El triunviro de la Confederación General del Trabajo (CGT), Carlos Acuña, se refirió al planteo sobre la eliminación de la doble indemnización y la prohibición de despidos planteada por el Gobierno. En esa línea, celebró la modificación de la Ley de Bienes Personales y bregó por el aumento de salarios para fomentar el consumo.
"Creo que es de acuerdo a las necesidades que tiene el sector del trabajo y buscar el equilibrio para ir, gradualmente", definió Carlos Acuña sobre la eliminación de la doble indemnización. "Creemos que en la medida en la que no la necesitemos, porque se recompone la economía del país, se puede eliminar y volver a la normalidad y que la gente tenga la tranquilidad de no ser despedida", precisó.
A continuación, el dirigente se refirió a la negociación con el FMI y planteó que "ahora ellos piden disculpas, la plata no está y tiene que pagar el pueblo argentino la deuda en la que el Fondo dice que se equivocó y no se hace cargo". “Dicen que se equivocaron, pero ¿quién paga la deuda? La deuda es fundamentalmente de la clase política que piensa hacer más plata", cuestionó.
Sobre el proyecto que aprobó el oficialismo sobre las modificaciones a bienes personales que establecen la suba del mínimo no imponible de $ 2 millones a $ 6 millones y que beneficiará a casi 500.000 contribuyentes, Acuña definió: "Está bien, es lo mismo que el impuesto al salario para que, cada vez, la gente pueda disfrutar de su sueldo y de más consumo". "El consumo significa mayor demanda y a la demanda hay que producirla. La producción genera más puestos de trabajo y la plata vuelve de nuevo a la economía y tratar de vivir lo mejor posible", destacó.
En esta línea, el gremialista mencionó la recomposición salarial en el marco de la reactivación económica y señaló que “la gente necesita un salario que le permita vivir dignamente, llevar a los chicos a la escuela, que tengan la posibilidad de estudiar, que alcance para tener vacaciones por haber trabajado". "Con la inflación esta, decir que un número alcanza es una irresponsabilidad", aclaró.
"Y los precios no los ponen los trabajadores, los precios y las excusas las ponen los empresarios y se hacen los tontos, principalmente los de las cámaras que son los que generan el desequilibrio", reclamó”.
“Un trabajador tiene que cobrar de $150 mil para arriba porque si el trabajador anda bien, consume. Y con el consumo, tenemos las pruebas, pasa todo. Cuando le sacás la plata al pueblo, se achica el gasto, se cierra y se pierde trabajo”, concluyó.
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