La demanda de energía eléctrica en la industria y en los grandes comercios, luego de la megadevaluación y la confirmación del acuerdo con el FMI, cayó a un nivel menor que la de 2013.
Tomando el trimestre entre junio y agosto, vemos en el cuadro que acompaña esta nota que del estancamiento se involucionó a una caída del 1,2%. Y más grave aún: la demanda se ubicó 3,1% debajo de la de 2015 y 0,2% menor que la de 2013.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
El primer año de régimen neoliberal de Cambiemos cerró con un desplome cercano al 5%. A partir de mediados de 2017, comenzó a exhibir una lenta recuperación, cerrando 2016 con un 2% por encima del año anterior. No obstante, para tomar conciencia real de lo sucedido con las industrias y los grandes comercios desde la asunción de Macri, este sector terminó presentando el consumo más bajo de electricidad desde 2013. Adentrándonos ya en 2018, primer semestre, se advierte un crecimiento del 2,6%, aunque el consumo se ubica todavía por debajo del de 2015 (-0,6%). Esto sin tomar los meses de junio a agosto, mencionados anteriormente.
En junio se observó una fortísima desaceleración de la demanda para este sector, fiel reflejo de la recesión y la atrofia progresiva del mercado interno, al pasar de 5,3% de crecimiento a 0,04% (estancamiento) interanualmente.
Pues bien, tomando el trimestre entre junio y agosto, vemos que del estancamiento se involucionó a una caída del 1,2%. Y más grave aún: la demanda se ubicó 3,1% debajo de la de 2015 y 0,2% menor que la de 2013. La transitoria recuperación de 2017 ya es historia.
A la recesión y a las políticas de ajuste que están siendo profundizadas, súmese el tarifazo del gas y la electricidad. No por nada hasta la UIA reclamó, en la última audiencia pública (septiembre), suspender los incrementos previstos.
No es este un "gobierno insensible", sino uno destructor de una Argentina industrial, moderna y autosuficiente.