones no es compartida por todos los sectores de Juntos por el Cambio pese a que reconocieron que sirvió para contener al núcleo de votantes y evitar un crecimiento del ala más libertaria comandada por José Luis Espert o Juan José Gómez Centurión. Pero los aperturistas entendieron que la grieta absoluta no puede ser la solución de nada.
La reunión contó con la participación de todos los dirigentes de La Territorial: Lucas Delfino (Hurlingham), Alejandro Finocchiaro (La Matanza}, Martiniano Molina (Quilmes), Santiago López Medrano (San Martín), Segundo Cernadas (Tigre), Ezequiel Pazos (José C. Paz), Leandro Costa (Escobar), Agustina Ciarletta (San Fernando), Gastón Di Castelnuovo (Ituzaingó), Gabriel Mercuri (Lomas de Zamora), Rita Salaverry (Luján), Pablo Alaniz (Florencia Varela), Rubén Barabani (Ezeiza), Santiago Mac Goey (Cañuelas), y Carlos Kambourian (Malvinas Argentinas).
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La relación con el Grupo Dorrego
Poco antes de la reunión con La Territorial, Macri llamó al Grupo Dorrego para avisarles del encuentro y evitar susceptibilidades innecesarias. En la comunicación también les consultó sobre su percepción en torno a las nuevas restricciones para frenar la segunda ola de coronavirus. A diferencia de los dirigentes que perdieron los comicios, los intendentes opositores tienen responsabilidad de gestión y, por lo tanto, menos margen para criticar de forma contundente. De hecho, el martes Néstor Grindetti pidió afectar la menor cantidad de actividades con los nuevos cierres que apuntarán, más que nada, a la nocturnidad y la recreación. Este punto preocupa porque no quiere golpear, igual que la ciudad, al sector gastronómico.
El 30 de marzo Macri se reunió con su primo, Jorge, el intendente de Vicente López y encargado de pedir la foto como una clara muestra de apoyo a su sector. Del encuentro también participaron Néstor Grindetti, de Lanús, Julio Garro, de La Plata, Guillermo Montenegro, de General Pueyrredón, Diego Valenzuela, de Tres de Febrero, Héctor Gay, de Bahía Blanca, Pablo Petrecca, de Junín, y Javier Martínez, de Pergamino.
Mauricio les dijo que es importante consolidar un proyecto provincial sostenido por los intendentes que conocen el territorio y que ganaron en 2019. Para ello, destacaron el haber sostenido la unidad en este año y medio pero advirtieron que el desafío radicará en la amplitud del espacio manteniendo la coherencia entre los discursos y las acciones llevadas a cabo, como la campaña de vacunación y el preocupante aumento en los casos de coronavirus.
El Grupo Dorrego no tiene un camino sencillo. Juntos por el Cambio apoyará el candidato o candidata que más mida, sea Diego Santilli o María Eugenia Vidal, si quisiera retomar la gestión pública. En esos planes, aparece muy lejos la postulación de Jorge Macri que hace tiempo trabaja en la construcción de su imagen. En ese camino, pese a lo que otros puedan pensar, consideró que una foto con su primo iba a ser favorable a su campaña y el momento ideal para sacarla fue hace una semana.
En la ruta de la construcción, los intendentes se reunieron con María Eugenia Vidal hace diez días y le pidieron que se candidatee, algo que ella, en 2019, había pedido que no hicieran. La ex gobernadora les dio lo que le solicitaron hace un año y medio: espacio para crecer con la condición de que no le exijan una postulación. La semana que viene, o la otra, podrían volver a verse las caras.