Por qué las gaseosas lights son malas para la salud, según la ciencia

11 de septiembre, 2015 | 18.04
A pesar de que las marcas de gaseosas venden salud y bienestar en sus productos lights, los científicos desconfían del marketing y tratan de evitarlas tanto como a las bebidas regulares. A pesar de los endulzantes artificiales, todos los estudios que se realizaron sobre su impacto en el organismo despertaron más de una alerta.

"La gran controversia en esta área es si los edulcorantes artificiales y las bebidas dietéticas contribuyen a las epidemias de obesidad y diabetes, que son exactamente lo que se supone que deberían ayudar a frenar", explicó Vasanti Malik, un investigador de Harvard, al sitio norteamericano Vox.
Los datos científicos son contradictorios y aumentan las preguntas sobre el tema. Un estudio de 2008 entre 3.682 personas mostró que el consumo de bebidas light duplicaba el riesgo de sobrepeso y hasta obesidad; pero otro de 2012 vio algo de pérdida de peso entre los que consumían bebidas dietéticas. Los científicos sostienen que en 5 años habrá datos más firmes sobre cuál es el impacto real.

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Susan Swithers, profesor en la Purdue University que estudia los endulzantes artificiales, concuerda con que la evidencia todavía necesita algo de tiempo. Los problemas para llegar a una determinación final puede estar relacionada con que las personas que eligen consumir bebidas light en muchas casos ya tienen problemas de peso en su vida.
A pesar de estas cuestiones, los científicos cada más cuestionas a los endulzantes artificiales y sus supuestos beneficios. En 2015, el British Medical Journal analizó los últimos estudios sobre la relación entre las gaseosas con azucar, las gaseosas lights, los jugos y el diabetes. Lo que encontraron fue alarmante: el consumo de gaseosas azucaradas estaba asociado con la enfermedad, pero también lo estaban las bebidas dietéticas.
Los investigadores tienen varias hipótesis sobre las razones por las que las gaseosas lights pueden ser malas para la salud. Primero está el hecho de que el consumo podría cambiar el comportamiento de las personas, ya que según Christopher Gardner, de la Universidad de Stanford, se genera un circulo vicioso de premios calóricos por haber evitado la gaseosa común. "Si tomaste coca light a la tarde, y después en la cena te acordás, podés tener una tendencia a premiarte con una porción extra de comida".
También hay sospechas sobre los endulzantes artificiales en si mismos. Algunos investigadores creen que este producto afecta la flora intestinal (que ayuda al metabolismo y otras funciones corporales), ya que se realizaron estudios que los relacionaron con desordenes que llevaron a casos de diabetes y obesidad. Otros también creen que las bebidas lights influyen en el cerebro de formas raras, hasta el punto en que sólo el sabor dulce - ya sea real o artificial - puede impulsar el apetito y generar que la gente coma más.