La jueza María Servini reabrió la causa por el hackeo al celular del diputado Diego Santilli y ya son tres los expedientes que hay en los tribunales de Comodoro Py por la intrusión a celulares de políticos y jueces. Lo lógico es que hubiera una sola pesquisa sobre el mismo hecho. Lejos de eso, el caso, muy sensible para el mundo político, está fragmentado y lo tienen tres jueces diferentes que avanzan con sus respectivas investigaciones en medio de la campaña electoral.
Las tres causas que giran sobre el mismo hecho son:
- La que investiga el hackeo del celular del diputado Diego Santilli. Está en manos de la jueza María Servini y el fiscal Federico Delgado. Este caso se reabrió pocos días atrás y ahora la magistrada citó a indagatoria al joven Elias Ezequiel Nuñes Pinheiro, de Eldorado, Misiones, quien ya había declarado en esta causa pero como testigo. Este expediente había sido archivado en diciembre del año pasado porque la pesquisa había llegado a un punto muerto. El giro fue porque Nuñes Pinheiro reconoció en otro expediente que él hizo las maniobras de hackeo.
- La que llegó recientemente a manos del juez Sebastián Ramos desde la justicia porteña. Es el caso en que se investiga el hackeo al celular del exministro de Seguridad y Justicia de la Ciudad, Marcelo D’Alessandro, cuya filtración provocó su apartamiento del cargo y diversas causas penales por los hechos que se ventilaban en los supuestos chats. En este caso, cuando tramitó en la justicia porteña, se dio la confesión de Nuñes Pinheiro. La razón por la que la justicia porteña envió a Ramos esta causa fue porque el magistrado también tiene a su cargo el caso del viaje de jueces, funcionarios porteños y hasta un exespía a Lago Escondido financiado por Clarín. D’Alessandro fue parte del viaje. Para intentar explicar lo inexplicable, quienes viajaron dicen que fueron víctimas de un espionaje ilegal y apuntan al kirchnerismo. El fiscal de esta causa también es Federico Delgado, quien le pidió a Ramos que se excuse de intervenir porque en la filtración de chats con D’Alessandro el juez aparece intercambiando con el exfuncionario más de 50 mensajes que revelan una relación muy cercana entre ambos. Ramos rechazó esa posibilidad. Es decir, quien debe investigar a D’Alessandro por el vuelo a la mansión de Joe Lewis y ahora también la intrusión a su celular es una persona que aparece chateando con el exministro de Horacio Rodríguez Larreta.
- La tercera investigación hace foco en el hackeo a los celulares de diversos jueces. Por ejemplo, ante la justicia porteña Nuñes Pinheiro reconoció la intrusión al celular del magistrado Rodrigo Giménez Uriburu (integró el tribunal que juzgó a CFK en el escandaloso juicio de Vialidad). Esta causa sobre el hackeo a los celulares de diversos jueces está en manos del magistrado Marcelo Martínez de Giorgi. Aquí se da una conjunción compleja porque por un lado hay jueces como Giménez Uriburu y el camarista Mariano Borinsky que denunciaron maniobras similares a las del SIM Swap pero también se sumaron ministros supremos como Horacio Rosatti que denunciaron que se sacaron líneas a su nombre. No se trata del mismo mecanismo de “invasión”. El punto en común, por ahora, es que la maniobra también se realizó desde Eldorado, Misiones. Por lo pronto, en la investigación se están analizando todos los casos juntos. Entre eellos, se destacan los de: Rodríguez Uriburu y Andrés Basso (del mismo tribunal); Borinsky y Gustavo Hornos (comparten sala en la Cámara de Casación Penal y visitaban a Mauricio Macri en la Casa Rosada y la Quinta de Olivos); y los de los cortesanos Horacio Rosatti, Ricardo Lorenzetti y Carlos Rosenkrantz.
