Elecciones 2023: Con qué política exterior sueña Argentina

¿Cuáles deberían ser los ejes de la política exterior de Argentina en un mundo, como el actual, que cambia aceleradamente al ritmo de una fuerte disputa geopolítica con final impredecible? 

12 de agosto, 2023 | 00.05

Se consultaron las posiciones de los cuatro candidatos que podrían ser los más votados el domingo 13 de agosto en las PASO para las elecciones 2023: Patricia Bullrich, Sergio Massa, Javier Milei y Horacio Rodríguez Larreta (por orden alfabético). Los dos últimos son economistas. Massa es abogado y Bullrich, cientista social. Bullrich y Massa se graduaron pasados los cuarenta: ella con 45 años y él con 41. De los cuatro, sólo Rodríguez Larreta concurrió a la Universidad de Buenos Aires. Los otros tres se graduaron en universidades privadas.

La primera mirada a los proyectos de política exterior –aun con sus diferencias- es algo desalentadora. Quizás porque la miopía geoestratégica en la mayoría de nuestros políticos se ha vuelto crónica; o porque la situación de nuestro país es abrumadora y urgente, lo cierto es que la dimensión económico-financiera tiende a ocupar todos los esfuerzos propositivos y se minusvaloran las transformaciones estructurales que vive el mundo de hoy.

Es importante tomar conciencia de que la hegemonía estadounidense está en decadencia; que otra zona geoeconómica -Eurasia, con China a la cabeza-, está emergiendo; que la tendencia hacia la multipolaridad es irreversible y que se confirma un creciente proceso de formación de bloques. En este contexto, el mundo por venir será muy cambiante y con disputas violentas, en un marco de caos sistémico. Ningún plan de política exterior eficaz debería ignorar este escenario.

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En el proyecto de Larreta, como en el de los otros candidatos, el centro está puesto en “los mercados”, “el desarrollo”, “la generación de dólares y de empleos”. Pero llama la atención el énfasis explìcito en la subordinación a Washington. Dos ejemplos:

  1. La política exterior de Larreta incluye, en el ítem “profundizar la relación con EE.UU.”, adherir al “Nuevo Consenso de Washington”, una iniciativa bautizada así por la propia Casa Blanca. Se trata de la APEP (America's Partnership for Economic Prosperity, en castellano Asociación de las Américas para la Prosperidad Económica), una suerte de ALCA 2.0 que la administración de Joseph Biden, consiente del ocaso hegemónico de su país, dio a conocer en abril pasado, en la Brookings Institution, a través del Consejero de Seguridad Nacional, el halcón demócrata Jack Sullivan.
     
  2. Otro elemento llamativo es la reproducción textual de las consignas acuñadas por EE.UU. como: “defender el sistema internacional basado en reglas”, frase que –traducida- significa cumplir con las reglas del juego que impone EE.UU. estén o no dentro de lo aceptado por el derecho internacional o la Carta de las Naciones Unidas.

Larreta aspira, además, a profundizar la relación con Brasil y a dinamizar el Mercosur; a cerrar delegaciones diplomáticas y a reorganizar la Cancillería; a custodiar el Mar Argentino y a combatir la pesca ilegal. Se muestra abiertamente en contra de lo que llama “la dictadura” de Nicolás Maduro en Venezuela y del gobierno de Nicaragua. 

Malvinas, Mercosur, BRICS y China

La situación de Malvinas aparece, lógicamente, en todos los proyectos, Sin embargo, ningún candidato alude a tres hechos fundamentales: 1) la existencia de la base militar de la OTAN en las islas, 2) al carácter colonialista de la disputa y 3) la dimensión latinoamericana con la que debe enfocarse el conflicto. La propuesta de Massa subraya el logro obtenido en julio en Bruselas al desaparecer del documento la palabra “Falklands”.

Milei cree que el camino es “recomponer relaciones y generar beneficios mutuos principalmente para los isleños” para luego trazar “un plan de devolución a mediano plazo”.

Larreta, por su parte, ofrece continuar con el reclamo soberano, una promesa poco creíble estando en su equipo el ex canciller Jorge Faurie, abierto defensor del vergonzoso pacto Foradori-Duncan, firmado en septiembre de 2016 y que, como calificó la ex embajadora en el Reino Unido, Alicia Castro, es “una traición a la Patria y un pacto de entrega de soberanía y saqueo de nuestros recursos naturales”. Faurie criticó al actual canciller cuando anuló ese acuerdo en marzo pasado.

