Sin saber cómo, Mauricio Macri pelea para preservar una cuota de poder en medio de la euforia libertaria. El debate por el proyecto de Ficha Limpia mostró al ex presidente indignado por la traición de Javier Milei, la especie de extrema derecha que él proyectó a lo más alto, primero con su fracaso y después con su apoyo directo, en detrimento de los candidatos del PRO. En lo que parece un callejón sin salida, Macri se infiltra entre los guardianes de la república, en una involución hacia el papel de fiscal anticorrupción, que le queda mal. No lo ve, pero se superpone así con el lugar testimonial que ocupa desde hace décadas -y con bastante más gracia- Elisa Carrió.
El poder hoy lo tiene Milei, un líder no contemplado que tiene intereses y modos incompatibles con los de Macri en varios aspectos. Con el aire que ganó en los últimos 45 días, el presidente desmintió la tesis que Marcos Peña repetía en su tiempo de auge. El ex jefe de gabinete de Macri decía que en Argentina no podía existir un Bolsonaro porque estaba el PRO. Ya no está más. Por lo menos, así lo siente Milei, que además utiliza a Patricia Bullrich para comerle el hígado al macrismo residual.
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En tránsito hacia elecciones en las que espera traducir en el Congreso el apoyo del pueblo de derecha, Milei prefiere tener enfrente y no proscripta a Cristina Fernández de Kirchner. Es una diferencia no menor con el revanchismo explícito que Macri ejecutó a través de Comodoro Py y que no dio resultado. Las versiones de un acuerdo entre Milei y la ex presidenta se basan en especulaciones y también en canales reales que conectan los dos polos del sistema. Es probable que regresen a partir del martes, cuando Unión por la Patria decida en la reunión de bloque si apoya o no la reelección de Martin Menem como titular de la Cámara de Diputados. Enemistados con el gobierno, los cuatro diputados de La Rioja dicen que nadie consultó a Ricardo Quintela y se preparan para votar en contra de la conducción del bloque. Las heridas están abiertas.
La saga de Milei en el poder recién empieza y nadie sabe cuánto puede durar. Pero hasta acá, la derecha puede decir que aprendió del fracaso de Macri. Desde el manejo del poder, hasta la decisión de mantener el control de cambios y lanzar un blanqueo sui generis que desactivó la presión sobre el dólar y le tendió un puente hacia el año electoral. La debilidad del ingeniero nace de su negación: no quiere ver que la vieja polarización murió y se lo llevó puesto.
El ex panelista controla al Congreso y a los gobernadores con una fuerza ínfima que arrastra a la mayor parte de la dirigencia política, desde el PRO y los viudos de Cambiemos hasta una tajada del peronismo. Tiene capacidad de veto y una agenda que pone a la oposición a la defensiva. Su fortaleza se asienta en la estabilidad cambiaria que logró a partir del blanqueo.
Lo muestra el último informe del Banco Provincia, difundido el viernes pasado. Entre octubre y noviembre, mientras Brasil devaluó la moneda arriba del 10% y el dólar llegó a los 6 reales, el Banco Central acumuló el récord de 3000 millones de dólares en las reservas. Lo excepcional, dice el informe, no fue tanto la liquidación del agronegocio, que de todas maneras aportó una cifra muy alta (U$ 4350 millones) para el tercer trimestre del año. La razón principal de la compra récord está en el boom de deuda que impulsan las grandes empresas, en su mayoría energéticas. En apenas dos meses, con el riesgo país a la baja y una tasa de entre 6 y 7%, la emisión de Obligaciones Negociables de las compañías con intereses en Vaca Muerta llegó a 3450 millones de dólares y asciende en 2024 a unos 9000 millones de dólares.
El quiebre que se dio a partir de agosto -cuando el gobierno logró controlar la inestabilidad- beneficia al Central porque las empresas tienen que liquidar en el mercado de cambios su ingreso de dólares. A eso se suma, el aumento de los préstamos a los exportadores (+ U $1450 millones entre octubre y noviembre), que también se traduce en más reservas.
Los bancos están sobrados. Jorge Brito hijo lo repite en los encuentros con el Círculo Rojo, desde hace semanas. El heredero del Banco Macro reclama al gobierno que cambie la regulación que se diseñó tras el estallido de la Convertibilidad. Desde entonces, las entidades financieras solo pueden prestar dólares a exportadores y proveedores de exportadores. Brito quiere prestar a particulares a través de créditos hipotecarios en dólares. O no le teme a los fantasmas del pasado o lo impulsa la fobia al lucro cesante: los depósitos en dólares se duplicaron con el perdón excepcional de la sociedad Caputo-Bausili.
