Los Centros de Corredores de Cereales de Bahía Blanca, Buenos Aires, Entre Ríos, Rosario y Santa Fe insistieron en que la vigencia de las restricciones a la venta de trigo al exterior desde mayo de 2008 "operan en la práctica como un mecanismo de licencias previas de exportación no automáticas, generando no sólo graves consecuencias económicas a los productores, sino también a las economías regionales".
Los $4.321 millones de pérdida resultan de multiplicar los 2,9 millones de toneladas de trigo que no se consumen en el país pero tampoco son autorizados a ser exportados por el precio del FAS teórico que publica diariamente la Dirección de Mercados Agroalimentarios del Ministerio de Agricultura. Al 28 de enero último, la exportación llevaba compradas 4,5 millones de toneladas y la molinería 1,5; lo que totaliza 6 millones de toneladas comercializadas.
El saldo exportable surge de restar a los 13,9 millones de toneladas que estima de producción el Ministerio de Agricultura para la campaña 2014/15, tanto los 6 millones de toneladas que lleva comparada la exportación y la molinería, como los 5 millones de toneladas que se reservan para garantizar el consumo interno, lo que arroja un saldo exportable de 2,9 millones de toneladas pero que finalmente ni se utiliza en el mercado interno ni llega al comercio exterior.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
Por otra parte, dentro de los 2,9 millones de toneladas de trigo hay una parte del cereal con calidad molinera, pero también existe "un porcentaje importante, que por su contenido proteico y bajo gluten carece de aptitud panadera, siendo su único destino la exportación", ésa es la porción que se discute.
Asimismo, desde los Centros de Corredores estiman que el mecanismo de ROES (permisos de exportación) impacta negativamente en las expectativas de los productores, y los desalienta, con la consecuencia del monocultivo de soja, tan perjudicial para los suelos como para el esquema económico saludable del agro que implica la diversificación.
Sobre llovido mojado
Al panorama doméstico se suma la previsión de caída de precios en el Mercado de referencia de Chicago. El leve repunte en los valores del trigo iniciado a principios de mes se desmoronó luego de que Egipto decidiera cancelar sus planes de abastecerse de trigo norteamericano a través de una línea de crédito ofrecida por el país del norte. El mercado reaccionó de manera brusca a la incertidumbre que sigue generando la fuerte competencia en ese sector por parte de los países de la zona del Mar Negro.
En concreto, los contratos de futuros de trigo de primavera de Chicago con vencimiento en Mar-15 y Jul-15 cayeron -3% y -3,4% al pasar de u$s194,7 a u$s188,1 la tonelada. Los futuros correspondientes al trigo de invierno de Kansas perdieron -5,5% y -4% en las posiciones Mar-15 y Jul-15 que pasaron de u$s206,5 a u$s195,2 la tonelada, y de u$s207 a u$s199,5 la tonelada respectivamente.
A nivel mundial, hay mucho trigo ofrecido por los países productores, y para todos los gustos: de calidad panadera, de consumo humano y forrajero, por lo que la tendencia de precios es a la baja. Si la soja y el maíz no tienen chances de recuperación de sus valores, el trigo directamente no solo no subirá sino que existen muchas posibilidades de que mantenga una caída.
Internacionalmente la presión de venta por parte de los fondos de inversión en los mercados de futuros marca la tendencia de precios. También aparece Ucrania, importante vendedor de trigo retirado por un conflicto bélico, con ventas de exportación gracias al cese el fuego decretado hace pocos días, y esta oferta extra impactará en los valores del cereal.
El precio doméstico
El trigo argentino disponible obtuvo una leve mejora en Rosario al pasar de $960 a $970 por tonelada. Los futuros del MATBA (Mercado a Término) perdieron -1,1% y -1,7% para las posiciones Mar-15 y Jul-15 al pasar de u$s130 a u$s128,5 la tonelada, y de u$s147 a u$s144,5 respectivamente. Por otro lado, la oferta por trigo de calidad especifica mejoró notablemente, así la propuesta por trigo con ph 78 y 10,5% de proteína trepó hasta u$s160 la tonelada.
Más números rojos
Por su parte, también la Fundación Mediterránea difundió un estudio sobre los perjuicios económicos de las políticas trigueras. "Las estimaciones basadas en precios de mercado de exportaciones dan como resultado que los productores de trigo transfirieron fondos por un total de 9.148 millones de dólares entre el 2006 y el 2014", se indicó.
De acuerdo con el trabajo, de ese total 3.607 millones de dólares (39,4 por ciento) fueron a parar al Estado por retenciones a la exportación; 1.632 millones al sector exportador; 3.908 millones a la industria molinera y el consumidor interno.
Incluso, la entidad sostuvo que a pesar de la intervención del Estado en el mercado de trigo, por la aplicación de retenciones y cuotas de exportación en Argentina se pagan más caros los productos panificados al comparar con otros países de la región.
El estudio señala que los artículos como pan de molde y bollos de pan se pagan mucho más en Argentina que en México, Brasil, Colombia y Chile. Afirma que en esos países el precio por kilo se encuentra en un promedio de 2,9 dólares para el pan de molde y 4,2 dólares para los bollos de pan, mientras que en Buenos Aires, las primeras marcas cuestan 7,8 y 10,2 y las segundas marcas 6,1 y 7,0 dólares respectivamente.
"Un consumidor local está pagando por un producto de base trigo hasta más del doble que un consumidor de la región y el hecho que convivan un trigo barato con panificados industriales caros sólo puede explicarse por un desequilibrio en todos los demás costos que hacen a la elaboración, transporte y comercialización", agrega el informe.
"En diez años -2004/2014- el trigo subió 335% en Bahía Blanca, el pan subió 1.100% pasando de $2 a $24 el kilo en la actualidad y la inflación fue de un 800% promedio según quien la mida. Conclusión: el pan subió por la inflación y no por el costo del trigo, que representa solamente el 9% en la estructura de costo del pan", decretó el estudio.
Incluso el saldo exportable puede ser mayor si se toman los números de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires. La producción total de esta cosecha según la entidad sería de 12.2 millones de toneladas más un remanente del año anterior de 1.8 millones, un total de 14 millones de toneladas disponibles para vender. Si se necesitan 6 millones para atender el consumo interno y elaboración de harina y subproductos para exportar, restarían para exportar 8 millones de toneladas. Hasta hoy, se dieron ROES por 3.5 millones, quedando así sin poder exportar 4,5 millones de toneladas que están en stand by.
La sojización está cada vez más firme. En 2005, según ONCCA (el disuelto organismo de control de comercio agropecuario) sembraban trigo cerca de 50.000 productores en 200 localidades del país. Hoy, según cifras del Ministerio de Economía, hay menos de 30.000 productores sembrando trigo.