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Por ello, tanto el candidato del Frente para la Victoria y el de Cambiemos limpiaron su agenda para este viernes y sábado de forma tal de enfocarse en los discursos que darán en la facultad de Derecho a partir de las 21 del domingo.
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Tal como adelantaron El Destape, la estrategia de Scioli consistirá en pasar a la ofensiva, buscando contrastar sus propuestas con las de Macri, a las que asocia al ajuste ortodoxo que tan malos recuerdos trae en Argentina. Será un Scioli "cuidadoso pero implacable", deslizaron a este medio. Al respecto, el secretario de Comunicación Pública de la provincia, Juan Courel, sostuvo al diario La Nación que el domingo "la ciudadanía va a poder comparar dos visiones muy diferentes".
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Para llegar en las mejores condiciones, el candidato del FpV mantendrá una agenda acotada. Apenas tiene confirmado un acto en Retiro junto a empleados ferroviarios, este viernes, y un partido de fútbol de su equipo, La Ñata, frente al conjunto de Futsal de Racing Club, el sábado. El resto de su tiempo lo dedicará a practicar para el debate.
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Mauricio Macri, por su parte, mantiene el hermetismo respecto de su estrategia. El candidato se ha mantenido cómodo con su promesa de "revolución de la alegría" sin dar muchas definiciones de cara a lo que sería su eventual gobierno. De acuerdo al diario Clarín, una de las preocupaciones en la campaña de Cambiemos es que el discurso de Scioli, centrado en advertir las consecuencias de algunas de las políticas que los asesores económicos de Macri han deslizado, penetre en parte del electorado que aun requiere algún tipo de ayuda estatal.
El matutino porteño remarca que el actual jefe de Gobierno porteño bien podría hacer algún tipo de anuncio para generar impacto, aunque no al nivel del que formuló Horacio Rodríguez Larreta en el debate contra Gabriela Michetti, cuando dijo que Diego Santilli sería su vicejefe.