Una encuesta realizada por una reconocida inmobiliaria dictaminó que un icónico edificio porteño fue elegido como "el más lindo" de la Ciudad de Buenos Aires: de esta iniciativa participaron más de medio millón de personas.
Fue la inmobiliaria Martín Pinus Real Estate la cual llevó adelante el relevamiento a través de sus redes sociales y un total de 600.000 votantes participaron de este ejercicio que mezcla historia, cultura y arquitectura.
Martín Pinus, director de la firma inmobiliaria, contó que esto comenzó con una publicación de fotos y videos emblemáticos que cautivó a la audiencia y terminó con esta encuesta. “Somos amantes de Buenos Aires, de la arquitectura antigua, moderna, los rincones que de repente te llevan a otros lugares del mundo”, sostuvo, en charla con Clarín
“En los posteos invitábamos a la gente a votar por su edificio favorito. A lo largo de varias semanas, cada viernes publicábamos un nuevo video de edificios nominados, generando un verdadero entusiasmo entre nuestros seguidores”, indicó.
Y agregó: “Durante mucho tiempo, nuestros posteos en redes sociales se centraban en las propiedades a la venta, pero hace un año decidimos cambiar de enfoque. Queríamos conectar con la gente desde un lugar más interactivo y lúdico”.
¿El gran ganador? El Palacio Barolo, un edificio lleno de historia porteña que también es una joya arquitectónica. Seguido, el segundo edificio con más votos fue Otto Wulff, ubicado sobre la avenida Belgrano y Perú, en el barrio de Monserrat.
El Palacio Barolo, el edificio más lindo de Buenos Aires
El Palacio Barolo está ubicado sobre la Avenida de Mayo al 1300 y fue inaugurado en 1923 como el primer rascacielos de América Latina. Este impresionante rascacielos de 100 metros de altura fue un verdadero desafío para la arquitectura tradicional de la época.
Luis Barolo, un empresario textil, fue el encargado de solicitar la construcción del edificio, y fue el arquitecto italiano Mario Palanti quien llevó adelante este desafío que todavía continúa de pie en las calles porteñas.
El Palacio Barolo fue concebido, a diferencia de la gran mayoría de las construcciones de esos años, como una obra moderna de hormigón armado, combinado con un estilo ecléctico, con reminiscencias del gótico y, de manera destacada, del arte islámico de la India. Esto era algo incalificable para la época.
Finalmente, la cima de este edificio cuenta con un faro, el cual nunca sirvió como un faro tradicional debido a su ubicación en pleno centro de la ciudad. Su origen tiene que ver con un mito que rodea la arquitectura: para Barolo, representaba el paraíso, es decir, la luz, que para él era Dios, según la interpretación de “La divina comedia”, de Dante Alighieri.