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No todo es desacuerdo para Brito. El presidente de River coincide con el gobierno, con el xeneize Daniel Angelici y con otros grandes ganadores en el rechazo a la ley de ludopatía: las casas de apuestas son sponsors de 8 de los 28 clubes de Primera y de la Selección. Se pudo ver en el momento en que Diputados votó el artículo 8 de la ley, que prohíbe la publicidad y patrocinio de los juegos de azar y de apuestas en línea. En ese momento, 34 diputados de la UCR y el PRO liderados por Silvana Giudici se fueron del recinto horrorizados. Giudice, que ganó reputación como vocera del Grupo Clarín, también tiene convicciones que la atan a Angelici.
El discurso de la presidenta de la Comisión de Narcotráfico y Adicciones, la bonaerense Monica Frade (CC) apuntó al nexo de la mafia del juego con el poder judicial y la política. Frade dijo que la ley que busca regular a las plataformas online evidencia el conflicto entre la salud mental de los pibes que roban plata a los padres para jugar y la recaudación de los gobernadores. No solo mencionó a las casas de apuestas online -Bplay, Bet Warrior, Betsson, Betano, Sportsbet- y los grandes empresarios del rubro -Angelici, Daniel Mautone, Antonio Tabanelli y Federico De Achaval- sino que apuntó contra un jugador menos conocido: Marcelo Rochetti, accionista de Stepako Pasteko, la SA que es dueña del Bingo Begui y el Casino de Tandil y controla la plataforma de origen británico Bet 365. Frade dijo que Rochetti es socio del operador judicial Alfredo “Fredy” Lijo en la aseguradora Caledonia y recordó que fue jefe de gabinete de un ministro de seguridad bonaerense.
“Ya todos sabemos quién es”, dijo. Se refería a Cristian Ritondo, el candidato de Macri para reemplazar a Menem como presidente de la Cámara. Las primeras licencias de juego en línea se autorizaron en 2018 y la provincia de Buenos Aires concentra el 50% del otorgamiento de las licencias. UP se sobrepuso al espectro de Martin Insaurralde y votó en unidad a favor de la ley.
El tema es clave cuando avanza la lobbycracia de Milei y el oficialismo busca, junto con la eliminación de las PASO, ampliar el poder de los aportantes privados en las campañas.
De cara al nuevo ciclo de negocios, una facción del establishment se dispone a comprar acciones en las empresas que el gobierno pone a remate. Según dicen en la industria, la venta parcial de Transener que incentiva el presidente ya tiene dos potenciales compradores. En primer lugar, los hermanos Patricio y Germán Neuss, herederos de un emporio familiar y muy cercanos a Santiago Caputo. En segundo, Mauricio Filiberti, el socio que José Luis Manzano y Daniel Vila encontraron para quedarse con la distribuidora de luz más grande de la Argentina durante el gobierno del FDT.
Milei tiene una diferencia no menor con Macri. Montado en el esquema de dólar barato y baja de la inflación, pretende combinar los beneficios al poder económico con el apoyo social: recrear una alianza de clases como la que ensayó el menemismo a partir de la ficción contable que se conoció como Convertibilidad. El experimento dejó millones de heridos y récord de pobreza y desocupación. Pero duró 10 años y ejecutó transformaciones estructurales que siguen vigentes.
Un trabajo de la consultora Sentimiento Públicos muestra que, a un año de asumir como presidente, la imagen de Milei empieza a transfigurarse. Un 57% de los consultados dice que lo ve como parte de la casta o en vías de ser casta y un 36% considera que la enfrenta. Hay un corte etario, social y territorial. La percepción de que Milei es casta es mayor entre los jubilados (65%), en los niveles socioeconómicos altos y en el AMBA, pero se reduce en el resto del país (50%) y desciende a un 40% entre trabajadores informales, cuentapropistas y desempleados. Milei mantiene el crédito en los niveles bajos.