Todas las propuestas contemplan, también, dinamizar el Mercosur y continuar con el virtual acuerdo Mercosur-Unión Europea. El plan de Bullrich prioriza “transformar el Mercosur en un espacio de libre circulación de bienes y servicios”. Milei propone, también, una trasformación en tanto “el mundo y los países no son los mismo de cuando fue creado”.

Sobre la relación con la UE, Massa –cuya palabra fetiche es “pragmatismo”- es el único que subraya que debe ser “una relación entre iguales y un acuerdo win-win”. Similar concepto aparece cuando se refiere a una virtual asociación entre Argentina y EEUU “para alimentar y abastecer al mundo de recursos críticos. Asociación simétrica con beneficios para el desarrollo de ambos países”.

En cuanto a Brasil, no todos destacan por igual nuestra relación estratégica con el vecino. El tema aparece tangencialmente en los esquemas de Milei y Bullrich. La posibilidad de que Argentina ingrese a una pujante entidad como los BRICS no es mencionado por los candidatos, salvo por el equipo de Bullrich para rechazarla. “Hemos expresado nuestra oposición a ingresar a los BRICS porque implica compromisos geopolíticos que la Argentina no puede asumir ni controlar. Los BRICS se abstuvieron de condenar la invasión rusa a Ucrania. Tienen un juego geopolítico ajeno a la Argentina”, aseguran.

Sobre el conflicto Rusia-Ucrania que involucra a la OTAN, el equipo de Massa dijo someterse al precepto de no injerencia en asuntos de otros Estados “un principio de Naciones Unidas, muy presente en foros como la CELAC”. Larreta, en cambio, asegura que condenará “la invasión de la Federación de Rusia a Ucrania”.

En todos los casos, la visión sobre China es importante, pero fragmentada y anglocéntrica. Los candidatos sopesan la emergencia de China sin ver la foto completa: el ascenso del Asia Pacífico y el Índico. El 52% del producto bruto industrial mundial en este momento está en Asia. Larreta y Massa defienden el fortalecimiento de la Asociación Estratégica Integral sino-argentina (acordada entre Cristina Kirchner y Xi Jinping en 2014) y la relación comercial. Massa agrega un condimento interesante: la “ampliación de la cooperación financiera con instrumentos como el swap de monedas que permiten consolidar el comercio bilateral sin recurrir a monedas de terceros países”, en otras palabras, incorpora la nueva tendencia de operar con monedas nacionales (desdolarización).

En su proyecto, Bullrich se propone “apostar a la relación sur-sur, porque somos muy complementarios con las naciones de ASEAN (Asociación de Naciones de Asia Sudoriental, integrada por diez países) y con las del norte de África así como con China e India, en materia de seguridad alimentaria”. 

La oposición de Juntos por el Cambio traza su camino de política exterior sobre la cancelación de lo actuado por los gobiernos peronistas. En su texto, el larretismo admite que hará foco en tres “absurdos kirchneristas” en materia de política exterior para cambiarlos, mientras unos párrafos después, contradictoriamente, asegura que lo que “necesitamos son líneas de acción que perduren en el tiempo”. El texto del equipo de Bullrich apoya la idea de “integrarnos al mundo: ser mucho más que la ArgenChina de Massa”. Las provocaciones (a mi juicio) son innecesarias. La actual situación del mundo y del país es suficientemente grave como para gastar tiempo en chicanas.

Luego de las PASO, los candidatos definitivos a la presidencia de la Nación deberán sacar punta a los lineamientos de una cartera tan importante como ésta. Es fundamental sumar una mirada estratégica más amplia y de largo plazo, profundizar sobre la integración, definir el proyecto político estratégico para acortar las distancias de desarrollo con otros países o regiones del mundo y para ampliar nuestra autonomía política.

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Telma Luzzani

Tiene una trayectoria de más de 30 años como periodista y analista de política internacional. Trabajó en numerosos medios gráficos (Página 12, Tiempo Argentino y Clarín) y medios audiovisuales. Fue conductora de Voces del Mundo en Sputniknews y co conductora en el multipremiado programa de VISION 7 INTERNACIONAL emitido por la TV Pública. Tiene varios libros escritos. Los más conocidos son: “Todo lo que necesitás saber sobre la Guerra Fría” (2019); "Territorios vigilados. Cómo opera la red de bases militares norteamericanas en Sudamérica" (Premio Libertador al Pensamiento Crítico 2012); Venezuela y la revolución (2008), entre otros.