El antropólogo y asesor presidencial Alejandro Grimson analiza la actualidad no solo con un ojo en la coyuntura local sino también en el plano internacional, afectado por la crisis económica que desencadenó la pandemia y que en Argentina golpea más fuerte producto de los últimos años de gestión de Cambiemos con un endeudamiento fuerte en dólares y destrucción de puestos de trabajo.
Dirige el programa Argentina Futura y desde allí promueve el debate colectivo, federal e inclusivo, que integre a la ciudadanía en la construcción de un horizonte democrático y plural. En octubre, a través de un convenio con las 56 universidades nacionales, realizarán 19 foros sobre 19 temas estratégicos de la Argentina que abarcan desde lo internacional, lo económico, lo territorial, medioambiental, urbano, entre otros ejes.
En diálogo con El Destape, Grimson reflexionó sobre las marchas contra el gobierno nacional, el rol de macrismo como oposición y su relación con el oficialismo, como también el crecimiento de la violencia verbal en las declaraciones políticas y la decisión de correr a Alberto Fernández de la comunicación sobre la situación sanitaria del país por el coronavirus.
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- ¿Cuál es tu visión y si considerás que tienen un denominador común las manifestaciones que se dan en pandemia, con un tono crítico a la gestión de Alberto Fernández?
Vivimos en democracia y cada uno tiene la libertad de manifestarse, pero estamos en un contexto de pandemia y estas movilizaciones sorprenden más por la pandemia que por el número sinceramente. Sin embargo, en el país donde solo la polarización es noticia y los logros generales no, una movilización que realmente no representa un proceso social profundo se convierte en noticia. Por otra parte, creo que, en la medida en que hay un gobierno popular y las fuerzas populares que lo acompañan tienen la decisión de cuidarse y cuidar a los demás, evidentemente no estamos haciendo algo a lo que estamos acostumbrados que es defender los derechos humanos en la calle, los derechos laborales, los derechos de las mujeres. Justamente una de las últimas movilizaciones populares fue la del 8 de marzo, pero ya no se pudo hacer la del 24 de marzo, que cuanta gente congrega respecto a lo que vemos los fines de semana. No hay relación de comparación.
- ¿Se puede tener un diálogo desde el Gobierno con estos sectores para concientizar sobre el riesgo epidemiológico que tienen las marchas?
Hay dos visiones distintas. El gobierno siempre tiene interés de diálogo con las fuerzas políticas, con los actores sociales o emergentes que puedan surgir, pero la responsabilidad por el cumplimiento de las medidas de cuidado es de cada jurisdicción. O sea, el gobierno nacional no tiene la potestad de intervenir en la provincia tal o cual en función de si un bar cierra o no. Ahora, en una visión más profunda de tu pregunta, siempre hay voluntad de dialogar con aquellos que están viviendo problemas producto de la situación económica, de la pandemia, siempre va a haber voluntad de construir y de dialogar. No hay posibilidad de dialogar con grupos que no están organizados y más si parten de la premisa que el virus no existe o cosas por el estilo. Después, en los debates sobre la cuestión judicial es otra cuestión porque eso se expresa directamente a través de fuerzas políticas que están organizadas en el parlamento nacional y la Constitución es clara al respecto: el Senado tiene que intervenir en el proceso que tiene que ver en la designación de jueces y con todos los elementos vinculados a esas cuestiones y en el parlamento están todas las fuerzas políticas, entonces el debate político por excelencia se produce ahí.
- Con los antecedentes de las últimas semanas, ese debate político es difícil.
En el caso de la gestión de la pandemia y salvar vidas se logró la mayor unidad política posible. El Congreso acompañó fuertemente al Gobierno en el tema de la reestructuración de la deuda aprobando todo lo que el gobierno solicitó. Sería muy positivo que los argentinos y las argentinas y sus representantes podamos entender que el país está viviendo un momento muy crítico respecto de la situación heredada y de la situación producida por la pandemia. Vivir en democracia siempre implica que a veces te toca ser minoría y otras veces mayoría. Eso quiere decir que las mayorías respetan a las minorías y las minorías dejan que las mayorías gobiernen. Establezcamos las cosas en las que podemos estar de acuerdo más allá de las diferencias políticas profundas que tenemos. Además de la pandemia y la reestructuración de la deuda, ¿cuáles son las otras cosas en las que podemos estar de acuerdo? ¿Podemos estar de acuerdo en que nunca más haya un endeudamiento como el que se produjo en los años de la anterior gestión? ¿Podemos estar de acuerdo en que nunca más se nombren jueces por decreto? Y en lo que no estamos de acuerdo respetemos las instituciones.
