La Segunda Sala de la Corte Suprema de Brasil negó dos hábeas corpus para liberar a Luiz Inácio Lula da Silva, el ex presidente del país vecino, que seguirá detenido acusado de corrupción. Se había solicitado la libertad del dirigente político mientras la Justicia analiza si Sergio Moro, el magistrado que lo juzgó y es actual ministro de Jair Bolsonaro, fue parcial en la investigación del Lava Jato.
En primer lugar, la Corte juzgó una apelación contra una decisión del Supremo Tribunal de Justicia, que el año pasado negó, en tercera instancia, la libertad de Da Silva. Cuatro de los cinco magistrados aseguraron que el TSJ brasileño no violó ningún marco legal, como alegó la defensa de Lula.
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Por otro lado, los jueces de la segunda corte del Supremo Tribunal Federal decidieron postergar para el próximo semestre el debate sobre la conducta del ex juez Moro y rechazaron la propuesta de concederle la libertad provisoria a Lula hasta tanto se expidan sobre el tema.
En diciembre del año pasado, la defensa de Da Silva pidió la anulación del proceso llevado adelante por el actual Ministro. Para entonces, dos magistrados ya se habían pronunciado en contra y el tercero propuso postergar la definición y conceder la libertad de Lula, teniendo en cuenta los mensajes revelados por The Intercept en los que el juez armó la causa con los fiscales del Lava Jato. Moro reconoció estos mensajes pero negó haber sido imparcial en el juicio.