El hackeo a Santilli
La justicia determinó que el 14 de octubre pasado, a las 14:08, “se registró una operación de cambio de SIMCARD, mediante la modalidad de autogestión”, es decir, el cambio de la tarjeta SIM, para dar inicio a la intrusión del celular del diputado Diego Santilli. La autogestión fueron una serie de preguntas de seguridad que se realizaron para validar la identidad y que no son complejas de responder. El atacante se hizo pasar por Santilli y logró acceder al contenido de su celular. Si bien Santilli reclamó casi de inmediato a la empresa recién a las 18.44 del mismo día logró recuperar la línea. En ese tiempo, los atacantes le robaron los datos, entre los que se cuentan los chats de Telegram. La forma en que se hackeó el celular de Santilli fue similar a la que describió D’Alessandro.
Santilli denunció la intrusión a su aparato en los tribunales federales de Retiro porque es legislador nacional. El caso está en manos de la jueza María Servini y el fiscal Federico Delgado. En un giro de 180 grados, la magistrada citó a indagatoria este lunes, a las 12.30, al joven Elias Ezequiel Nuñes Pinheiro, de Eldorado, Misiones, quien ya había declarado en esta causa pero como testigo. Este expediente había sido archivado porque la pesquisa había llegado a un punto muerto. Tras lograr reconstruir cómo fue la maniobra para robar los datos del celular no se había podido determinar quiénes habían sido los autores.
El giro fue que Nuñes Pinheiro confesó en otro expediente, que hacía foco en el hackeo del celular del exministro porteño Marcelo D’Alessandro y tramitaba en la justicia de la Ciudad, que fue él quien hizo las maniobras para manipular los celulares de diversas personas. Reconoció entre otras cosas que lo contactó un anónimo y que le pagó entre 12 mil y 15 mil pesos por objetivo, entre los que estaba Santilli. La intrusión fue a través de lo que se conoce como SIM Swap. El diputado nacional del PRO se hizo eco de esa declaración y pidió la reapertura de la causa que tiene Servini.
Ahora Servini citó al joven como imputado.
MÁS INFO
La intrusión al celular de D’Alessandro
La Unidad Fiscal Especializada en Delitos y Contravenciones Informáticas de la justicia porteña reconstruyó que Nuñes Pinheiro tomó el control del celular de D’Alessandro el 19 de octubre a las 15.26 horas y que se logró acceder a su Telegram y su Whatsapp. La fiscalía, a cargo de Daniela Dupuy, detalló que la empresa Movistar informó que ese día y horario unas personas suplantaron la identidad de D’Alessandro para poder gestionar un cambio de tarjeta SIM Card. El hackeo básicamente es que se hicieron pasar por el ex ministro porteño y lograron que Movistar les habilite su línea de celular en otro aparato. Nuñes Pinheiro aseguró que fue él quien hizo la operación. Que gestionó todo vía remota, con los datos y número de trámite de DNI de D’Alessandro más las respuestas a una serie de preguntas automatizadas que hacen las empresas de telefonía para validar la identidad. Básicamente, la misma operatoria que se realizó en el caso de Santilli.
D’Alessandro era funcionario cuando tomó conocimiento de la intrusión a su celular y denunció el hecho en la justicia local, por eso intervino la Unidad Fiscal Especializada en Delitos y Contravenciones. El caso tramitó ante la jueza porteña María Araceli Martínez y la fiscal Daniela Dupuy hasta que la ambas consideraron que el caso debía viajar a Comodoro Py. Ante ellas se dio la confesión de Nuñes Pinheiro. Fue a fines de marzo, cuando el joven misionero declaró como imputado en la causa y dijo que obtuvo los datos sensibles de D’Alessandro para falsear su identidad y lograr acceso a su línea de celular. También reconoció que hackeó el celular de Santilli pese a que en la causa donde se investigaba el caso del diputado nacional declaró como testigo y no había dicho nada. Nuñes Pinheiro amplió su declaración el 11 de abril, cuando declaró durante dos horas y media.
Dos semanas después de su segunda declaración, el 28 de abril, la jueza Araceli Martínez coincidió con el planteo de la fiscal Daniela Dupuy y envió el expediente a Comodoro Py sin que le fuera reclamado por ningún juzgado. Lo tenía en sus manos desde noviembre de 2022. Se trató de una jugada compleja porque el caso se envió al juzgado Nº 2 a cargo de Sebastián Ramos donde se unificará con el del viaje a Lago Escondido, que nada tiene que ver con el tema del hackeo.