La excepción Milei y el sindicato indispensable
El economista que trabajó durante años para Eduardo Eurnekian reconoce que su ascenso al poder no hubiera sido posible en condiciones normales de presión y temperatura. Después de un año durísimo, convenció al establishment y a parte de la sociedad de que la estabilidad llegó para quedarse. Su caso se destaca porque además se mueve a contramano de la región en un doble sentido. Primero en lo económico, porque en los últimos dos meses las monedas de Brasil, Chile, México y Colombia perdieron terreno frente al dólar. Mientras el peso se encarecía, Brasil devaluaba 10% el real. El Banco Provincia estima que el salario formal medido en reales creció 150% en el último año y es récord desde 2003. Los turistas argentinos pueden comprar mucho más en los supermercados brasileños pero menos en su día a día.
La devaluación del real también afecta a las exportaciones industriales porque Brasil es su principal destino. La humillación del gobierno a la UIA apunta a un sector que viene de un año pésimo por el derrumbe del consumo, está entre los perdedores del modelo y teme por el impacto de la apertura de importaciones en sectores mano de obra intensivos. Según la Confederación de Sindicatos Industriales, desde diciembre de 2023 cerraron 2333 empresas -la mayoría pymes- y se perdieron 126 mil puestos de trabajo, la mayoría manufactureros. Solo la última semana, se conoció el despido de repositores en Arcor Córdoba y el cierre de Danica Llavallol después de 85 años, que dejó 150 personas en la calle.
Milei le cobró a la UIA el apoyo que le dio a Sergio Massa en la campaña y profundizó el conflicto con Paolo Rocca. A través de David Uriburu, Techint orienta la política de la central y ahora promueve al dueño de Cerámicas Alberti Martin Rappallini para reemplazar a Daniel Funes de Rioja. Después de haber aprovechado la brecha y el dólar barato para sobrestockerase con importaciones que no estaban ligadas a la demanda durante el gobierno de la unidad peronista, los industriales ahora sufren la revancha de Milei. Por primera vez en muchos años, la UIA estuvo al margen de los sectores que reclamaban una devaluación. El gobierno apunta contra sectores sobreprotegidos como el textil que aumentaban los precios en un contexto privilegiado de salarios atrasados y tarifas planchadas. Milei piensa como José Luis Espert y le sirve incluir a la UIA entre los que se niegan a competir: si se tienta con romper el Mercosur, le va a dar un golpe letal a la industria y va a generar un costo productivo y social enorme.
Milei no solo contradice a la región con la apreciación del peso. Para el analista político Marcelo Brignoni, el triunfo del Frente Amplio en Uruguay confirma la falacia de una ola indetenible de ultraderecha porque solo en Argentina alguien como Milei gobierna y tiene futuro político. En un artículo publicado en La Tecla Eñe, Brignoni apuntó a la falta de autocrítica de la oposición y se preguntó si no habrán influido en el ascenso de Milei una política económica que destruyó la vida cotidiana de los más humildes, la absoluta falta de austeridad del grueso de la dirigencia y la nula democracia interna en la toma de decisiones. El miércoles próxiimo, Buenos Aires será sede de la reunión de extrema derecha global organizada por la CPAC en el Hilton.
Producto de un vacío, la orfandad de las víctimas del modelo perfila nuevas confluencias. Tras su renuncia a la CGT, el sector de Pablo Moyano coincidirá el jueves con la marcha a Plaza de Mayo de las CTA, el SMATA, Aceiteros, Bancarios y la UOM de Abel Furlán, que viene de fracasar en una reunión paritaria con Paolo Rocca. La diferencia es que ahora Hugo Moyano, el líder de la resistencia antimenemista, mantiene a Camioneros junto al colaboracionismo de ayer y de hoy.
El trabajo de Sentimientos Públicos aporta un dato más, propio de un mosaico laboral astillado. Mientras el 54% de los argentinos y el 70% de los centennials prefiere un trabajo con horarios flexibles antes que la relación de dependencia con beneficios sociales y presencialidad plena, sorprende el repunte de la imagen de los sindicatos. Ante la ofensiva de Milei, la mayoría rechaza la afirmación mileista de que son el principal problema del país y 6 de cada 10 coincide con una frase: para que un país avance, es indispensable que tenga sindicatos fuertes que defiendan a sus trabajadores. El contexto es todo. Siete de cada 10 argentinos dicen que en los últimos 6 meses conocieron en forma directa o indirecta casos de personas que perdieron su trabajo. El dato es más alto en la provincia de Buenos Aires y los niveles socioeconómicos más bajos, un núcleo en que el mayor rechazo a la flexibilización laboral es más grande.