Poder Judicial: los cargos importantes están ocupados por hombres

13 de octubre, 2017 | 15.58

En abril de este año, Elena Highton de Nolasco, la única magistrada de la Corte Suprema de Justicia, afirmó en una entrevista con Irina Hauser que el sistema judicial sigue siendo machista. Esto se percibe en la disparidad en la designación de cargos; un techo de cristal que impone una barrera al ascenso laboral de las mujeres.

El informe “Mapa de Género de la Justicia Argentina 2015”, publicado por la Oficina de la Mujer de la Corte Suprema de Justicia de La Nación, establece que el sistema judicial está integrado en un 56 % por mujeres y en un 44 % por hombres. Sin embargo, este dato no se traduce en un símbolo de equidad.

Aunque las mujeres priman dentro del Poder Judicial, lo hacen en cargos de menor jerarquía: son el 63% en las jefaturas de despacho, el 52% en las secretarías de juzgados, un 54% en las secretarías de cámara, un 37,5% en cargos de juez/jueza y un 25% de los/las camaristas.

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Este dato no sólo refleja que las mujeres se sitúan en un lugar alejado al poder, sino que persiste una ausencia de perspectiva de género. Para Romina Pzellinsky, titular de la Dirección General de Políticas de Género del Ministerio Público Fiscal, todavía sigue costando que la perspectiva de género se incorpore en el tratamiento de muchos expedientes judiciales. “Es necesario que se tengan en cuenta las desigualdades estructurales para poder investigar con herramientas adecuadas”, afirmó la abogada.

El sistema judicial está integrado en un 56 % por mujeres y en un 44 % por hombres

El contraste se percibe en los diferentes organismos judiciales. En la Corte Suprema de Justicia, compuesta por una mujer y cuatro hombres, el 67 % de los cargos de magistrados está ocupado por hombres, mientras en el Ministerio Público Fiscal el número asciende a 72%.

Un dato importante a analizar es que el número de mujeres que se presentan a concursar sigue siendo bajo. Para Pzellinsky, este accionar tiene un doble componente: la estructura de la sociedad y el propio sistema de administración de justicia.

Dentro de la estructura de la sociedad, las mujeres son las principales responsables de las tareas de cuidado. De esa forma, el momento de presentarse a rendir un concurso coincide con el de tener un hijo o el de la primera crianza, que recae en las mujeres. “Sigue habiendo mucho desfasaje en el mundo privado de la repartición de tareas”, estableció.

En la Corte Suprema, el 67 % de los cargos de magistrados está ocupado por hombres

Por otro lado, explicó que el sistema judicial es un espacio donde los cargos de mayor jerarquía fueron ocupados históricamente por hombres: “Siguen siendo lugares de decisión donde hay cierta dificultad en poder acceder a esos cargos, no hay un régimen de cupo”.

Ya sea por la falta de presentación a concurso o por las grietas del propio sistema judicial, los cargos ocupados por juezas y fiscales son menores. Por eso, causas de corrupción como los Panamá Papers, los Sauces, Dólar Futuro, Ciccone y Hotesur, recaen todas en manos de hombres.

Las magistradas de Comodoro Py consideran que los cambios se van logrando de a poco. Si bien se sienten las diferencias; desde el no respeto por la identidad de una mujer trans en los expedientes judiciales, hasta notificaciones hacia las propias magistradas redactadas en género masculino, se mantiene la idea de que más mujeres en el poder judicial impulsan la inserción de nuevas integrantes. Sin embargo, no hay que dejar de lado que el trabajo para incorporar la perspectiva de género en la justicia es el mismo que se tiene que hacer en la propia sociedad.