El economista Diego Giacomini arremetió contra el presidente Javier Milei, su examigo, por la inconsistencia en cómo el Gobierno presenta el superávit fiscal como una medida exitosa. El Ministerio de Economía no considera para el cálculo ni la variación de capital de los títulos ajustados por CER ni los intereses que generan las Letras capitalizables. Se estima que están escondidos en esta contabilidad intereses por 1,6% del PBI que se reconvertirán en nueva deuda. Simplemente, los intereses que afrontaba el Banco Central por la esterilización de pesos de la economía, ahora los paga el Tesoro con cargo a los impuestos.
A través de la red social X, Giacomini sostuvo que "los intereses nominales de las LECAPs (gasto público no computado) son casi el triple del superávit nominal del cual se ufanan Javier Milei y Toto (Luis Caputo); ergo, el déficit nominal de verdad es en realidad casi el doble del superávit informado". Y sentenció: "Es la contabilidad creativa más grande la historia".
"Están asumiendo que no sólo se hace el roll over de todos los vencimientos de capital, sino también de todos los intereses; lo cual implicaría que todos los privados que compran LECAPS estarían gustosos de regalarle su plata al Estado para siempre. Delirio", recalcó el economista que supo ser muy cercano al jefe de Estado.
Fuego "amigo"
Otro economista ortodoxo como Roberto Cachanosky también cruzó al Gobierno por las debilidades del tan festejado superávit. En X, se preguntó: "¿Hay superávit financiero? La realidad es que no se están computando los intereses devengados mensuales de las LECAPs, que es la deuda que le transfirió el BCRA al Tesoro".
En la misma tónica, explicó: "Si se agregan los intereses mensuales, desde abril solo un mes tuvo superávit financiero. Tomando el período enero-septiembre se pasa de un superávit de $ 2,4 billones a un déficit de $ 4,4 billones". Y agregó: "Se está acumulando un problema similar al de los pasivos remunerados pero ahora en cabeza del Tesoro".
El ajuste del gasto primario comparado de los primeros nueve meses fue de 30%, según el análisis de los datos oficiales. En la primera parte del año, la poda en jubilaciones explicó buena parte del recorte general, que alcanzó a todas las partidas destinadas a gasto social. Sin embargo, para las cuentas fiscales, el superávit se alcanzó con la postergación de pagos de la energía y de transferencias obligatorias que debían realizarse a las provincias. Cuando esos pagos se regularicen el superávit desaparecerá.