Con el 2023 en marcha y el calendario electoral en mente, ya se empezaron a asomar los lanzamientos de candidaturas. Si bien muchos de los postulantes se plantearon como más que obvios en el último tiempo, no hubo una presentación formal en sociedad y esa instancia, después de hacerse desear, llegará entre febrero y marzo. Cada uno lo hará a su estilo, probablemente haya muchas diferencias entre un acto y el otro, pero será el puntapié inicial para la campaña que arrancó, en los hechos, hace un año.
Si bien el puntapié inicial lo dio Maximiliano Abad, el radical bonaerense, no lo hizo en forma explícita sino con un evento excusa para subirse a la montaña rusa del 2023. Por lo tanto, el primero en inaugurar la temporada será Diego Santilli, el enviado larretista a la provincia de Buenos Aires. Como ya adelantó El Destape, buscará construir una suerte de prelanzamiento alejado de lo tradicional, con mucha presencia en redes sociales, espacio virtual en el que se plasmarán los apoyos de los dirigentes. El objetivo será generar una actuación novedosa, disruptiva y que dé que hablar. En principio, el evento está pronosticado para la mitad de la semana que viene.
Una vez avanzado el año, con el cierre de listas encima, habrá otro, más formal: un acto característico con la presencia de referentes de su armado para mostrar volumen y músculo político. Pero eso quedará para mediados del 2023, ahora se aprovechará la oportunidad de explotar el marketing y, de paso, avanzar con la instalación de su figura que, en la interna opositora, se mostró como la mejor posicionada hasta el momento.
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Completamente diferente será el lanzamiento de Cristian Ritondo, su compañero de bancada, amigo y rival al mismo tiempo. El jefe del bloque PRO empezó a pensar en un acto con la dirigencia presente y alejado de las redes sociales que recién llegaría para fines de marzo, en Tigre. La demora probablemente se deba a la necesidad de resolver algunas alianzas nacionales antes de cualquier movimiento importante.
El mapa se terminará de completar con el de Néstor Grindetti, el intendente de Lanús que, con impulso de Mauricio Macri, ingresó al grupo de postulantes bullrichistas. El alcalde también esperará a marzo y su lanzamiento estará orientado a la exhibición de propuestas, más pragmático. La dilación obedecerá a una cuestión de orden y a la necesidad de tirarse a la pileta con la interna halcona un poco más clara.
Bullrich todavía tiene otros dos nombres para la provincia, Javier Iguacel y Joaquín de la Torre. Se espera que ambos declinen sus pretensiones de disputar Buenos Aires, acorralados por los resultados en las encuestas. Eso no los alejaría del armado de la ex ministra sino que los ubicaría en otro rol y con otras aspiraciones. En caso de acomodarse ese tablero, el alcalde de la tercera sección electoral aparecería como el más fuerte y el único indicado salvo que Ritondo irrumpa para robarle el trono.
Ritondo, hombre referenciado en María Eugenia Vidal a nivel nacional, podría convertirse en la opción más lógica para el bullrichismo y Bullrich, sin la ex gobernadora compitiendo en una presidencial, podría ser el destino más lógico para el diputado. Para que eso suceda, sin embargo, primero “la leona” debería abandonar la carrera por la Casa Rosada y, segundo, el jefe del bloque PRO en Dipuatdos debería estar de acuerdo con enfrentarse a su amigo Diego Santilli.
Quienes se abrazan a la imposibilidad de una interna de semejante nivel esgrimen un acuerdo de Ritondo con el larretismo. Según se conoció el año pasado, hubo una charla en la que se pactó que sólo se presentaría el mejor posicionado en las encuestas. Esto fue desconocido desde el círculo del ex ministro bonaerense. Sin embargo, el contrato referrido no sería uno puntual sino uno simbólico, construido con los años.
El misterio se develará en pocas semanas, pero lo cierto es que, con interna nacional, habrá interna bonaerense. Cualquier nombre que intente conquistar la Casa Rosada necesitará de una figura fuerte en el territorio más populoso del país. Salvo que, por supuesto, suceda algún ordenamiento milagroso que permita la competencia en las altas esferas pero la unidad por debajo. Incluso, como lanzó Elisa Carrió en una entrevista con Mitre, “tener como candidato a gobernador a José Luis Espert, con unidad de legisladores", que rompa el tablero de lo esperable. De momento, poco probable.
