La selección de una película puede brindar una visión significativa sobre los gustos, la personalidad y hasta la capacidad de razonamiento de las personas. Ahora, con los avances en Inteligencia artificial es posible identificar patrones de consumo de contenido audiovisual y vincular preferencias cinematográficas con factores como la capacidad intelectual. A continuación repasamos los films que son “preferidos” por aquellos que no tienen mucha capacidad para razonar.
Según estudios recientes realizados con Inteligencia Artificial, las personas con menor capacidad analítica tienden a inclinarse por películas con tramas simples. Así también son individuos que eligen producciones con humor directo y que son protagonizadas por personajes poco complejos. A continuación exploraremos cómo se llegaron a estas conclusiones y ejemplos representativos, según la IA.
Siguiendo el análisis realizado por IA, está demostrado que las películas con narrativas lineales y finales previsibles son populares entre quienes tienen menos inclinación hacia el pensamiento crítico o la reflexión profunda. Un ejemplo de este tipo de cine es la saga “Rápidos y Furiosos”. Como se indicó, los algoritmos de IA que examinan patrones de consumo han encontrado que esta franquicia resuena especialmente con audiencias que buscan acción constante sin complicaciones narrativas.
Además, la respuesta de la IA, apunta que las películas que ofrecen emociones inmediatas y escenas espectaculares atraen a aquellos que prefieren evitar la complejidad de tramas intrincadas o personajes multifacéticos. Luego, el software ha identificado que el humor sencillo es un factor clave en la elección de películas por parte de quienes tienen un perfil cognitivo promedio más bajo. Títulos como “Jackass: La película” y “¿Qué pasó ayer?” se encuentran entre los más mencionados en este grupo.
Por ejemplo, los sistemas de análisis destacan que "Jackass” atrae por su enfoque en bromas físicas y situaciones absurdas que no requieren un esfuerzo cognitivo considerable. De manera similar, “¿Qué pasó ayer?” emplea situaciones exageradas y humor accesible, generando risas instantáneas sin la necesidad de interpretar subtextos o mensajes complejos.
En esa línea, otro hallazgo relevante de la inteligencia artificial es que las audiencias menos exigentes prefieren personajes arquetípicos y fácilmente reconocibles. Estos personajes no presentan dilemas morales complejos ni requieren un análisis psicológico profundo. Películas como Transformers y Sharknado ejemplifican esta tendencia. Según los datos analizados, este tipo de películas es popular entre personas que buscan entretenimiento sin cuestionar las premisas de la historia.
En tanto, el asistente virtual ha observado que las películas que ofrecen recompensas inmediatas, ya sea a través de efectos visuales impresionantes o acción constante, son preferidas por personas con una inteligencia promedio más baja. Ejemplos notables de este tipo de cine son 300 y Godzilla vs. Kong. Esto se debe a su combinación de estética visual y escenas de acción intensas, captando la atención del espectador sin la necesidad de un contexto profundo.
¿Qué revela la inteligencia artificial sobre estas películas?
Es fundamental señalar que los análisis realizados por la inteligencia artificial no buscan etiquetar a los espectadores, sino identificar patrones de consumo y preferencias culturales. La IA utiliza datos provenientes de plataformas de streaming, encuestas y estudios de comportamiento para entender estas tendencias.
Uno de los hallazgos más interesantes es que las personas con menor inteligencia promedio no necesariamente optan por este tipo de películas por falta de alternativas, sino porque encuentran en ellas una forma de gratificación emocional y entretenimiento sencillo. De hecho, muchas personas con altos niveles intelectuales también disfrutan de estas películas como una forma de desconectar del estrés o buscar diversión sin complicaciones.
Cabe señalar que aunque estos patrones de consumo pueden estar relacionados con factores intelectuales, también reflejan la diversidad de preferencias dentro del público general. Al final, el cine tiene el poder de entretener a todos, independientemente de su nivel intelectual o capacidad analítica. Lo importante es disfrutar del séptimo arte en todas sus formas y reconocer que cada elección cinematográfica tiene su propio valor cultural y emocional.