El único delito que no disminuyó durante el aislamiento social obligatorio es el de los femicidios. Con la cuarentena obligada por el coronavirus, la imposibilidad de salir a la calle generó una drástica reducción de ilícitos pero la violencia de género, con el asesinato de la mujer como última y más brutal instancia, se profundizó porque es una problemática – casi exclusivamente – del hogar. El 50% de las mujeres murió en manos de su victimario en su propia casa y otro 20% en una ajena, propiedad del femicida. Datos realmente escalofriantes sobre los que el nuevo Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidades trabaja, analiza y elabora políticas públicas para intentar contener y prevenir una situación por demás angustiante, que no sólo necesita de un Estado presente sino de toda una comunidad atenta que esté ahí para ayudar a denunciar.
Entre el 1 y 31 de marzo – antes y durante la cuarentena – se produjo un aumento significativo del promedio diario de consultas por violencia de género que recibe la línea 144. Desde la cartera que conduce Elízabeth Goméz Alcorta aclararon a El Destape que a veces ese canal sirvió para canalizar dudas o pedidos de asistencia en un contexto en que otros dispositivos se vieron reducidos. Por eso, advirtieron que “es importante aclarar que esta información no debe interpretarse linealmente como un aumento de la violencia per se, sino solamente a como un aumento en las llamadas a la línea 144”.
El promedio diario de consultas después del decreto de necesidad y urgencia que instaló el aislamiento superó en un 39% al de los días anteriores (del 1 al 19). Además, al 31 de marzo, un 25% de las consultas por violencia de género a la Línea 144 habían ingresado por medio de Whatsapp. Este es un canal especial que anunció el Ministerio una vez anunciada la cuarentena y se transformó en una vía importante de consultas (11-2771-6463, 11-2775-9047 y 11-227-9048), el mail linea144@mingeneros.gob.ar o la APP 144). La mayoría de estas denuncias correspondieron a la modalidad de violencia doméstica.
En los últimos días se conocieron muchas cifras de femicidios durante la cuarentena, todas superando los 20 asesinatos de mujeres. Desde el Ministerio alertaron que se pueden encontrar muchos registros distintos respecto a la cantidad de femicidios ocurridos durante esta emergencia porque hay muchas organizaciones que los hacen, pero el único que se base en fuentes directas, que es el análisis de causas judiciales, es el de la Corte Suprema. Nació en 2015 y es el primero oficial, muy fiable. El problema, explicó Gómez Alcorta ante senadores y senadoras la semana pasada, es que los datos llegan a año vencido. O sea, los de 2019 recién se conocerán en junio de este año.
La Ministra explicó que “los registros de la Corte indican que en los últimos años la variación de los femicidios directos es mínima. Es un un número muy alto que varía entre 235 y 251 al año. Cuando sumamos las otras variables, como los indirectos o vinculados, rondan entre los 278 o 275 anual. Es un número altamente estable. Hoy no hay un indicador de que esos números hayan aumentado por fuera de los números que venimos manejando desde que, al menos, se empezaron a medir”.
Según los datos de la Corte (2018) la mayor parte de víctimas directas de femicidios tenían entre 25 y 34 años (25 %), seguidas por el grupo de edades entre 35 y 44 años (19%) y otras 41 víctimas que tenían entre 45 y 59 años. Diecinueve niñas de hasta 12 años fueron víctimas de femicidios y trece tenían entre 13 y 17 años. Finalmente, treinta y dos víctimas tenían más de 60 años.
El 83 % de las víctimas tenía un vínculo previo con los sujetos activos (femicidas). En el 56 % de los casos, los femicidios fueron cometidos por parejas o ex parejas. En segundo lugar, un 15 % (44 casos) de los vínculos eran familiares. En tercer lugar, un 12 % fueron otro tipo de vínculos. Todas estas categorías expresan un conocimiento previo entre las víctimas y los sujetos activos. Solamente un 6% eran personas desconocidas para las víctimas. No se pudo obtener información sobre esta variable en (11 %).
Las víctimas fueron asesinadas mediante el uso de armas blancas en un 28% de los casos, seguido de la fuerza física (27%), armas de fuego (23%), fuego y otros medios combustibles (7%).
El problema con los registros de la sociedad civil es que se manejan con los medios de comunicación, por lo que la información proviene de fuentes secundarias que, a veces, sobreregistran o subregistran los datos. Sumado a que no todos miden lo mismo, ya que hay femicidios directos o vinculados.
Dos veces por día, en el Ministerio analizan los datos enviados por las funcionarias del Observatorio de dicha cartera sobre femicidios, tentativa de femicidios o desapariciones de mujeres. Según los registros de la sociedad civil, en el primer trimestre de 2019 hubo entre 87 o 89 asesinatos de mujeres por ser tales. Y durante el primer trimestre de 2020, entre 89 o 92, según el registro que contabilicen, detalló Gómez Alcorta.
En ese universo, detalló que en marzo de 2019, hubo 33 femicidios y en el mismo de 2020 se registró un total de 34, de los cuales 10 días fueron durante la emergencia. Siempre en base a datos de la sociedad civil y no de la Corte Suprema, porque aún no están los registros. Pero también hizo la salvedad de que muchas mujeres desaparecieron antes del aislamiento y sus cuerpos se encontraron durante éste.
El fenómeno es complejo, no es igual a cualquier delito y está vinculado a la tolerancia machista tanto como a las desigualdades de género. Son cuestiones culturales que merecen un trabajo a largo plazo con políticas de Estado y el compromiso social. En radio la Red, la funcionaria detalló que “en general el 70% de los femicidios son lo que se llaman femicidios íntimos, la mujer o la poblacion LGBT muere en manos o de su pareja o de una ex pareja, el 50% lo hace en su casa y otro 20 en otra casa, es decir que sigue siendo un homicidio el femicidio, dentro de las relaciones interpersonales y dentro del hogar”.
Por eso, remarcaron a este medio la importancia de ser solidarios durante el aislamiento y fuera de él. Que quien escucha una situación de violencia, consulte, llame, denuncie y acompañe. Que no deje sola a la víctima.
Es importante destacar que a partir de hoy, todos los dispositivos territoriales de asistencia, protección y abordaje integral de las violencias por motivos de género y las organizaciones sociales y comunitarias que trabajan en la asistencia a las personas en situación de violencia de género pudieron retomar las actividades para prestar los servicios, siempre y cuando implementen y cumplan con los protocolos sanitarios que cada jurisdicción establezca en cumplimiento de las recomendaciones e instrucciones sanitarias y de seguridad de las autoridades nacionales.
Pero también, desde el inicio de la cuarentena, las mujeres y personas LGBTI+ en situación de violencia por motivos de género siempre estuvieron habilitadas para salir de sus hogares para realizar denuncias o solicitar asistencia. Para facilitar y garantizar dicha asistencia en estos casos y coordinar las acciones con las fuerzas de seguridad, el MMGYD resolvió aclarar explícitamente dicha situación a través de la Resolución 15/2020 que se publicó el 5 de abril.
A través de esta nueva Decisión Administrativa del gobierno nacional, ahora se busca garantizar la asistencia en forma integral de las mujeres y personas LGBTI+ en situación de violencia por motivos de género, asegurándoles no solo el derecho de radicar la denuncia pertinente sino también el acceso gratuito, rápido y eficaz a cualquiera de los dispositivos creados en el ámbito comunitario para la atención, asistencia y contención.