- Cuando escuchás las expresiones de Macri y de otros dirigentes de Juntos por el cambio, ¿hay un entendimiento de esta situación por parte de este sector de la oposición o esconden estas expresiones?
Te hago la siguiente pregunta: ¿El aislamiento social, preventivo y obligatorio es una violación de sus libertades? Si la respuesta es “sí” que vaya y que se lo diga Larreta porque Larreta apoyó siempre el aislamiento social, preventivo y obligatorio. Además, el Congreso aprobó todos los DNU dictados por el Gobierno respecto a eso. Y si piensa que no implica restricciones de sus libertades, lo que está haciendo es hablando de diferencias políticas. Te doy un ejemplo: en casi toda Europa se están dictando nuevas restricciones ¿A qué? A las libertades. ¿Por qué pasa esto? Porque vos no sos libre de contagiar a los demás. Aunque la libertad es un principio fundamental de la República, no sos libre de salir a manejar tu auto si tomaste alcohol, no sos libre de arruinar la vida de los demás. Ese principio fundamental que es la libertad tiene restricciones, entonces no sos libre de contagiar a la gente en un contexto de emergencia. Estamos hablando de una gran frustración porque la inmensa mayoría de la sociedad sabe que el gobierno de Macri fue calamitoso, la inmensa mayoría de la sociedad sabe que perdió mucho dinero con su gobierno, sabe también que Macri dejó al país con graves problemas estructurales de endeudamiento, de cepo, de inconsistencias fiscales. La inmensa mayoría de la sociedad sabe que Macri fracasó. Debe ser muy frustrante repetirse todos los días cien veces la palabra “mérito” y haber presidido un gobierno sin ningún mérito.
- Y en sus discursos Alberto Fernández se encarga de recordar la situación crítica en la que recibió el país.
Lo que pasa es que sino parece que vivimos en Marte. Acá hay un problema que es que la pandemia existe y la crisis global existe. Si bien no coincido con la política económica aplicada desde que asumió Macri, la situación empezó a ser desastrosa desde 2018 porque ahí empezó la primera de tres devaluaciones. Eso pasó y no podemos discutir como que eso no pasó. Ahora, podemos estar o no de acuerdo con el presupuesto presentado pero si decías que en 2019 iba a haber una inflación del 10% y fue del 50% un poco llamate a silencio.
- Entonces, ¿ves una oposición responsable o desestabilizadora?
Veo oposiciones distintas. Hay opositores que dicen ‘“yo no voy a la marcha” y otros que van e incentivan. ¿Qué es lo que incentiva? contagios? ¿Qué es lo que quieren? Están a la vista las diferencias para quien quiera verlas.
- Hace poco dijiste que con la llegada al Parlamento alemán de grupos de derecha extrema se rompió el pacto que ese país logró en 1945, ¿creés que el pacto de derechos humanos que Argentina lorgró posdictadura está en riesgo?
Lo que digo es que la democracia y la convivencia democrática en Argentina tiene problemas y desafíos. Algo positivo es la política de derechos humanos y la institucionalización de ese triunfo a través de los mecanismos de procesos judiciales. Lo que uno ve en el mundo es el crecimiento de nuevos fanatismos en el siglo XXI, de discursos del odio, de la ultra derechización de sectores de derecha, de discursos xenófobos, misóginos, homofóbicos y de persecución política. Cuando ves eso, tenés que considerar que eso puede pasar en Argentina y, de hecho, sucede de manera distinta en Argentina. Mirando varios procesos políticos mundiales, creo que todos los sectores democráticos de Argentina, más allá de sus posiciones políticas, es importante que tengan la reflexión de que cuando se daña la convivencia democrática pierden no solo un gobierno sino todos los sectores democráticos. Es importante entender el contexto global en el que vivimos, qué implica una crisis económica global que llega a valores inusitados y cómo eso repercute en la política porque eso va a afectar inexorablemente la forma de la convivencia de la política. El error que se cometió en muchos momentos históricos es no percibir a tiempo y los riesgos que tiene erosionar la legitimidad democrática.
