El jefe de Gabinete, Juan Manzur, y el ministro de Economía, Martín Guzmán, afirmaron ante un grupo importante de empresarios e inversores con intereses en Argentina la voluntad del Gobierno "completo" de llegar a un acuerdo por la deuda con el Fondo Monetario Internacional, aclarando que será en términos "sustentables" que no impliquen poner en riesgo la recuperación económica. "Esto tiene consenso adentro del Frente de Todos y queremos llevarlo al Congreso y tener el apoyo de todos los sectores políticos para que sea aprobado allí", les aseguró Manzur durante el encuentro en el consulado en Nueva York. Los funcionarios respondieron preguntas de los ejecutivos sobre la marcha de las negociaciones con el organismo financiero, la estrategia para enfrentar la inflación y respecto a las tensiones políticas dentro del oficialismo. Además, los invitaron a visitar el país para mantener nuevas reuniones y se interioricen in situ sobre las posibilidades de inversiones.
Fue el cierre de una extensa semana de encuentros de Guzmán en Estados Unidos, principalmente en Washington donde se llevó a cabo la asamblea anual del FMI y del Banco Mundial. Allí se volvió a reunir con la recién confirmada en su cargo directora del Fondo, Kristalina Georgieva, con quien siguió avanzando en los aspectos técnicos de la negociación. Pero los especialistas destacaron como clave el encuentro que Guzmán mantuvo en forma reservada con David Lipton, ex número dos del FMI y que actualmente se desempeña como asesor especial de Janet Yellen, la secretaria del Tesoro de Joe Biden y, en definitiva, quien levantará o bajará el pulgar a los términos de la renegociación.
Como último acto, Guzmán y el embajador Jorge Argüello -quien lo acompañó en la mayoría de los encuentros- se trasladaron a Nueva York, donde se les unió Manzur. El jefe de Gabinete viajó expresamente para participar del meeting con inversionistas. Un gesto para mostrar apoyo político al ministro de Economía y también la unidad del oficialismo para acordar con el Fondo. Manzur fue quien abrió la reunión en la señorial sede de la calle 56, en Manhattan. "Un acuerdo positivo con el FMI es una prioridad nacional que involucra a todos los sectores de la sociedad argentina”, afirmó. Lo siguió Argüello dando un panorama de los objetivos apuntados y terminó Guzmán con los detalles técnicos que se conversan con los representantes del Fondo, recordando la reestructuración alcanzada con los acreedores privados que permitió reducir el pago de intereses del 3,4% al 1,5% del PBI.
Los escucharon ejecutivos de los fondos BlackRock, M2M Capital, AdCap, Gramercy, Barclays, Invesco, Fintech, Goldman Sachs, JP Morgan, CarVal, Morgan Stanley, NWI Management, Golden Tree, Point State y Redwood, entre otros. Varios de estos ejecutivos son latinoamericanos o directamente argentinos, por lo que la charla fue en español. Por ejemplo, estuvo Javier Timerman, hermano del fallecido ex canciller, en representación de AdCap. También se sumó el ex viceministro y consultor económico Emmanuel Alvarez Agis, quien se encontraba en la ciudad.
Aquellos fondos M
El ministro de Economía explicó luego que su mensaje estuvo destinado a dar previsibilidad respecto a la marcha de la economía, dado que buena parte de los fondos representados en el encuentro habían invertido en el país en 2016 "con una expectativa con un sendero que luego colapsó", según graficó, por lo que ahora tienen lógicos problemas de credibilidad con lo que le puedan prometer las autoridades argentinas.
Guzmán insistió en su idea de "fortalecer la sostenibilidad de la deuda, tanto desde el punto de vista macroeconómico como desde el político". En ese sentido, volvió sobre la necesidad de que el Congreso se involucre directamente en la toma de deuda en moneda extranjera, de manera que luego todas las fuerzas políticas asuman la responsabilidad y el equilibrio macroeconómico se convierta en una política de Estado. Se comprometió con el objetivo de un déficit que se reduzca de manera gradual dado que que "depender del endeudamiento y la emisión monetaria de forma sistemática genera problemas en la economía".
En la comitiva consideraban que había sido clave la participación de Manzur para dar la idea de un Gobierno alineado con la estrategia económica. Su presencia fue la mejor respuesta para las preguntas que hicieron algunos ejecutivos acerca de las diferentes posiciones que creían ver dentro del oficialismo. "Estamos todos unidos en la idea de cerrar el mejor acuerdo posible que sea sustentable y permita al país continuar en la senda de recuperación, que no impida y por el contrario acompañe el desarrollo", sostuvo el jefe de Gabinete, quien invitó a los inversores a la Argentina para concretar reuniones con el sector privado nacional y con las máximas autoridades políticas del Gobierno.
Los ejecutivos evaluaron la presentación como "muy profesional" y "positiva", tanto en términos políticos como en los aspectos técnicos. "Pero el problema de la Argentina es la credibilidad política, que lo que dicen las autoridades luego se cumpla", resaltaba Timerman. Justamente, el objetivo con el que viajaron Manzur y Guzmán.