El río Uruguay bajó un metro en las últimas horas frente a la ciudad de Concordia y muchos evacuados iniciaron el regreso a sus hogares, pero se complicó la situación sobre Paraná y varias familias debieron dejar sus casas en la capital entrerriana. Aún hay más de 10 mil personas evacuadas en las zonas afectadas por las crecidas.
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Las autoridades informaron que se habilitaron dos escuelas de Paraná como centros de asistencia para los evacuados, ante la posibilidad de que la situación se agrave. El secretario de Seguridad de Paraná, Ricardo Frank, dijo que "los pronósticos no son alentadores en relación a las precipitaciones".
En tanto, las autoridades municipales decidieron cerrar al público las playas de Villa Urquiza, en Paraná, y de Valle María, en Diamante, sobre las costas entrerrianas del río Paraná. Las autoridades seguían con preocupación la situación en la ciudad de Victoria, por lo que fue visitada por la ministra provincial de Desarrollo Social, Laura Stratta, y advirtieron que "ya hay evacuados en La Paz".
El subdirector de Salud de Concordia, Alejandro Ferrando, informó que fue vacunado un importante número de autoevacuados y armaron ocho puestos sanitarios, e indicó que trabajará en la limpieza de las calles y la desinfección de las viviendas afectadas por el agua.
La situación en Entre Ríos preocupa al sector turístico, especialmente de playas, por lo cual en la temporada se hará hincapié en los complejos termales y en los carnavales que comienzan en los próximos días.
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