La demanda industrial y de grandes comercios de energía eléctrica cerró el primer año de Cambiemos con un desplome cerca de un 5%. A partir de mediados de 2017, comenzó a exhibir una lenta recuperación, cerrando dicho año con un 2% de crecimiento. Pero la recuperación fue un espejismo.
A continuación, la actualización al tercer trimestre, comparando siempre con la "pesada herencia" como tanto le gusta hacer al oficialismo. Los resultados reflejan la combinación entre la hiper recesión, la política económica neoliberal y el tarifazo.
Ninguno de los planteos de los sectores industriales en las últimas audiencias públicas fue tenido en cuenta por el régimen. Así fue como el consumo de electricidad para esta categoría -conjuntamente con grandes comercios- se desplomó 5,1% respecto de 2015 y -3,6% en relación a 2013, mismos períodos.
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Comparación con 2015: -5,1%
Fuente: Elaboración propia en base a datos de CAMMESA, Septiembre de 2018.
Comparación con 2013: -3,6%
Fuente: Elaboración propia en base a datos de CAMMESA, Septiembre de 2018.
La combinación triple y fulminante de un FMI al frente de la Casa Rosada, el libre comercio y un tarifazo que no cesa, están destruyendo el aparato productivo e industrial nacional. Y cuando hablamos de este aparato no nos referimos exclusivamente a las empresas, sino también al empleo.
En este sentido, transcribimos las palabras del representante de la UIA a las audiencias públicas de septiembre: "Habíamos dicho en las audiencias públicas de marzo y noviembre de 2017 y en febrero de 2018, que de continuar con el incremento de los costos energéticos en el sector industrial se podría afectar negativamente la inversión y por consiguiente la capacidad de generación de empleo industrial. Esta situación comenzó a revertirse levemente para luego decrecer durante seis meses consecutivos y continua".
Como oportunamente destacamos, lo expresado por el representante de la UIA fue medular, ya que, se trató de la primera vez que se vincula la generación de empleo industrial con el precio de la energía que esa industria demanda. Y con un aditamento: obsérvese del primer gráfico que no existe una relación tan estrecha entre la actividad industrial y los precios de la energía hasta principios de 2018 (aplicación plena del tarifazo).
Sin embargo, sí existe relación con el empleo industrial. Y esto es así porque los mayores costos energéticos son salvados por una contracción del empleo (aumento de despidos).
En fin, el consumo de electricidad de la industria y grandes comercios se desplomó 5,1% respecto de 2015 y -3,6% en relación a 2013, mismos períodos. Los resultados reflejan la combinación entre la hiper recesión, la política económica neoliberal y el tarifazo.