Uno de los tres jefes de la CGT, Juan Carlos Schmid, puso este jueves en duda el pago del bono de fin de año en el sector privado, al advertir que "los empresarios se comprometieron a abrir esa discusión", pero "las obligaciones en este país son relativas", y les pidió "abrir la billetera". Además, le reclamó al Gobierno que suspenda los despidos hasta tanto se reactive la economía.
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"Pedimos que sea por 90 días, que es el tiempo en que llegará la reactivación económica según los funcionarios", señaló el dirigente en declaraciones a radio La Red. Pero minutos después, por la misma radio, el vicejefe de Gabinete nacional, Mario Quintana, descartó de plano la medida.
Tras insistir en que el bono de 2.000 pesos es sólo una referencia de negociación que luego deberán acordar libremente trabajadores y empresarios, rechazó el reclamo de Schimid.
El vicejefe de Gabinete utilizó los mismos argumentos que meses atrás usó el presidente Mauricio Macri cuando vetó la ley antidespidos que había aprobado el Congreso. Dijo que este tipo de medidas "generan el efecto contrario al que se pregona".
"Desde ningún punto de vista vamos a sostener esto (suspensiones o ley antidespido) porque no creemos en la herramienta, pensamos que genera efectos adversos a los que buscamos, que es empleo", sostuvo Quintana, quien contó que la CGT supeditó el próximo encuentro con el Gobierno, en noviembre, el aval a este tema.