El juez Ramos, que tendrá ambos casos, apareció también en chats filtrados atribuidos a D’Alessandro justo después de que declarara ante el Congreso y bajo juramento de decir verdad que no tenían una relación sistemática. Lo habían citado de la Comisión de Juicio Político en el proceso que se les sigue a los cuatro jueces de la Corte Suprema porque cerró de forma express otra causa para no investigar los supuestos chats de D’Alessandro con Silvio Robles, mano derecha del presidente de la Corte Horacio Rosatti. ¿Cómo puede ser que Ramos investigue los chats filtrados de D’Alessandro si él mismo aparece en ellos? De acuerdo a la filtración mantuvieron más de 50 mensajes que revelan una relación muy cercana entre ambos
MÁS INFO
En Comodoro Py, el fiscal de la causa sobre Lago Escondido y el hackeo del celular de D’Alessandro también es Federico Delgado, quien le pidió a Ramos que se excuse de intervenir. El fiscal se hizo eco de los chats que del magistrado con D’Alessandro: “Se trata de un elemento problemático porque no está claro el origen de esa información. Se presume que aquel es anómalo. Demos ello por sentado. Ello quiere decir que, en tal caso, las conversaciones carecen de efectos jurídicos. Sin embargo, están en el mundo de la vida. Ello genera una tensión inequívoca para el Ministerio Público Fiscal y surgen dos alternativas: a) Trabajar con aquella premisa y dejar pasar la información b) Trabajar con el realismo del que hablaba Aristóteles, porque las conversaciones forman parte de la vida pública”. “Escogemos la segunda alternativa”, dijo el fiscal. Ante esa situación invitó al juez a excusarse: “Nos parece que la solución está en el artículo 30 del Código Procesal Civil y Comercial de Aplicación supletoria. La norma contempla la chance de la excusación por motivos de decoro y delicadeza. Desde la óptica del Ministerio Público Fiscal, el Señor juez debería ponderar esa posibilidad. Ello no implica un cargo a VS de parte de la fiscalía. De ninguna manera. Nos parece que, frente a un hecho tan peculiar, es necesaria una respuesta institucional y la norma señalada es un canal adecuado”. Pero Ramos rechazó excusarse.
Al enviar el caso del hackeo a D’Alessandro a Comodoro Py, la jueza porteña Martínez plantea que está vinculado a la causa por el viaje a Lago Escondido de los jueces Julián Ercolini, Carlos Mahiques, Pablo Yadarola, Pablo Cayssials, el fiscal general porteño Juan Bautista Mahiques, el ex SIDE Leonardo Bergroth y el publicista Tomás Reinke, todos invitados por el Grupo Clarín que los recibió personificado en Jorge Rendo, su CEO, y Pablo Casey, abogado del holding. Del viaje, cuya existencia no está en cuestión ya que El Destape publicó el documento que lo confirma, participó también D’Alessandro, de cuyo teléfono intrusado se difundieron presuntos chats con los demás viajeros donde se observa cómo planificaban encubrir el delito de dádivas por ir de paseo al sur invitados por una empresa sobre la que resuelven causas, en especial los jueces Ercolini y Cayssials.
No es azaroso que se pretenda unir ese escandaloso caso al del hackeo. Pareciera querer usarse como excusa para deslegitimarlo cuando son dos hechos diferentes.
La causa de los jueces
El juez Marcelo Martínez de Giorgi investiga el hackeo del celular de diversos jueces. En sus manos recayeron dos denuncias por separado que realizaron los jueces Rodrigo Giménez Uriburu y Mariano Borinsky. La modalidad en ambos casos fue el cambio de tarjeta SIM, simulando la identidad de cada uno de ellos. Todo se hizo desde Eldorado, Misiones. La misma operatoria que con Santilli y D’Alessandro.
Nuñes Pinheiro había reconocido en su confesión que uno de sus objetivos fue Rodríguez Uriburu. No obstante, dijo que no recordaba los nombres de todos los “blancos” que le habían pedido. Rememoró el de ese juez y el de Santilli. Según se desprende de la declaración del joven misionero ante la justicia local, el juez Andrés Basso también fue víctima de la misma operatoria.
