Luego de la represión de la Policía de la Ciudad a los ciudadanos que el sábado se juntaron a apoyar a Cristina Kirchner en frente a su casa, militantes y autoconvocados volvieron a mantener una vigilia a la espera de que la Vicepresidenta regrese a su casa, de donde salió al mediodía. Cuando dejó su departamento, Cristina se encontró con algunos manifestantes que se acercaron esta mañana después de la jornada histórica que se vivió el sábado. En la esquina de Juncal y Uruguay, los presentes recibieron un nuevo y breve saludo de la Vicepresidenta.
El sábado, simpatizantes, militantes y referentes del Frente de Todos (FdT) manifestaron su apoyo a Cristina con actos en diferentes localidades que tuvieron como epicentro la ciudad de Buenos Aires, donde el PJ porteño trasladó una marcha que había previsto en Parque Lezama a Recoleta tras la decisión de la administración porteña de Horacio Rodríguez Larreta de disponer un vallado en las inmediaciones del domicilio de la expresidenta, donde la Policía porteña reprimió a manifestantes.
La represión en la cercanía del domicilio de la expresidenta comenzó por la tarde luego que un grupo de manifestantes tumbara las vallas que esta mañana fueron dispuestas por efectivos policiales, que comenzaron una represión sobre la multitud al lanzar agua desde camiones hidrantes y gases lacrimógenos.
En el discurso que brindó al final de la jornada en una tarima dispuesta en la calle frente a su casa, Cristina Kirchner criticó la represión del gobierno porteño y la presecución al peronismo, y pidió al mismo tiempo a la gente que "vaya a descansar porque ha sido un largo día".
Frente a las palabras de la vicepresidenta, el progresivo del vallado y el retiro de la mayor parte de los efectivos policiales, la mayoría de la gente despejó la esquina de Uruguay y Juncal, que amaneció este domingo en un aire de tranquilidad que contrastaba con la intensa jornada del sábado.
Sin embargo, algunos manifestantes volvieron a congregarse en Juncal y Uruguay este domingo por la mañana, por séptimo día consecutivo. Hacia el mediodía, la Vicepresidenta volvió a salir de su casa para saludarlos, sacarse fotos y firmar algunos ejemplares de su libro "Sinceramente".
En esa intersección y en las cuadras aledañas, en tanto, se podían ver varios vidrios destrozados producto de la represión policial hacia los manifestantes. También se observaban pintadas en las paredes con las leyendas "Nada sin CFK", "Perón o muerte" o "Te amo CFK", así como carteles de apoyo pegados sobre las paredes del edificio de la Vicepresidenta.