El temor se apoderó de los italianos ante el avance del coronavirus, que llegó ahora hasta la segunda ciudad más grande del país, Milán, donde un hombre de 78 años que estuvo internado en el hospital de San Raffaele durante una semana, falleció hoy.
El Gobierno de Giuseppe Conte está estudiando las medidas a tomar, según publican varios medios nacionales, pero llamaron a los ciudadanos a "mantener la calma".
Hasta el momento dos personas han fallecido en Italia, un hombre de 78 años residente en Veneto, y una mujer de 75 oriunda de Lombardía, con lo que la presencia del coronavirus en Europa podría pasar de ser casi anecdótica a convertirse en un problema de salud pública.
La confirmación en sólo un día de 40 casos de la nueva enfermedad, COVID-19 -antes conocida como neumonía de Wuhan- y las dos muertes confirmadas este fin de semana, ha demostrado que no puede cesar la alerta ante este nuevo patógeno aunque los casos hayan empezado a descender en China.
A pesar de que la información es todavía algo confusa, todo parece indicar que el origen del brote está en un diagnóstico tardío. El primer caso confirmado fue un varón de 38 años originario de Castiglione d'Adda y residente en Codogno, en la región de Lombardía.
El jefe del Servicio de Medicina Preventiva y Epidemiología del Hospital Clínic de Barcelona, Antoni Trilla, explicó a EL ESPAÑOL que esto también podría pasar en España, "no es un escenario imposible", comentó el especialista.
Además, hay 250 personas a las que se están realizando las pruebas, por lo que se encuentran en cuarentena. Más llamativo es que se ha pedido a los 50.000 habitantes de los pueblos afectados que no salgan de casa, lo que equivale a ponerlos en aislamiento.
Hasta el momento se han registrado 77.843 casos confirmados de coronavirus y 2.372 muertes en todo el mundo, según las últimas cifras. La gran mayoría de estas infecciones se ubica en China continental, pero fuera de sus fronteras hay 1.521 casos en 31 lugares diferentes.