- Al principio de la pandemia había buen diálogo entre Fernández, Rodríguez Larreta y Kicillof. Hoy esa relación no se rompió, pero se tensionó. Se logró renegociar la deuda externa, que quizás es el mayor éxito del Gobierno. Ahora, ¿Por qué dura tan poco el éxito y al instante gana “la grieta” y la violencia verbal?
Hay razones objetivas que tienen que ver con que la pandemia es muy agotadora porque te hace vivir de una manera que nunca creímos que íbamos a vivir y es un elemento central en el humor social. Es muy cansadora la pandemia y todavía falta. Por otro lado, hay una crisis económica global muy fuerte y eso tiene impacto sobre la vida. Hay varios logros como el IFE, el ATP, obviamente el arreglo de la deuda, lo que se descubrió acerca del espionaje ilegal. Creo que por estas razones, la pandemia y la crisis económica, debería haber un llamado a la reflexión porque la mezquindad frente a este tipo de situaciones puede terminar siendo un boomerang porque la sociedad también percibe la falta de comprensión, la falta de visión de largo plazo, la falta de visión comunitaria que incluya. Es un enorme desafío y deberíamos definir estar de acuerdo en impulsar cosas fundamentales para la reconstrucción de la Argentina, más allá de las diferencias políticas. Sé que hay sectores que no lo van aceptar por más que sean inmensas mayorías las que podamos impulsar esa reconstrucción.
- Se percibe una relajación y todavía el número de contagios y muertes sigue alto, ¿hay una naturalización de las cifras?
La sociedad es heterogénea, por lo tanto, hay sectores que viven la pandemia de maneras distintas. Hay un sector que trata de cuidarse quedándose en su casa y tomando todas las medidas de cuidado cuando salen. Por otro lado, están los que dicen que el virus no existe y están estos fenómenos de la negación, de la omnipotencia. Cuando hay mucho dolor hay una tendencia a negar ese miedo. Cuando hay fatiga y cansancio la gente se relaja y tiene más posibilidades de contagiarse. Es un problema que creamos que los números son números y naturalizar los muertos porque cada vida es un ser humano con una familia y una historia.
- ¿Y por qué razón se corrió a Alberto Fernández de la comunicación de los datos y la extensión del ASPO cuando, pese a que en el AMBA los números están altos, pero estables, en el interior crecieron?
La pandemia va a ser larga y va a haber distintas estrategias y formas sobre cómo el Presidente se vaya comunicando. Entiendo que la presencia del Presidente genera una tranquilidad en el momento en que muestra la situación sanitaria. Tiene una agenda amplia donde está metiendo todas las cuestiones centrales del país. Cuando sea oportuno, creo que el Presidente va a dar el mensaje que sea oportuno dar. Obviamente que estamos preocupados por el crecimiento de casos en algunas provincias y mirando con atención el sistema de salud y me consta que constantemente el Presidente está analizando esos datos con todos los equipos y eso se sigue de cerca.
- ¿Hoy es mejor que esté pegado a una agenda económica?
Pasan dos cosas. El sistema de salud se fortaleció, el proceso de concientización de la población respecto a la formas de cuidado se hizo y lo que vemos es un alto cumplimiento de medidas de uso de barbijo y distancia en los comercios. Por otro lado, estamos saliendo y dando los primeros pasos del proceso de reconstrucción. Ojalá sea más rápido de lo que podemos prever en este momento, que tiene sus dificultades. No es un tema exclusivamente de estrategia, es que hoy sí se está poniendo en marcha el proceso productivo, se está ampliando o generando nuevos procesos productivos con créditos y acciones apoyadas desde el Gobierno con la finalidad de producir en Argentina lo que se pueda producir en Argentina, generar empleo y conseguir los dólares que el país necesita para crecer porque crecer es la única forma de generar empleo y mejores condiciones para mayor igualdad.