El periodista y conductor Roberto Navarro analizó el clima social en la Argentina en la era de Javier Milei y reflexionó sobre el acostumbramiento que está atravesando la población ante el ajuste de la gestión libertaria. “Y mucha gente se va acostumbrando a la miseria de Milei, en muchos sentidos”, apuntó Navarro en su editorial en El Destape 1070. Afirmó que del otro lado no hay una alternativa que les dé esperanza.
El periodista comenzó planteando la demonización a la protesta por parte de los libertarios y afirmó que “para muchos una mala palabra” cuando “es un derecho de los trabajadores que se ganó con sangre literalmente luego de décadas de lucha” y “hoy está demonizado y cualquier papanata lo repite”.
Este proyecto lo hacemos colectivamente. Sostené a El Destape con un click acá. Sigamos haciendo historia.
“Un trabajador dice que el que está en el aeropuerto no puede hacer huelga porque lo molesta, y otro dice que la maestra no puede hacer huelga porque los chicos no tienen clase, y otro dice que el médico no puede hacer huelga porque hay que tener la salud y otro dice que los del puerto no pueden hacer huelga porque necesitamos exportar. Entonces, nadie puede hacer huelga, es decir, nadie puede ejercer el derecho a defender su salario, ¿Cuánto va a ser el salario en Argentina en esos términos?”, disparó.
En este sentido, enfatizó que “muchos se van acostumbrando” y recordó que “hace unos meses que el Gobierno tenía guardado en galpones, toda la comida que había comprado el gobierno de Alberto Fernández para distribuir entre los que tienen un ingreso menor al que se necesita para comer, en ese momento hubo repercusión cuando todavía no nos habíamos acostumbrado, pero ya no se habla de eso”.
“Milei no sólo duplica la cantidad de indigentes por ingresos, sino que suspende la entrega de alimentos, de hecho no compro más alimentos. Así que los argentinos sabemos que tenemos la información, de que prácticamente uno de cada cinco argentinos no tiene para comer y nos acostumbramos a la vida, sigue, sigue”, agregó.
"Y nosotros nos vamos acostumbrando, porque no hablamos del hambre los pibes, seguimos, los dejamos atrás. Porque acostumbrarse es resignarse y si te acostumbras y te resignas entonces ganó Milei y entonces va a instalar este sistema de miseria por mucho tiempo”, planteó y lamentó que la otra mitad que no lo votó está como resignada acostumbrada e hizo un llamado: “No nos acostumbremos, no sigamos adelante y tengamos el temple, la decisión, el coraje y la dignidad de resistir”.