En el escalón nacional también habrá lanzamientos. Finalmente, los candidatos obvios pasarán a ser candidatos de hecho. El jefe de Gobierno porteño lo hará en los últimos días de febrero o a comienzos de marzo, aunque todavía no fueron definidos los detalles. Podría optar por una intervención fuera de lo acostumbrado, como lo hará Santilli, con la posibilidad de poder medir el éxito o el fracaso de la promoción de su hombre en Buenos Aires.
Patricia Bullrich, en tanto, hará lo propio también en marzo aunque aún no se conversó sobre el tema y, mucho menos, se afinaron los pormenores. La ex ministra está orgullosa de lo conseguido hasta el momento, con una menor cantidad de recursos que los del jefe de Gobierno y muy buena aceptación en el territorio. Sin embargo, se topó con un inconveniente, el lanzamiento de Alfredo Cornejo a gobernador de Mendoza, oficializado este miércoles, la dejó sin un segundo nombre para la fórmula.
Para sortear ese inconveniente, se empezó a trabajar en la búsqueda de otro radical que pueda secundarla. Para la misión, cuenta con el apoyo del mendocino que tuvo que volver a su provincia para cuidar el territorio porque no consiguió formar una nueva figura que lo pueda reemplazar y porque, en la disputa con el larretismo, encarnada en la potencial ruptura en manos de Omar de Marchi, se tensionó demasiado la elección y se puso en jaque a Juntos por el Cambio en esa zona cordillerana.
El de Cornejo fue uno de los lanzamientos de estas horas. También lo hizo Marcelo Orrego, en San Juan, con el apoyo de los dos bandos amarillos. El diputado de Producción y Trabajo buscará la gobernación en un distrito en el que el peronismo se mostró dividido con las postulaciones de Sergio Uñac y José Luis Gioja. En esa provincia se implementará la ley de Lemas, un sistema que incluirá, en el mismo acto eleccionario, las internas con las generales.
A nivel provincial, también hubo movimientos en Salta donde, después de algunas críticas internas, la UCR y el PRO avanzaron con la formalización de la alianza. El acto estuvo encabezado por quienes conformarían la boleta, el radical Miguel Nanni y la macrista Inés Liendo. En esa tierra, el partido amarillo está intervenido, por lo tanto más relegado en el armado, y el radicalismo encontró resistencias en el Comité Capital que intentó impulsar una propuesta propia, sin éxito, argumentando que la debilidad macrista no les sumaría en la elección. Este apéndice disidente tendrá un encuentro el jueves, a las 19, en el que se apuntará directamente contra Nanni.
El otro lanzamiento, siempre latente, fue el de Elisa Carrió que aseguró que será candidata a presidenta después de mayo, no para ganar sino para que no haya “un debate a muerte” en Juntos por el Cambio. Si bien todavía falta mucho para confirmar si efectivamente estará o no en una boleta, se la escuchó firme y en política todo puede pasar.
Carrió, aliada de Larreta en la Ciudad, impulsa a Fernán Quirós como el posible candidato de consenso para mantener la línea sucesoria en la Capital Federal. En el último tiempo se empezó a especular con que el jefe de Gobierno podría inclinarse por este nombre pero todavía no tomó una decisión. Esa indefinición también demorará el lanzamiento de Jorge Macri, la persona impulsada por Mauricio y por Bullrich.
Si bien el ministro porteño todavía se cuenta dentro del proyecto larretista, en el último tiempo se acercó mucho más a Bullrich, que no dudó en apoyarlo. Macri intentará no tener que optar por uno u otro candidato presidencial y apostará por ir junto a la boleta de ambos. La gran incógnita es si Larreta habilitará su papeleta para todos los postulantes de la Ciudad. Una chance que se empezó a instalar para emparentarlo con el radicalismo de la CABA y reavivar tensiones.
Esa teoría llegó para que la dirigencia y el núcleo duro no olviden el pacto del jefe de Gobierno con el radical Martín Lousteau. Un acuerdo de gobernabilidad y reglas claras para la competencia, con habilitación de PASO. Un sector de la UCR todavía apuesta por que el senador abandone la CABA para ir por la Nación, pero esto fue descartado de plano.
Con las campañas iniciadas, restará observar los movimientos y los tiempos de cada uno de los nombres. Así como Diego Santilli abandonó su silla de armador federal de Larreta para concentrarse en Buenos Aires, Macri podría tomarse licencia en el Gabinete para hacer lo mismo por la Ciudad. No fue confirmado ni desmentido. Y si de licencias se trata, según la versión oficial, la Capital Federal trabaja para el retorno de Marcelo D'Alessandro a Seguridad una vez finalizado su impasse.