Ley Bases: "dialoguistas" presionan para meter cambios y que Diputados no rechace

El PRO se apresta a acompañar, aunque puede haber diferencias en particular. La UCR quiere meterle cambios a las iniciativas y trabajar para que la Cámara de origen no las rechace.

15 de mayo, 2024 | 00.05

La, a todas luces, postergación del pacto de mayo le dio más espacio a la negociación en el Senado, pero también con los gobernadores. Los bloques dialoguistas que supieron formar parte de Juntos por el Cambio y que responden a jefes provinciales que, en algunos casos, aún mantienen la alianza electoral mostraron posturas diferentes ante los proyectos de ley pero la misma intención, en líneas generales, de otorgar herramientas al Ejecutivo.

Con matices, los mandatarios aliados plantearon su acuerdo con los proyectos oficialistas a nivel macro, aunque cada región sostuvo sus advertencias y objeciones. La situación provincial no es la mejor y en el Gobierno no parecieron dar una solución.

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El PRO ya tomó la decisión de acompañar los proyectos de ley, tal como lo hicieron en Diputados. Sin embargo, a diferencia de sus cinco colegas, se anticipó que la larretista Guadalupe Tagliaferri podría distanciarse de sus compañeros de bloque en el debate en particular, producto de las objeciones que mostró en los últimos días en torno al RIGI o el blanqueo.

En el radicalismo, el panorama es mucho más difícil. Cerca de un gobernador boina blanca se especificó que la intención es acompañar la ley en general, pero sin que eso signifique eludir las diferencias en particular. Después de la última reunión de mandatarios provinciales centenarios con senadores y diputados, hubo una comida en la que, según contó uno de los presentes, se buscó dejar en claro que la UCR no es peronismo, sino que forma parte del camino del no-peronismo, pero sin ser oficialismo. Básicamente, no oponerse a la totalidad de las iniciativas oficialistas.

Una vez más, pareció la necesaria distancia, para algunos sectores, con el kirchnerismo o sus derivados. Una especie de repelente para aquellos que no necesariamente están íntimamente relacionados con el gobierno. Pero así como se buscó dejar en claro que no se opondrán a todo, tampoco se inclinarán por aprobar todo. El correntino Gustavo Valdés, por ejemplo, ya planteó diferencias con el RIGI, en la Patagonia se objetó la vuelta de ganancias, pero otros también cuestionaron las facultades delegadas o el blanqueo.

En ese camino quieren moverse los colaboracionistas que buscan ubicarse entre la oposición y el oficialismo. El problema es que, a veces, se encuentran con algunos obstáculos. Un diputado radical que votó en contra de algunos puntos de la ley Bases en febrero, en particular, volvió a su provincia y notó que su imagen positiva había bajado considerablemente. Meses más tarde, con la revancha de la ley Bases, se inclinó por la positiva y encontró que su percepción provincial había mejorado. Esa anécdota hizo que algunos entiendan que la gente quiere que acompañen a Milei.

Por eso, se mira de cerca el desempeño de algunos senadores clave, aún indecisos, y sus múltiples condicionamientos. Uno de ellos, Carlos Espínola, correntino. En su provincia, según números que se manejan, el presidente tiene una importante valoración positiva y, por lo tanto, se especula con que el senador acompañe para no ir en contra de la sociedad provincial. Otro legislado significativo es Edgardo Kueider que, según narró el ex diputado Marcelo Casaretto en El Destape, tiene una gran cantidad de pedidos institucionales para que se incline por rechazar el texto.

Los concesivos vieron, para bajar un poco el nivel de belicosidad, que el gobierno empezó a aceptar algunos cambios y que Javier Milei dejó de agredir en redes sociales, sobre todo cuando las cosas salen mal. Algo de eso se vio cuando comunicó la posible demora del pacto de mayo, con un nivel de serenidad no visto hasta el momento.

Sin embargo, más allá de la buena voluntad que se pueda mostrar desde algunos sectores, la negociación de estos dos proyectos de ley dejaron al desnudo otra discusión, la de la ubicación del poder. En Casa Rosada o en el territorio. Los gobernadores le dejaron a Milei un mensaje: pueden demorar los planes del presidente, siempre que quieran, modificar los proyectos o, como pasó en verano, directamente frenarlos.

En medio del frenesí, el neuquino Rolando Figueroa expuso en un almuerzo del Club del Petróleo, en el Libertador Hotel, y adelantó que “para que haya GNL tenemos que tener el RIGI aprobado”. Según narró la periodista Florencia Barragán, el gobernador anticipó que “no vamos a acompañar Ganancias”.

Neuquén tiene tres senadores de los cuales dos votarán en contra de las iniciativas del Ejecutivo. La tercera, Lucila Crexell, es la gran incógnita por estas horas. La Patagonia y otras zonas frías sufren un elemento adicional para el debate, el precio del gas. El fin de semana, Santa Cruz se presentó – como provincia – contra el gobierno nacional por el tarifazo ya que, gracias a las medidas de Milei, el diferencial con la CABA prácticamente desapareció, el servicio se convirtió en un lujo y podría eliminarse el fondo fiduciario para financiar este tipo de prestación.

El problema está extendido, como el drama con CAMMESA, la distribuidora eléctrica mayorista. En enero, se frenó el pago de reintegros a las distribuidoras de gas y, por lo tanto, se puso en duda el suministro de más de 40 - de 64 - subdistribuidoras en todo el país. En dos meses podrían dejar de prestar el servicio.

En Santa Cruz, el gobernador Claudio Vidal recibió a trabajadores de la UOCRA que se acercaron, producto del parate de la obra pública, bajo la consigna “Milei, con Santa Cruz no”. El mandatario anunció obras con fondos propios, se plegó al mensaje de los presentes, un “no pasarán” dirigido a la Rosada, y salió a la calle también para hablar con los trabajadores. "Hoy, mañana y siempre voy a estar del lado de los trabajadores, soy uno de ustedes”, les dijo.

Los senadores de la UCR todavía no tienen pactada una reunión con sus gobernadores. En principio, con la charla que tuvieron hace unos días fue más que suficiente. El mensaje fue ese, acompañar en general pero sin hacerlo a libro cerrado, sino con cambios. Después del encuentro de Martín Lousteau con Guillermo Francos, sin embargo, esperan poder tener una instancia similar, en conjunto, con el gobierno. En el PRO tampoco agendaron un mano a mano con sus propios mandatarios.

Los legisladores boina blanca se reunieron este martes para charlar este y otros temas. La intención es pasar por escrito todas la modificaciones planteadas hasta el momento y presentárselas al gobierno. “Es para mejorar la ley y que salga lo mejor para el país, no para obstruir”, se manifestó desde una banca boina blanca.

A los radicales, en este caso, nada les asegura que los diputados no rechacen los cambios que, con ayuda de Unión por la Patria, puedan introducir en el debate de la Cámara Alta. Con esa amenaza latente, la próxima instancia será de trabajo parlamentario para que sus colegas de la Cámara Baja acepten las modificaciones, porque “hicieron el trabajo muy bien”, pero algunas cosas se pasaron por alto.