Ignacio Montoya Carlotto escribió acerca de las sensaciones que siente a siete años de que conociera que fue apropiado de su familia biológica por la dictadura cívico militar. El nieto de Estela de Carlotto contó que es un aniversario que no festeja, sino que lo nubla.
"Se cumplen ya 7 años de ese 5 de agosto de 2014. Desde el momento del llamado, la noticia, ser una noticia, etcétera y siete años también de todo lo que ha sucedido luego. Esta, mi historia, es una historia contradictoria por demás, como todas pero aún más", contó Carlotto en su cuenta personal de Twitter.
El nieto recuperado relató que a diferencia de la alegría que vivía el pueblo argentino por su restitución, él conocía la historia de una tragedia familiar. "Tanto que mientras un país se alegraba, con razón justa, de un encuentro muy esperado. Ante mí se abría la puerta de una historia trágica que no conocía hasta ese entonces. Es por eso que para mí es una fecha que no festejo, es un aniversario que me nubla", afirmó.
"Es un día en el año que no niego, ni tampoco esquivo de recordar. Es una efeméride -personal y pública- que para mi tiene la característica de no poder accederlo desde un recuerdo feliz", contó Ignacio Carlotto.
En un hilo de Twitter, Carlotto pidió tener memoria para recordar las tragedias perpetradas en la Argentina y evitar que vuelvan a ocurrir. "Celebro el ejercicio de la memoria colectiva. Entiendo la importancia de comprender el pasado y hacer de él una escuela nos permita crecer y nos avise de aquello que se nos viene “un pueblo que olvida su historia está condenado a repetirla” . Pero creo también, que la memoria se constituye con lo sedimentado entre sus propios olvidos", escribió.
Cómo Ignacio Carlotto se encontró con su abuela
La incansable búsqueda de Estela de Carlotto y las muy buenas campañas de Abuelas de Plaza de Mayo para recuperar a los nietos desaparecidos durante la dictadura que tuvo lugar entre 1976 y 1983 hicieron efecto. En junio de 2014, un joven llamado Ignacio Hurban tuvo dudas sobre su identidad. A partir de una confesión que le hizo una persona cercana a la familia que lo crió en Villa Alfredo Fortabat (Provincia de Buenos Aires), decidió comunicarse con Abuelas.
Posteriormente envió un mail y decidió presentarse formalmente por el correo postal. Luego, se se dirigió a la sede de la organización y se hizo los análisis inmunogenéticos. Desde aquel entonces conoció su verdadera identidad a los 36 años: era el hijo de Laura Carlotto y Walmir Montoya, y nieto de Estela.