A la par, en el juzgado de Martínez de Giorgi se radicó una denuncia de Rosatti, quien asegura que se sacaron diversas líneas telefónicas a su nombre. No se trata del mismo mecanismo mediante el que se accedió al celular de Rodríguez Uriburu y Borinsky. Pero según la Justicia para hacer esa maniobra se habría comprado la tarjeta SIM en Misiones. Lorenzetti denunció ser víctima de una operatoria similar a la que sufrió el presidente de la Corte. Lo mismo hizo Rosenkrantz.
Es decir, los jueces acumulan diversas denuncias por distintas maniobras sobre sus celulares. Todas están siendo nucleadas en el juzgado de Martínez de Giorgi, quien ya ordenó diversas medidas de prueba, entre las que se destaca un pedido de informe a la Dajudeco.
La confesión de Nuñes Pinheiro
Elías Nuñes Pinheiro, de 22 años, de Eldorado, Misiones, confesó a fines de marzo ante la justicia porteña que fue él quien tomó el control del celular de D’Alessandro a pedido de un cliente no identificado a quien le entregó el acceso al Telegram del ahora exministro de Justicia y Seguridad porteño a cambio de entre 12.000 y 15.000 pesos. En su declaración afirmó que se borraron los mensajes que mantuvo con quien le encargó la operación y que no tuvo nada que ver con la difusión pública de los supuestos chats de D'Alessandro.
MÁS INFO
La declaración de Nuñes Pinheiro denota que tiene conocimiento de cómo realizar ese “recupero” de celulares, que no es otra cosa que una maniobra sencilla para tomar el control de una línea. Vale aclarar que si D’Alessandro hubiera tenido el doble factor de autentificación en su cuenta de Telegram toda la operación hubiera quedado en la nada. Algo más que un descuido para quien era ministro de Justicia y Seguridad de la Ciudad.
“Básicamente me di cuenta que podía recuperar mi número y no me pedían muchos datos”, afirmó Nuñes Pinheiro en su primera declaración ante la justicia porteña. Y contó que empezó a ofrecer ese servicio en grupos de Telegram.
La Unidad Fiscal Especializada en Delitos y Contrevenciones Informáticas reconstruyó que Nuñes Pinheiro tomó el control del celular de D’Alessandro y que logró acceder a su Telegram y su Whatsapp. La fiscalía detalló que la empresa Movistar informó que ese día unas personas suplantaron la identidad de D’Alessandro para poder gestionar un cambio de tarjeta SIM Card. Nuñes Pinheiro dijo que fue él el autor de la operatoria.
El joven también contó que para tener más información de las personas a las cuales les robaba la línea de celular usaba informes de la empresa Nosis. Y en pos de desvincularse de la difusión del contenido de los chats de D'Alessandro, dijo: “Deseo aclarar que en ningún momento accedí al contenido de las conversaciones de Telegram de la víctima, sólo proveí el código de recupero al usuario de Telegram”. También se desvinculó de la publicación en páginas web de los presuntos chats de Telegram de D'Alessandro.
Agregó que el usuario anónimo de Telegram que lo contactaba le pidió diversos recuperos de celulares, incluido el del juez Rodrigo Giménez Uriburu. Cuando le preguntaron si sabía la identidad de ese usuario que le pedía estos trabajos dijo que no, pero que en algún momento le mandó audios y que tenía “una tonada propia de alguien que vive en el noreste del país. Descarto que pueda tratarse de una persona oriunda de Capital Federal”. Sí recordó que le habló de un socio y que “ello guarda relación con que en algunas ocasiones el modo de escribir en texto cambiaba, por lo que presumo que más de una persona utilizaba ese usuario de Telegram”. Afirmó que las conversaciones que tuvo con el que hizo el encargo se borraron.
Luego amplió su testimonio el 11 de abril pasado. Dos semanas más tarde el caso pasó a Comodoro Py, lo que no es extraño desde el punto de vista legal. Tanto los delitos investigados como las personas involucradas son del ámbito federal, por eso no era correcto que continuara en manos de los tribunales porteños, donde estuvo seis meses.
Se espera ahora que el lunes Nuñes Pinheiro sea interrogado por Servini. Será su primera declaración como indagado en Comodoro Py. Lo que diga puede provocar más de un movimiento en el resto de los expedientes.